Vol. 73/No. 38      5 de octubre de 2009

Al suspender la construcción de bases terrestres antimisiles en Polonia y la República Checa, los gobernantes norteamericanos no están retrocediendo en sus planes de desarrollar un sistema de misiles antibalísticos en Europa. Más bien, han tomado una decisión táctica y política sobre como rediseñar mejor su sistema e implementarlo más rápidamente.

Su objetivo actual es implementar un sistema contra misiles de corto y mediano alcance que, dicen. pueden ser lanzados desde Irán hacia Europa. Los blancos inmediatos de Washington son Irán y Corea del norte, debido a que sus gobiernos tienen la capacidad económica, la ingeniería y capacidad técnica para colocar algún día armamentos—incluso ojivas nucleares—en misiles balísticos cuyo alcance pudiera por lo menos prevenir que Washington los ataque con impunidad.

Los gobernantes norteamericanos dicen que están desarrollando un sistema de misiles antibalísticos para “defenderse” de naciones “forajidas”. Sin embargo, el fin verdadero es darle a Washington la capacidad de dar el primer golpe nuclear, permitiéndole usar estos armamentos sin restricciones y poder chantajear a cualquier nación que no este dispuesta a aceptar sus políticas.

Nunca debemos olvidar que los multimillonarios gobernantes de Estados Unidos que poseen mas de 5 mil armas nucleares, no vacilaron en usar bombas nucleares contra las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, incinerando a centenares de miles en 1945. Esta es la única vez que se han usado las armas nucleares.

El actual desarrollo de un sistema de misiles antibalísticos también ocupa un lugar clave en la ofensiva política de Washington para cambiar el balance de fuerzas a su favor con respecto a sus rivales imperialistas, así como también con respecto a Rusia y China.

Los gobiernos de Rusia y Estados Unidos también han reiniciado pláticas de “desarme” nuclear. Pero estas negociaciones no tienen nada que ver con poner fin al curso de Washington hacia el avance de su capacidad nuclear. La única manera de poner fin a las guerras de Washington y a sus amenazas nucleares es arrancando el poder político de manos de los gobernantes capitalistas por el pueblo trabajador.
 
 
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