(artículo principal)
Washington prepara
guerras más amplias
Aumentan Fuerzas Especiales, drones
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Ejército de Estados Unidos
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Tropas estadounidenses en práctica anti motines en Kosova. A medida que empeore la crisis Washington proyecta usar sus tropas contra trabajadores dentro y fuera de Estados Unidos.
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POR SETH GALINSKY
La Casa Blanca está proponiendo un presupuesto bélico de 708 mil millones de dólares para el año fiscal 2011. Este incluye 159 mil millones para las guerras en Iraq y Afganistán. Proyecta el aumento más grande en unidades de Fuerzas Especiales desde la Guerra de Vietnam.
El Presidente Barack Obama también está solicitando 33 mil millones de dólares en fondos suplementarios para la guerra afgana que dice ser necesarios para cubrir los gastos de hasta 30 mil tropas adicionales que autorizó en diciembre. Esta es la segunda vez que Obama ha solicitado fondos suplementarios para la guerra, una práctica común durante la administración de George W. Bush con la que Obama prometió acabar.
La solicitud del presupuesto fue emitida simultáneamente con el Resumen Cuatrienal de la Defensa de 2010 que terminantemente dice que Estados Unidos es una nación en guerra.
Según Defense News el resumen requiere de una fuerza formada para un campo amplio de actividades en muchas zonas de conflicto, y no solo diseñadas para combatir dos guerras simultáneamente.
El presupuesto de la Casa Blanca y el Resumen de la Defensa profundiza el cambio, empezado aproximadamente hace una década, en el desplazamiento, en estrategia militar y orden de combate de las fuerzas armadas del imperialismo norteamericano. A medida que la crisis económica continúa asestando un mayor precio sobre la mayoría trabajadora, los capitalistas, su gobierno y sus partidos gemelos, los Demócratas y Republicanos, sienten una necesidad cada vez más apremiante de prepararse para conflictos con trabajadores y agricultores por todo el mundo y dentro de Estados Unidos mismo.
La primera en la lista de seis misiones claves del Pentágono es el uso de las fuerzas armadas para la defensa de Estados Unidos y el apoyo a las autoridades civiles en el país, parte de lo que consideran una ruptura con el pasado. La segunda es tener éxito en la contrainsurgencia, la estabilidad y las operaciones contra el terrorismo.
Para ejecutar lo que el secretario de defensa Robert Gates llamó protegerse contra riesgos actuales y futuros y contingencias, el presupuesto de 2011 agrega 2 800 comandos a las fuerzas de operaciones especiales, las cuales para 2015 llegarán a un total de 660 equipos del Ejército, Armada, Fuerza Aérea y de Marines.
El plan también incluye agregar dos brigadas de aviación de combate al Ejército, cada una con cerca de 2 600 tropas, incluyendo a 350 pilotos; la compra de helicópteros; y el aumento en la producción de aviones teledirigidos del ejército para aumentar la cantidad de dichos aviones a 65 de 37 actualmente en servicio.
El Resumen de la Defensa continúa señalando a Irán y Corea del Norte como posibles blancos de operaciones estadounidenses.
El día después que fueran emitidos el presupuesto militar y el Resumen de la Defensa, el Almirante Michael Mullen, Jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, anunció que cerca de 4 500 de las 30 mil tropas adicionales asignadas por Obama ya se encuentran en Afganistán.
Las tropas adicionales han permitido extender las operaciones de combate y control en las provincias de Kandahar y Helmand, dos lugares con concentraciones fuertes de fuerzas insurgentes en Afganistán.
Más misiones de matar-capturar
En una conferencia en Londres de representantes de 65 gobiernos el 28 de enero, Washington reiteró su apoyo a los intentos de convencer a combatientes talibanes y dirigentes de bajo rango a que cambien de bando. Aunque el gobierno norteamericano no prometió fondos adicionales para este esfuerzo, la secretaria de estado Hillary Clinton elogió a Tokio por contribuir 50 millones de dólares a un fondo de reintegración.
A la misma vez, Washington ha venido aumentando sus esfuerzos para decapitar a las fuerzas del Taliban y de al-Qaeda en Afganistán, Pakistán y Yemen.
Según el Washington Post, equipos militares y agentes estadounidenses colaboraron con tropas de Yemen para matar a muchas personas, incluyendo a seis de los 15 altos dirigentes de una filial de al-Qaeda en Yemen en las últimas seis semanas.
En Afganistán pequeños equipos de comandos del Ejército, Seals de la Armada y de agentes de la Agencia Central de Inteligencia han intensificado el ritmo de lo que llaman misiones de matar-capturar, reportó el Wall Street Journal el 2 de febrero. En los últimos seis meses solamente en la provincia de Zabul, dice el periódico, Fuerzas Especiales estadounidenses realizaron más de 100 ataques dirigidos a comandantes y dirigentes del Taliban.
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