Vol. 75/No. 38 24 de octubre de 2011
Militante/Paul Mailhot |
Línea de piquetes frente a restaurante Boathouse en el Parque Central de Nueva York. |
Vélez es uno de más de 60 cocineros, meseros, meseros, trabajadores de banquetes, lavaplatos y otros empleados que salieron de sus trabajos y que participaron en líneas de piquetes diarias afuera del restaurante Boathouse. Se les unieron decenas de trabajadores que habían sido despedidos justo antes de la huelga, según ellos por apoyar un esfuerzo para unirse al Local 6 del sindicato de trabajadores de hoteles.
Los trabajadores del restaurante Boathouse ganaron un contrato sindical de cuatro años de duración con sustanciales mejoras salariales y otros beneficios, dijo al Militante John Turchiano, jefe de redacción de La Voz del Hotel, la revista digital del Local 6 del sindicato de trabajadores de hoteles. El sueldo más bajo ha subido de 7.50 dólares la hora a 13.50, con aumentos de 5 por ciento en cada uno de los próximos tres años, dijo Turchiano. La mayoría de los trabajadores recibió un aumento de por lo menos 40 por ciento, y algunos de hasta el 90 por ciento.
Según Turchiano, casi 40 trabajadores que habían sido despedidos por apoyar al sindicato serán reinstalados en sus trabajos. El nuevo contrato sindical también incluye beneficios médicos y dentales completos para toda la familia, derechos de antigüedad y otros derechos sindicales, dijo.
Los dueños del muy frecuentado restaurante a la orilla de un lago en el Parque Central vieron una baja dramática en su negocio debido a las ruidosas líneas de piquetes y las solicitudes de solidaridad. En un sábado reciente por la tarde no hubo un solo cliente sentado en las áreas para comer o para descansar del restaurante.
Preocupado de que el creciente apoyo para la huelga de parte de miles de personas que caminan por el parque iba a dañar la imagen turística de la ciudad, la oficina del alcalde de la ciudad de Nueva York Michael Bloomberg intervino. El anuncio a la prensa de que el dueño, Dean Poll, había acordado reconocer al sindicato y firmar un contrato fue hecho por el vice alcalde Robert Steel.
No todos los trabajadores del restaurante se unieron a la lucha por el sindicato. Según varios huelguistas, varias decenas de empleados del restaurante no salieron en huelga y trabajaron al lado de los trabajadores de reemplazo. Hubo muchos rompehuelgas durante la huelga, pero luchamos por sus derechos también, dijo Vélez. Ahora se dan cuenta que valió la pena. Ellos reciben los mismos beneficios que nosotros.
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