Vol. 74/No. 16 26 de abril de 2010
Militante/Linda Joyce |
Estudiante cubana Yenaivis Fuentes (derecha) intercambia con jóvenes de secundaria en la Escuela de Arte Duke Ellington en Washington el 9 de abril. |
Es una victoria para la libertad académica, dijo. Hizo falta cartas de invitación de más de 115 profesores de universidades por todo el país para obtener las visas para este intercambio. Fue el primer recorrido de estudiantes cubanos en Estados Unidos desde 2002.
Fuentes, de 23 años, y Ramos, de 30 años, son dirigentes de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) de Cuba. Están realizando una gira de conferencias de un mes en recintos universitarios estadounidenses. Fuentes, de Guantánamo, Cuba, es estudiante de medicina de sexto año y coordinadora nacional de educación de salud pública de la FEU. Ramos es residente de tercer año en cirugía en Manzanillo, Cuba.
En sus muchos intercambios aquí Fuentes y Ramos han hablado sobre la historia de la revolución socialista cubana de 1959. Al relatar la batalla por independizarse de España en el siglo XIX, describieron lo que significó para Cuba estar bajo el dominio del imperialismo estadounidense durante la primera mitad del siglo XX.
Animado intercambio
Hubo tiempo en todas las actividades para preguntas y comentarios de los estudiantes.
¿Y qué pasó con los que sufrieron a causa de la revolución? preguntó un estudiante en un evento en la Universidad de Maryland el 8 de abril, al cual asistieron 110 personas. Explicó que su abuelo, dueño de tierras y ganado en Cuba, perdió su propiedad después de la revolución.
El gobierno revolucionario no expulsó a las personas como su abuelo, dijo Ramos. Podrían haberse quedado. Tuvieron la oportunidad de ayudar a desarrollar el país. Tuvieron la oportunidad de seguir trabajando la tierra y que eso les diera un ingreso. Si era un dueño de fábrica, podía quedarse y trabajar, y si tenía las aptitudes, hasta podía llegar a ser administrador de la fábrica. Pero lo que no podían seguir haciendo era explotar a los demás.
Ramos describió la profunda reforma agraria radical que se realizó en los primeros años de la revolución, en la cual se expropiaron millones de acres de las fincas más grandes y se entregaron títulos de propiedad a unos 100 mil campesinos sin tierra.
Los médicos en Cuba ganan menos que los choferes de taxis para el turismo, dijo otro estudiante. ¿No se sienten traicionados por el gobierno cubano al recibir un salario tan bajo?
No me hice médico para llenarme los bolsillos de dinero, contestó Ramos. Para los médicos en Cuba, nuestra mayor preocupación es ayudar a los pacientes. No tenemos los bolsillos llenos de dinero, pero sí tenemos lo suficiente como para vivir, para tener ropa, comida, donde dormir.
Otro estudiante les preguntó a los cubanos qué se puede hacer para mejorar el sistema educativo en Estados Unidos.
En Cuba después de la revolución, miles de jóvenes estudiantes fueron al campo para alfabetizar, dijo Fuentes. No tengo la respuesta de cómo se puede mejorar el sistema educativo en su país. Pero en Cuba hicimos una revolución socialista.
En la Universidad de Maryland el Dr. Ronald Zeigler, director del Centro Cultural Nyumburu, dio la bienvenida a los estudiantes cubanos. Un equipo de cuatro estudiantes voluntarios se ocupó de la traducción para el evento.
Facultad de Derecho de Howard
Después de hablar en la American University el 5 de abril, los estudiantes cubanos visitaron la Facultad de Derecho de Howard para un almuerzo e intercambio con profesores y estudiantes auspiciado por Kurt Schmoke, decano de la Facultad de Derecho, y La Alianza, una organización de estudiantes de derecho de habla hispana en ese recinto. Schmoke les dijo a Ramos y Fuentes que la facultad de derecho había patrocinado una muy concurrida conferencia sobre los Cinco Cubanos hace unos años. El se refería a cinco revolucionarios cubanos arrestados por el gobierno norteamericano bajo cargos falsos y que llevan más de 11 años presos por haber vigilado las actividades de grupos en Estados Unidos que realizan actos violentos contra Cuba.
Esa noche Ramos y Fuentes hablaron en un evento, apoyado por un amplio grupo de patrocinadores, en la Universidad de Howard a la que asistieron unos 100 estudiantes y profesores de esta universidad además de trabajadores y activistas de la ciudad. Howard ha sido históricamente una universidad con un estudiantado negro.
Varios catedráticos y representantes de organizaciones estudiantiles habían trabajado juntos durante meses, coordinando todos los aspectos de la visita desde la publicidad hasta la recaudación de fondos y la traducción. Las donaciones de diversos departamentos y del gobierno estudiantil hicieron posible la visita.
Me gustó cómo los estudiantes contestaron las preguntas, dijo Symone Wilson, de 20 años, secretaria de los Cimarrones, una organización estudiantil en Howard, durante la recepción después del evento. Hablaron sin rodeos. Hablaron desde el corazón.
Con estudiantes de secundaria
Durante su estancia en Washington, Ramos y Fuentes hablaron ante 50 estudiantes de secundaria en la Escuela de Bellas Artes Duke Ellington, invitados por Jacqueline Maggi, una artista cubana que enseña cursos de artes visuales en la escuela.
Maggi había decorado la sala con afiches e imágenes de Cuba y la presentación comenzó con una muestra de diapositivas y un fondo de música cubana.
En Cuba hemos establecido centros culturales en todos los barrios para garantizar que el pueblo tenga acceso al arte, a la música, y al teatro, dijo Fuentes. Hay escuelas de arte, un poco como esta, en cada provincia.
Esto resultó ser muy informativo, sobre todo en cuanto a cosas que nunca se oyen acerca de Cuba, dijo Maurice Holden, estudiante de la escuela secundaria. El gobierno de Estados Unidos hace que Cuba parezca el peor lugar en el mundo. Pero estos estudiantes nos enseñaron mucho sobre Cuba que nunca se ve.
El 9 de abril, una concurrida recepción en la Sección de Intereses de Cuba ofreció a profesores y estudiantes de cinco recintos universitarios que patrocinaron la gira una oportunidad de conocerse y ponerse al día acerca de todas las actividades. Algunos han comenzado a discutir actividades de seguimiento para aprovechar el éxito de esta gira.
Chris Hoeppner y Omari Musa contribuyeron a este artículo.
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