El Militante (logo)  

Vol. 74/No. 2      18 de enero de 2010

 
Saludos a luchadores tras las rejas
(editorial)
 
Enviamos saludos festivos esta semana a los 2.3 millones de trabajadores tras las rejas en Estados Unidos; el país con la tasa más alta de encarcelamiento en el mundo. Incluimos a todos los que se encuentran bajo libertad condicional; uno de cada 31 adultos en Estados Unidos están enredados en el sistema de “justicia” norteamericano.

Saludamos a Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Ramón Labañino, René González y Fernando González, cinco revolucionarios cubanos que ya han sido injustamente mantenidos en cárceles en Estados Unidos por 11 años. Debido a esto, y en contra de su voluntad, se encuentran en las primeras filas de la lucha de clases en Estados Unidos. Estos combatientes de la clase obrera fueron arrestados por vigilar a grupos derechistas cubano americanos en el sur de Florida que han realizado ataques armados contra Cuba con el apoyo de Washington. Acusados de cargos amañados que van desde “conspiración para cometer espionaje” hasta “conspiración para cometer asesinato”, tres de ellos originalmente recibieron condenas de cadena perpetua y uno de ellos, Gerardo Hernández, continúa sirviendo una condena de doble cadena perpetua. La campaña internacional para lograr su libertad ha forzado al gobierno norteamericano a retroceder y reducir las sentencias de tres de los combatientes. En el año venidero podemos aprovechar este impulso para presionar por la libertad de los cinco.

Carlos Alberto Torres y Oscar López Rivera, ambos encarcelados por casi 30 años, y Avelino González Claudio son tres combatientes independentistas puertorriqueños que también se encuentran tras las rejas, encarcelados por oponerse al dominio colonial de su patria por parte de Washington. El activista nativo americano Leonard Peltier ya ha iniciado su 32 año de encarcelamiento por cargos amañados de haber matado a dos agentes del FBI.

Lynne Stewart, la abogada por los derechos civiles, se encuentra en una cárcel en la Ciudad de Nueva York después de perder su licencia para practicar derecho, esperando ser resentenciada por cargos de “conspiración para proveer apoyo material a actividades terroristas” por enviar un comunicado de prensa de su cliente encarcelado. Su caso nos hace recordar del creciente número de casos en las cortes nortemericanas con cargos de “terrorismo” y “conspiración”.

Los gobernantes utilizarán este tipo de cargos más ampliamente contra trabajadores militantes a medida que crece la resistencia al impacto de la crisis económica capitalista. Donnie Thornsbury, ex presidente del Local 2496 del sindicato minero UMWA, quien aún se encuentra tras las rejas, es un ejemplo. El fue condenado en 1987 bajo cargos amañados de haber matado a un esquirol que transportaba carbón durante la huelga contra la compañía A.T. Massey en 1984-85.

Los casos de Troy Davis, Mumia Abu-Jamal y Kevin Cooper están al centro de la lucha contra la pena de muerte, un arma de terror en las manos de la clase capitalista. Davis, un obrero negro, ha estado en el pabellón de la muerte desde 1991, acusado falsamente de matar a un policía. La mayoría de los testigos usados contra Davis que no son policías se han retractado de sus testimonios. Aún así le continúan negando un nuevo juicio. Abu-Jamal, un activista por los derechos de los negros acusado falsamente de matar a un policía en Filadelfia en 1981, aún se encuentra en el pabellón de la muerte a pesar de que en su caso una corte federal ha revertido la sentencia de pena de muerte. Cooper enfrenta ser ejecutado en California por asesinato basado en “pruebas” manipuladas por la policía, según expertos forenses del estado. En 2009 hubo 52 ejecuciones, más que en 2008 o en 2007.

También saludamos a todos los presos encarcelados como resultado de las redadas de la agencia de Control de Inmigración y Aduanas, a medida que la administración de Obama intensifica los ataques contra los derechos de los indocumentados.

El sistema de prisiones de Estados Unidos es un símbolo apropiado de lo que significa para el pueblo trabajador la dictadura del capital; desde la practica de mantener a las presas con los grilletes puestos durante el parto, hasta el abuso de los adolescentes en los centros de detención juveniles. Guantánamo no es una aberración, sino una extensión del sistema de cárceles dentro del país.

El Militante ofrece con orgullo suscripciones complementarias o a precios reducidos a hombres y mujeres tras las rejas. Las solicitudes de suscripciones por parte de presos ha aumentado este año. A nuestros lectores presos y a otros, les pedimos que corran la voz para que otros presos puedan también adquirir suscripciones. También contribuya al Fondo de Presos del Militante para que podamos continuar esa tradición obrera.  
 
 
Portada (este número) | Página inicial | Página inicial en versión de texto