Vol. 77/No. 36      14 de octubre de 2013

Militante/Georges Mehrabian

Protesta en Atenas, Grecia, septiembre 25, contra asesinato de Pavlos Fyssas por Amanecer Dorado. Pancarta dice, “El pueblo al frente, el fascismo se rompe a través de luchas de clases”.

Los partidos políticos gobernantes han respondido con mano dura contra Amanecer Dorado con el fin de disminuir su influencia y a la vez convertir el sentimiento anti-fascista en un apoyo a los ataques que esta llevando a cabo el gobierno contra los derechos del pueblo trabajador.

Alrededor de 20 mil personas participaron en una manifestación en esta ciudad para protestar contra la muerte de Fyssas en horas tempranas de la mañana del 18 de septiembre. Fyssas fue acuchillado, presuntamente por un miembro de Amanecer Dorado, un partido ultraderechista, después de que él y unos amigos fueran perseguidos por una pandilla de 20 matones del partido. Amanecer Dorado tiene 21 representantes en el parlamento.

Según los relatos de testigos a la prensa los policías que estaban cerca se negaron a intervenir, a pesar de que varias personas se lo pidieron y también ignoraron la presencia de un grupo de 40 partidarios de Amanecer Dorado. Cuando finalmente una policía decidió intervenir, Fyssas ya había sido acuchillado.

Miles acudieron a Keratsini, el barrio obrero donde mataron a Fyssas. Allí se acordó marchar hacia la estación de policía y de allí a las oficinas locales de Amanecer Dorado, pero fueron detenidos por la policía antimotines quien los confrontó y lanzó gases lacrimógenos cuando se dirigían a la estación de la policía.

En la quinta protesta masiva una multitud, mayormente joven, de alrededor 10 mil personas salió a las calles el 25 de septiembre para manifestarse frente al Parlamento.

“Estoy horrorizada y siento repudio por lo que le pasó a Fyssas”, dijo Martha Pissanou, técnica de laboratorio de 25 años que vive a pocas cuadras de la protesta y quien participó con su padre, un trabajador de fábrica. “Estoy aquí porque tenemos que demostrar que no vamos a soportar las acciones de estos matones fascistas. Amanecer Dorado está creciendo en esta zona, que es una zona de la clase trabajadora y pobre, que ha sido golpeada duramente por la crisis”.

Amanecer Dorado ha distribuido semanalmente alimentos a “griegos pobres” y ha reclutado matones pagados entre elementos lumpen desmoralizados. Giorgos Roupakias, arrestado por homicidio, es uno de estos individuos en la nómina de Amanecer Dorado.

“Matones uniformados de Amanecer Dorado han realizado marchas semanalmente por la zona. Puedes oír el sonido de sus botas al marchar los fines de semana en la mañana. Necesitamos movilizaciones masivas para aislarlos”, añadió Pissanou.

“Antes atacaban principalmente a los trabajadores inmigrantes, paquistaníes y de otras partes”, dijo Moisis Litsis, un ex periodista y huelguista del diario Eleftehrotypia. Asistió a la protesta con su esposa y su hijo. “Muchos griegos simpatizaban con las víctimas pero no se sentían directamente amenazados. La semana pasada, miembros de Amanecer Dorado estuvieron involucrados en la golpiza de 8 miembros de la Juventud Comunista de Grecia (KNE) en Perama, cerca de ahí”.

Aproximadamente 22 miembros de Amanecer Dorado fueron arrestados del 28 al 29 de septiembre, en una serie de redadas de las casas y oficinas del partido. El 1 de octubre cuatro de los legisladores miembros del partido fueron acusados de cargos que incluyeron participación en una organización criminal, asalto, lavado de dinero, y homicidio voluntario e intentos de homicidio.

El primer ministro Samaras anunció el 30 de septiembre que la coalición gobernante impulsará leyes dirigidas a “erradicar” a Amanecer Dorado.

“Al mismo tiempo, no confío en el disfraz anti-fascista que ha adoptado el gobierno”, dijo al Militante el 1 de octubre Giorgos Pissanos, un estudiante universitario que vive en el barrio Keratsini donde murió Fyssas. “La proscripción de Amanecer Dorado tendrá un efecto temporal y superficial que podría convertir a los fascistas en héroes. Más aun, el gobierno podría utilizar las mismas leyes contra el movimiento obrero.  
 
 
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