Vol. 75/No. 38      24 de octubre de 2011

Esta reportera conversó con dos de los principales participantes en la reñida lucha de 10 meses de duración contra el cierre patronal de la procesadora de granos Roquette America, que terminó en julio. Estaban ansiosos de responder a la falsificación de su lucha por parte de la American Crystal para el beneficio de sus hermanos y hermanas de la unión en lucha.

Una declaración no firmada titulada “¿Valió la pena? American Crystal no quiere otra situación tipo Keokuk” apareció en septiembre en el sitio web de la compañía. “La esperanza de American Crystal es que lleguemos a un acuerdo más rápido que en Keokuk”, dice la declaración. “Después de un paro laboral de 10 meses, los empleados sindicales llegaron a un acuerdo que incluía la congelación salarial por 4 años para los empleados actuales, un recorte salarial de 2 dólares la hora para los nuevos empleados, así como el plan de salud ofrecido por la empresa. Los empleados en Keokuk deben estar cuestionando si valió la pena perder casi un año de salarios y beneficios dados estos resultados”.

Cita una declaración del presidente del Local 48G del BCTGM Steve Underwood impresa en Gate City, el periódico de Keokuk. “No estoy muy satisfecho con el contrato”, dijo, “pero han sido 10 meses con 237 familias que no reciben un ingreso. Tendremos que vivir con esto”.

“No puedo esperar para ponerme en contacto con mis hermanos y hermanas en Iowa, Minnesota y Dakota del Norte para decirles qué tanto valió la pena que lucháramos por 10 meses”, dijo al Militante Buddy Howard, líder de los sindicalistas de Keokuk y presidente del Consejo de Trabajo del condado Lee. “Nos mostró lo que somos, nos galvanizó como sindicato”.

Howard fue a visitar las líneas de piquetes contra la American Crystal en Moorhead, Minnesota y Hillsboro, Dakota del Norte en agosto para mostrar solidaridad y compartir experiencias de la lucha contra Roquette.

“Nosotros sí luchamos por los recién contratados”, dijo Howard. “Rechazamos la oferta de contrato de la compañía que quería pagar a los recién contratados 4 dólares por hora menos, y logramos que se redujera a 2. Evitamos que 50 personas perdieran sus empleos. Obligamos a la compañía a que abandonara la cláusula que decía que la compañía tiene el derecho intrínseco a sustituir a los trabajadores del sindicato en cualquier momento”.

Howard dijo que los lazos de solidaridad forjados mientras mantenían líneas de piquetes las 24 horas al día han fortalecido a sus miembros y su organización. “Cuando entramos en la planta en nuestro turno en grupo, muchos de nosotros portamos camisetas del sindicato y pegatinas en los cascos. Y estamos unidos cuando alguien tiene problemas. Luchamos cuando la empresa nos da una citación por usar la palabra ‘esquirol’.

“Pensé que era lamentable que American Crystal citara lo que dije fuera de contexto y lo utilizara como parte de sus esfuerzos para aumentar la presión sobre sus empleados despedidos”, dijo Underwood. “Nos gustaría disputar su declaración” de que no había razón para votar en contra del contrato que Roquette ofreció en septiembre de 2010, dijo. “El contrato que ofrecieron originalmente incluía importantes ataques contra los derechos de antigüedad y las normas de trabajo”. Los sindicalistas no querían un cierre patronal, dijo Underwood, “pero todo indica que Roquette lo había planeado por un largo tiempo”.

Underwood estaba de acuerdo con Howard que la lucha contra el cierre patronal fortaleció a la unión. “Recibimos mucha solidaridad —se organizaron dos mítines, varias marchas y líneas de piquetes ampliadas”.

Miembros de sindicatos y otros trabajadores de Keokuk y de otros lugares vinieron para reforzar las líneas de piquetes, asistieron a eventos de solidaridad para recaudar fondos y contribuyeron al fondo establecido por la unión para sobrevivir las dificultades. Los miembros del Local 48G establecieron enlaces con los trabajadores del acero de Metropolis, Illinois, quienes lucharon por 14 meses contra un cierre patronal de la compañía Honeywell.

La evaluación positiva y llena de orgullo de los trabajadores que lucharon contra Roquette se presenta en un artículo en el número del 22 de agosto del Militante titulado “Iowa: unión ganó fuerza en lucha contra cierre patronal”.
 
 
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