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Vol. 77/No. 20      27 de mayo de 2013

 
Por qué los revolucionarios condenan los
métodos terroristas, de Boston a Colombia
 
POR JOHN STUDER  
Sigue surgiendo evidencia que los dos sospechosos del atentado en el maratón de Boston el 15 de abril tenían conexiones con grupos islamistas yihadistas reaccionarios, lo que hace que uno se plantee la siguiente pregunta, ¿Cómo surgen estos grupos y cual debe ser la posición de los trabajadores hacia ellos y los métodos que emplean?

Supuestamente Dzhokhar Tsarnaev le dijo a los interrogadores del FBI que él y su hermano difunto Tamerlan Tsarnaev se inspiraron en los discursos de Anwar al-Awlaki en el internet. Al-Awlaki era un clérigo nacido en Estados Unidos y líder de al Qaeda que fue asesinado en Yemen en 2011 por un avión no tripulado de Estados Unidos. Tsarnaev también les dijo que él y su hermano usaron instrucciones para construir las bombas que encontraron en la revista de al Qaeda en el internet Inspire.

Al Qaeda y grupos semejantes se basan en acciones terroristas y asesinatos indiscriminados para inculcar miedo, divisiones y sumisión entre el pueblo trabajador. El atentado de Boston es una de las muchas señales de que estos grupos islamistas antiobreros continúan ganando seguidores desde el norte de África hasta el Cáucaso. Más que nada estas fuerzas ganan una audiencia como resultado del vacío de liderazgo político. Este vacío es el resultado de las décadas de traiciones contrarrevolucionarias por fuerzas estalinistas y nacionalistas pequeño-burguesas que se cubrieron con el manto de la lucha contra la dominación imperialista y la explotación capitalista, pero que actuaron para prevenir todas las posibilidades para la revolución.

El liderazgo de Cuba socialista ha mantenido una alta posición moral en relación a la cuestión del carácter anti-obrero de cualquier forma de terrorismo, por cualquier motivo, por cualquier persona. Durante la guerra revolucionaria cubana de 1956 a 58 y desde entonces, Fidel Castro y otros dirigentes nunca utilizaron, ni aprobaron, el uso de métodos terroristas, o cualquier acción que pudiera resultar en la muerte de personas inocentes, o cualquier forma de tortura o humillación de combatientes enemigos.

El 16 de abril, Josefina Vidal, directora del Buró de Asuntos Norteamericanos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, entregó una nota del gobierno revolucionario del país a la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana que declara que “Cuba rechaza y condena inequívocamente todo acto de terrorismo, en cualquier lugar, bajo cualquier circunstancia y con cualquier motivo”.

La declaración cubana expresó “las más sentidas condolencias… al gobierno y al pueblo de Estados Unidos, en particular, aquellos directamente afectados por esta tragedia”.

La dirección revolucionaria de Cuba ha tomado la misma posición independientemente de si tales acciones se llevan a cabo por fuerzas abiertamente reaccionarias o grupos que pretenden hablar y actuar a favor de los intereses de los trabajadores y oprimidos.

Por ejemplo, en 2008 Castro criticó a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) por el uso de medidas terroristas contra prisioneros civiles y soldados colombianos capturados.

“Los civiles nunca deberían haber sido secuestrados, tampoco los militares deberían haber sido mantenidos como prisioneros en las condiciones de la selva”, dijo Castro. “Estos hechos eran objetivamente crueles. Ningún propósito revolucionario los podía justificar”.

Mientras tanto, la prensa capitalista presenta casi a diario informes sobre actividades de la policía en respuesta a supuestas nuevas amenazas. Estas buscan sembrar el miedo, y de esta manera ganar apoyo para atacar las protecciones constitucionales y otros derechos de los trabajadores en interés de la seguridad pública.

Por ejemplo, el 6 de mayo todo el servicio del metro a la estación Grand Central de Nueva York fue suspendido durante las horas pico, informó el New York Post, después de que “alguien dejó una mochila”.

Policías en Methuen, Massachusetts, arrestaron a Cameron D’Ambrosio, de 18 años, el primero de mayo, bajo el cargo criminal de comunicar amenazas terroristas, un cargo que lleva una pena de 20 años, por publicar “una amenaza en forma de canción rap” en Facebook. El Valley Patriot informó que el joven publicó declaraciones “inquietantes” en el internet que son despectivas hacia el presidente Barack Obama y el gobierno.  
 
 
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