Vol. 76/No. 10 12 de marzo de 2012
En su libro La Victoria estratégica: Por todos los caminos de la Sierra (vea el anuncio en la página 9), Fidel Castro describe como “la semilla” de un nuevo estado fue establecida en las montañas de la Sierra Maestra durante los últimos meses de la guerra revolucionaria que culminó con el derrocamiento, el primero de enero de 1959, de la dictadura de Fulgencio Batista respaldada por Washington.
En septiembre de 1958, escribe Castro, la Administración Civil del Territorio Libre fue establecida baja la dirección de Faustino Pérez.
La administración revolucionaria, dice Castro, “llegó a estar integrada por ocho departamentos encargados de asuntos agrarios y campesinos, educación, salubridad y asistencia social, justicia, promoción, industrias, obras públicas, suministros y finanzas. Aspectos relevantes de su labor fueron la asistencia médica, la escolarización, la alfabetización, el desarrollo de infraestructuras para producir alimentos y la creación de no menos de 35 cooperativas campesinas”.
Este poder revolucionario, concluye Castro, “al igual que las instituciones creadas por Raúl [Castro] en el Segundo Frente, la organización civil desarrollada en la Sierra Maestra en los meses finales de la guerra elevó a un plano superior las relaciones existentes, desde el inicio de la lucha en la montaña, entre el Ejército Rebelde y los campesinos, y constituyó la semilla del nuevo estado que surgiría tras el triunfo revolucionario, fiel al espíritu democrático y popular de la revolución”.
—LOUIS MARTIN