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Vol. 76/No. 1      2 de enero de 2012

 
(portada)
Alabama: marcha impugna ataques
contra inmigrantes, trabajadores
 
Militante/Jacob Perasso
Marcha y mitin en Montgomery, Alabama, 17 de diciembre, contra medidas antiinmigrantes.

POR JANICE LYNN  
MONTGOMERY, Alabama—Unas 2 500 personas que se oponen a la nueva ley estatal antiinmigrante HB 56, realizaron una protesta frente al capitolio estatal en esta ciudad el 17 de diciembre, y marcharon a la mansión del gobernador para exigir la derogación de la ley. Más de 20 autobuses llenos de manifestantes llegaron de ciudades de todo el estado de Alabama.

“He estado aquí por 15 años”, dijo Hilda Arévalo, de 42 años de edad, quien vino a la manifestación con sus tres hijos y su marido, un obrero de la construcción. “No quiero tener que volver a México. Toda la familia está aquí”.

Kiara Lawson, de 22 años, estudiante de psicología de la Universidad de Alabama en Huntsville, estaba entre los miembros de la División de Jóvenes y Universidades de la Asociación Nacional Para el Avance de la Gente de Color (NAACP) que participaron en la manifestación. “Estoy a favor de la libertad para todo mundo”, dijo al Militante. “El uso de perfiles raciales no sólo afecta a los latinos. Afecta a los afroamericanos también”.

Serilo Méndez, un jardinero, fue uno de los 200 participantes que vinieron del área de Albertville. El participó en la huelga política de un día contra la ley HB 56 que se realizó ahí el 12 de octubre.

Los patrocinadores de la ley en la legislatura de Alabama dicen que su meta es forzar a los inmigrantes indocumentados a que se vayan del estado y desalentarlos de quedarse aquí.

En la manifestación, conducida en inglés y español, varios oradores mencionaron las batallas por los derechos de los negros que tuvieron lugar en Montgomery: desde el ejemplo de Rosa Parks cuando se negó a ceder su asiento a una persona blanca en un autobús público, que desató el boicot de autobuses en Montgomery, hasta la marcha de Selma a Montgomery en contra de la segregación y a favor de la inscripción de votantes.

La noche previa a la marcha casi 300 personas asistieron a un programa con un panel de dos participantes de los viajes por la libertad (freedom riders) y dos jóvenes activistas de la lucha a favor de los derechos de los inmigrantes en la iglesia bautista Dexter Avenue King Memorial.

Victor Palafox, de 19 años, un inmigrante indocumentado de México, dijo al mitin en el capitolio estatal que a él lo inspiraron los participantes de los viajes por la libertad que lucharon contra la segregación racial en las estaciones de autobuses en Alabama a principios de los años 60. “Su lucha es mi lucha y mi lucha es su lucha”, dijo.

“El poder que importa es el poder de los trabajadores y trabajadoras”, dijo José Antonio Castro, director de programación de la popular emisora de radio La Jefa, al dirigirse a los manifestantes frente a la mansión del gobernador. “Nunca nos vamos a rendir”.

Ben Jealous, presidente de la NAACP, habló a la multitud y dirigió sus palabras al gobernador republicano Robert Bentley. “No tenemos tiempo para esperar a que usted lamente lo qué hizo como gobernador”, dijo.

Gobierno federal intensifica ataques

Al mismo tiempo que los políticos demócratas le echan la culpa al gobernador republicano y a la legislatura de mayoría republicana que aprobó la ley de inmigración de Alabama, la administración demócrata del presidente Barack Obama ha intensificado sus ataques contra los inmigrantes al nivel federal.

La agencia de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Estados Unidos realizó casi 2 500 auditorías de centros de trabajo durante el año pasado, cinco veces más de las que fueron realizadas en 2008. Estas “redadas silenciosas” son utilizadas para despedir a trabajadores indocumentados. Junto con el aumento en las inspecciones de los documentos de trabajadores por parte de los patrones, las auditorías son un arma importante del gobierno en sus esfuerzos para intimidar a los inmigrantes y hacerles más difícil poder ganarse el sustento.

Los agentes de ICE deportaron a un número record de 396 mil inmigrantes en 2011 a través de “extracciones” en las que los trabajadores podrían ser acusados de cargos criminales si intentan volver a Estados Unidos.

La agencia también ha tenido éxito en conseguir que agencias de policía local tomen mayor responsabilidad en la aplicación de leyes federales de inmigración.

Las cortes judiciales han emitido órdenes restrictivas temporales contra las disposiciones de la HB 56 que requieren que las escuelas comprueben el estatus migratorio de los estudiantes y de sus padres, y que prohíben el registro de casas rodantes a personas sin documentos de ciudadanía o de residencia. Otras disposiciones siguen vigentes, incluyendo una que ordena a la policía que verifique el estatus migratorio de cualquier persona que sea detenida.

La administración de Obama está desafiando la ley de Alabama bajo el argumento que las leyes de inmigración son el “mandato exclusivo” del gobierno federal.

Rachele Fruit contribuyó a este artículo
 
 
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