El Militante (logo)  

Vol. 76/No. 15      16 de abril de 2012

 
(portada)
Quebec: marcha apoya lucha
contra lockout en Rio Tinto
 
Militante/John Steele
Marcha en Alma, Quebec, 31 de marzo. La Rio Tinto Alcan impuso cierre patronal a 780 obreros cuando pidieron límite a contratación de obreros no sindicalizados con sueldos menores.

POR KATY LEROUGETEL  
ALMA, Quebec—Unas 7 mil personas se manifestaron aquí el 31 de marzo en apoyo a 780 miembros del Local 9490 del sindicato del acero USW, quienes llevan tres meses luchando contra un cierre patronal en la fundición de aluminio de la empresa Rio Tinto Alcan.

Llegaron sindicalistas y estudiantes en autobús de todas partes de Quebec y Ontario para unirse a miles de otras personas de esta localidad, en solidaridad contra la campaña antisindical de Rio Tinto. El problema más conflictivo es la intención de la compañía de remplazar a los obreros que se van jubilando con trabajadores por contrato que no estén sindicalizados y reciban la mitad del salario.

El 88 por ciento del local 9490 votó el 30 de diciembre en contra de la propuesta de contrato de la patronal. A los dos días, el primero de enero, la patronal les cerró las puertas.

“No estamos negociando salarios, no estamos negociando pensiones… estamos luchando por una comunidad, una comunidad agredida”, dijo a los reunidos Marc Maltais, presidente del Local 9490.

También participaron sindicalistas que representaban a trabajadores de Rio Tinto en Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica.

Hydro-Québec, la compañía de electricidad de la provincia, actualmente le compra el excedente de electricidad a Rio Tinto Alcan, generando unos 20 millones dólares mensuales para la empresa, una maniobra muy criticada en muchas de las pancartas y los discursos durante la protesta.

François Cardinal, del Local 6658 del USW en Valleyfield, a 325 millas de Alma, dijo al Militante que él había visitado los piquetes durante dos días en enero con dos compañeros de trabajo. “El asunto de los contratistas también nos afecta a nosotros”, dijo.

“Donamos 50 mil dólares. Y si esto continúa, daremos nuevamente porque, nos guste o no, están luchando por nosotros”, dijo Steeve Tremblay, miembro del sindicato automotriz CWA y obrero portuario en las instalaciones de la Rio Tinto en La Baie, donde la empresa subcontrató 30 puestos de trabajo en 2008.

“Esto es bien importante. Pero no se informa sobre los problemas cotidianos como el no recibir descanso para el almuerzo”, dijo Mike Clark, portuario de Rio Tinto en Los Angeles y miembro del sindicato de estibadores ILWU. Después de una lucha, el ILWU forzó a Rio Tinto a permitir que los trabajadores tomen un descanso durante las ocho horas del turno. “Tardó tiempo llegar a un acuerdo, y mientras tanto los trabajadores que manipulaban sustancias químicas peligrosas sin tomar los descansos adecuados, cubiertos de mugre, que se veía en sus manos mientras comían un sándwich”.

Un animado grupo de huelguistas de Sept-Îles, en la costa norteña de Quebec, llevaba camisetas verdes y pelucas para divulgar su lucha por mejores salarios contra la Desjardins, una cooperativa de ahorro y crédito.

También participaron cientos de estudiantes que luchan contra aumentos de la matrícula por parte del gobierno provincial.

Annie-Claude Fortin, estudiante del CEGEP (escuela preuniversitaria) Jonquière, marchó junto a sus padres. Había viajado a Montreal para la jornada estudiantil del 22 de marzo de casi 200 mil personas contra el aumento de las matrículas. Cinco días después participó en una protesta de 100 trabajadores despedidos de la Rio Tinto, junto a 400 estudiantes, frente a su escuela en protesta contra el aumento de la matrícula.

Étienne Jacques, uno de los 40 estudiantes que viajaron desde Montreal, dijo al Militante, “Me enteré del cierre patronal y de la manifestación en una mesa de información el 22 de marzo”.

Los obreros de la fundición estaban animados por la muestra de apoyo.

“Seguiremos por ocho meses, 10 meses, hasta un año”, dijo Alain Côté. “Y si es menos tiempo, mejor”.

“Nos va muy bien en la línea de piquetes”, dijo Gilles Doré, otro trabajador que combate el cierre patronal. “No sé acerca de las negociaciones, pero en la línea de piquetes la moral está muy buena”.  
 
 
Portada (este número) | Página inicial | Página inicial en versión de texto