Vol. 76/No. 32 27 de agosto de 2012
El 31 de julio Greg Byers, de 43 años, fue golpeado por una pala para cargar carbón en la mina Beckley Pocahontas del International Coal Group en el condado de Raleigh. Cinco días antes Johnny Bryant, de 35 años fue triturado a muerte entre la pared de la mina y una maquina de minería continua. Estaba trabajando en la mina No. 10 de Coal River Mining’s Fork Creek en el condado de Boone.
De los 23 mineros muertos en el trabajo durante este año, 20 de ellos trabajaban en minas no sindicalizadas.
Un 25 por ciento de los mineros del carbón están sindicalizados, según el New York Times. La caída en el número de minas sindicalizadas ha permitido que los patrones mineros socaven más la seguridad, aumenten los niveles de metano, economicen en sistemas de ventilación, aceleren la producción y extiendan las horas de trabajo.
Además, reportes recientes muestran que el pulmón negro está en aumento. Esta enfermedad se puede prevenir ya que resulta de la exposición al polvo del carbón. Es irreversible, debilitante y a menudo conduce a una muerte prematura. Un número crecientemente de jóvenes mineros están siendo afectados. Después de disminuir en un 90 por ciento durante los años 70 y 80, empezó a subir de nuevo a mediados de los 90.
La agencia gubernamental de seguridad y salud en las minas ha priorizado las ganancias de las empresas mineras por encima de las vidas de los trabajadores. Un informe de la Radio Pública Nacional dice que entre 2000 y 2011, “los datos de la MSHA muestran que 53 mil muestras contenían niveles de polvo de carbón más altos que los permitidos, pero la agencia sólo reportó menos de 2 400 violaciones.
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