El Militante (logo)  

Vol. 77/No. 5      11 de febrero de 2013

 
Juez falla que ‘detener y registrar’
viola derechos, pero no lo suspende
(portada)
 
POR BRIAN WILLIAMS 
NUEVA YORK—El fallo de una juez federal el 8 de enero declaró que aspectos de las operaciones de “detener y registrar” (stop and frisk) de la policía neoyorquina violan la protección de la Cuarta Enmienda contra registros e incautaciones irrazonables. La policía ha detenido y registrado de manera desproporcionada a los afroamericanos y latinos, y sobre todo a jóvenes negros.

La demanda fue entablada el pasado marzo por 13 demandantes, todos de los cuales, menos dos, son negros y residen en el Bronx, contra la “Operación Pasillos Limpios” de la ciudad, también conocida como el programa Trespass Affidavit Program (TAP) —en el cual los propietarios autorizan a la policía a que patrullen sus edificios. Los demandados son la ciudad de Nueva York y el comisario de la policía Raymond Kelly y 17 policías de la ciudad.

El caso es uno de tres contra las operaciones de detener y registrar de la policía neoyorquina que están ante la jueza Shira Scheindlin. La demanda cita ejemplos de arrestos policiacos contra individuos que visitaban amistades en edificios con “Pasillos Limpios” acusados de entrada ilegal y en algunas instancias de los residentes mismos que no portaban un carné de identificación. Pasillos Limpios, en vigencia de alguna forma u otra desde 1991, incluye unos 8 mil edificios en la ciudad, 3 200 de ellos en el Bronx.

La Unión de Libertades Civiles de Nueva York, el Fondo Puertorriqueño de Educación y Defensa de la organización Justicia Latina y abogados de la oficina de defensa del Bronx sometieron la demanda.

“Este programa es irritante, no puedes hacer nada. Se debe suspender”, dijo al Militante afuera de su apartamento el 13 de enero Lamar Rivera, de 18 años. Rivera es un afroamericano que vive en un edificio “Pasillos Limpios” en el sur del Bronx.

“Justo anoche mi amigo y yo fuimos detenidos por caminar a la esquina de la cuadra para comprar comida”, dijo. “Un carro policial se detuvo para vernos y tres policías salieron del carro para interrogarnos. Tengo muchos amigos. Cuando ellos vienen a visitarme, la policía dice, ‘¿Por qué estás aquí?’ Pero ellos vienen a visitarnos a nosotros, no a ellos”.

Edwin de Jesús, de 42 años, un camionero que vive en el mismo edificio, describió cómo lo registraron los policías mientras volvía a su apartamento. “Cuando pregunté, “¿Por qué me detienen?”, ellos dijeron que alguien estaba comprando drogas y ‘tú pareces sospechoso’”, dijo de Jesús. “Cuando estoy en casa, no paso tiempo afuera”.

Alex Quiero, de 26 años, trabaja en Fresh Direct y también vive en el Bronx. “He sido detenido por la policía en el pasillo o en frente de la puerta de mi apartamento, fumando”, dijo al Militante. “Demandé a la policía y gané porque tumbaron mi puerta y había sido un error. Era la puerta de un vecino la que querían tumbar”.

La jueza Scheindlin escribió, “La Ciudad de Nueva York y sus agentes mostraron indiferencia intencional hacia la violación de los derechos constitucionales de cientos, y más probablemente, de miles de individuos”, requiriendo que “contestaran preguntas de un policía que tenía el poder de arrestarlos si respondían incorrectamente”.

El fallo agregó, “Intentos de explicaciones son recibidos con hostilidad; especialmente si la persona es un joven negro, él es registrado… los policías luego detienen a la persona en un carro de la policía”.

La jueza aclaró, sin embargo, que no está “ordenando la abolición, o ni siquiera la reducción del TAP, que parece ser una manera valiosa de usar los recursos de la policía para mejorar … la seguridad”. El fallo “se dirige directamente a la categoría de detenciones carentes de cualquier sospecha razonable”.

Scheindlin dijo que el problema era “entrenamiento impreciso” de la policía. Ella ordenó que la policía “desarrollara y adoptara una política formal escrita que especifique las circunstancias limitadas en las que es legal detener a una persona afuera de un edificio TAP bajo la sospecha de entrada ilegal”.

La juez Scheindlin emitió un mandamiento judicial preliminar que ordena que la policía neoyorquina inmediatamente “cese las detenciones fuera de edificios TAP en el Bronx sin sospecha razonable de entrada ilegal”.

El comisario de la policía Kelly condenó la decisión y dijo ante los medios que tal orden “innecesariamente interfiere” con el trabajo de la policía.

El 22 de enero la jueza Scheindlin temporalmente retractó la orden que limita los registros de “Pasillos Limpios” y dijo que estaba de acuerdo con los fiscales que tal orden impondría “carga indebida” sobre la policía neoyorquina para entrenamiento y costos administrativos.

Scheindlin dijo que reconocía que “es probable que ocurra un cierto número de detenciones inconstitucionales que no habrían ocurrido si no se suspendiera”, la decisión informó el New York Daily News.

Una demanda más amplia contra “detener y registrar” será el primero de tres casos que serán juzgados el 11 de marzo. Este caso de acción colectiva, entablado por cuatro hombres afroamericanos, acusa a la policía de perfil racial en los registros, de los cuales el 87 por ciento fue de negros o latinos en 2011.

La jueza Scheindlin dijo que postergaría fallos adicionales sobre la demanda contra “Pasillos Limpios” hasta después de este juicio.

Un tercer caso que reta un programa similar en la vivienda pública de la ciudad de Nueva York todavía está pendiente.

 

Rebecca Williamson contribuyó a este artículo.  
 
 
Portada (este número) | Página inicial | Página inicial en versión de texto