Vol. 74/No. 28 26 de julio de 2010
Burge, comandante de policía en el sur de Chicago, organizaba la infame ganga de media noche, una pandilla de policías que por varias décadas usó la tortura para extraer confesiones. Mas de 100 personas, en su mayoría hombres negros, han dado testimonio sobre estos abusos.
Cuatro de los 100 fueron testigos en el juicio de Burge. Las actas del testimonio anterior de un quinto sospechoso torturado, Andrew Wilson, fue leído durante el juicio. Wilson murió en la cárcel en 2007.
Los testigos relataron con detalle las golpizas con pistolas y linternas, los choques eléctricos a los genitales, las orejas, y otras partes del cuerpo, las provocaciones de asfixia, los juegos de ruleta rusa y otros métodos de tortura que se usaron para forzarlos a confesar sobre crímenes que no habían cometido.
Su testimonio fue reforzado por el de doctores y enfermeras que observaron las lesiones y por el testimonio del detective del policía de Chicago Michael McDermott, quién atestiguo contra su ex patrón a cambió de inmunidad.
Por fin lo pobres han ganado, declaro Mark Clements a la prensa después de que se anunció el veredicto. Clements víctima de la tortura policial, salió de la cárcel el año pasado tras estar encarcelado por casi 30 años. Ojalá Jon Burge reciba una sentencia apropiada y tendrá tiempo para pensar en las consecuencias de sus acciones, dijo Clements.
El hecho de que aquellos que fueron torturados se rehusaron a aceptar su trato en silencio, su decisión de tomar acción legal, y la creciente indignación, especialmente dentro de los barrios negros de Chicago, llevó a que las practicas policiales salieran a la luz y a la condena de Burge.
En 1993, el departamento de policía de Chicago finalmente despidió a Burge. Pero se llevó casi dos décadas más para que fuera condenado por sus crímenes.
En enero del 2003, el entonces gobernador de Illinois, George Ryan, perdonó a varios hombres que se encontraban bajo pena de muerte y que habían sido torturados durante el régimen de Burge, para que confesaran haber cometido asesinatos que no cometieron.
En 2006, la investigación de un procurador especial del condado de Cook, declaró que las acciones de Burge y otros habían sido en realidad tortura pero que ya se había acabado el plazo para que fueran juzgados por sus crímenes.
En 2008 Burge fue arrestado y acusado de dar testimonio falso respecto a las torturas en una demanda presentada por Madison Hobley un hombre que había estado bajo pena de muerte. El juicio de Burge comenzó ese año. Burge sigue libre bajo fianza hasta el día que sea sentenciado, y aún recibe su pensión.
Ronald Kitchen, torturado durante la época de Burge y encarcelado por 21 años por asesinatos que no cometió, ha presentado una demanda civil contra él y otros oficiales, incluyendo el alcalde de Chicago Richard Daley, quien fue el procurador del condado Cook cuando Kitchen fue condenado.
El hecho de que Jon Burge haya sido encontrado culpable, aún por los cargos menores que tuvo que enfrentar, es una victoria para todos los trabajadores, declaró Alyson Kennedy, candidata del Partido Socialista de los Trabajadores para el Senado de Estados Unidos por Illinois. Le envía un mensaje a todos policía que pretenda usar la tortura, que sus acciones no quedarán encubiertas y sin castigo. Todos los trabajadores deben unirse a los que valientemente hablaron contra esta brutalidad demandando que se condene a todos los policías involucrados.
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