Vol. 77/No. 39      4 de noviembre de 2013

Ni un trabajador tiene que morir o verse mutilado en el trabajo!

Pero nuestras vidas y nuestro bienestar físico sí se sacrifican día tras día a los capitalistas, quienes evaden cada medida de protección de salud que pueden en su competencia a muerte por mayores ganancias y una mayor tajada del mercado.

Los patrones del carbón en Estados Unidos, cuya producción y ganancias se han ido encogiendo, pretenden aumentar sus ganancias a expensas de los mineros.

Las recientes muertes en las minas en Estados Unidos han ocurrido durante el “cierre” del gobierno, según se aprestan a señalar los funcionarios sindicales. Y no es sorpresa alguna que el gobierno no considere las inspecciones de seguridad en los centros de trabajo como uno de los servicios “esenciales” que se mantuvieron funcionando, a diferencia de las operaciones de la policía, los guardias de prisiones, los funcionarios de los tribunales, los agentes de la policía secreta y el personal militar. Pero el argumento de que la falta de inspecciones por el gobierno es la causa del problema es totalmente erróneo y no hace más que desorientar. Diecisiete mineros del carbón han sido sacrificados ante el altar del lucro en los que va del año, pero nadie tenía que morir.

Solo los trabajadores tienen un interés material en mantener condiciones de trabajo seguras y sanas. Solo podemos hacer esto si los trabajadores nos organizamos y utilizamos el poder sindical, incluyendo la posibilidad de paralizar la producción. Ante la falta de luchas obreras, los inspectores terminan sirviendo de fachada para los empleadores. Por eso los patrones no temen a los inspectores o las auditorías. Sí temen que los trabajadores nos organicemos y ejerzamos nuestro poder colectivo.
 
 
Artículos relacionados:
Intento rompehuelga de patrones mata a 2 obreros
Entrenan esquiroles omitiendo seguridad
Afán de lucro de patrones mata a 3 mineros en 3 dias
 
 
 
Portada (este número) | Página inicial | Página inicial en versión de texto