Vol. 78/No. 12 31 de marzo de 2014
Fotos del Militante: Arriba, John Studer; Recuadro, Dag Tirsén |
Arriba, sede sindical en la Maidan incendiada por la policía durante protestas en febrero. Los sindicatos la usaron para organizar autodefensa, servicios médicos y distribución de alimentos. Círculos rojos en el edificio simbolizan muertos en lucha para derrocar al gobierno del presidente Viktor Yanukóvich. A la derecha carpa de manifestantes de la región de Donetsk. Recuadro, en la carpa de Donetsk. Desde izq., Demitri Antoliavych, minero Sasha Antoliavych y Oksana Demynovych, parte del equipo del Militante. |
Antoliavych es uno de los miles de toda Ucrania que están acampados en la Maidan —la Plaza de la Independencia— después derrocar al gobierno pro Moscú del presidente Victor Yanukovych.
“A la vez que vigilamos a Rusia”, dijo Antoliavych, “también vigilamos a los políticos del nuevo gobierno. La mayoría no son tan diferentes de los que huyeron”.
Un equipo de corresponsales del Militante habló con decenas de trabajadores y otras personas en varias carpas armadas en la Maidan. Muchas de ellas organizadas por región.
“La lucha contra Yanukovych unificó a la gente de diferentes regiones, fue una verdadera batalla nacional por nuestro país”, dijo Mykola Bondar, quien se encuentra en la Maidan desde noviembre, cuando empezaron a organizar unidades de auto defensa para proteger a los pocos centenares, en su mayoría estudiantes, que estaban protestando los pasos del gobierno de Yanukovych para mantener a Ucrania bajo el dominio ruso.
En los tres meses siguientes las manifestaciones crecieron a medida que centenares de miles trabajadores, agricultores y otras personas se unieron a las movilizaciones en Kiev y por todo el país.
El movimiento de protestas llegó a su punto álgido del 18 al 20 de febrero, cuando Yanukovych ordenó a la policía antidisturbios Berkut a que expulsara a los manifestantes de la Maidan, matando a más de 100 personas. El ataque fracasó, la policía antidisturbios se desvaneció y Yanukovych huyó a Rusia el 22 de febrero. Bondar, un veterano de la campaña militar soviética durante la guerra de 1979-89 en Afganistán, ayudó a adiestrar las unidades de auto defensa.
“Tuvimos algunos problemas de provocaciones de algunos grupos”, dijo Bondar. “Svoboda, por ejemplo, derrumbó la estatua de Lenin en la plaza para atraer publicidad a su partido”.
Svoboda, un partido derechista con una ala armada y una reputación de utilizar tácticas intimidatorias, intentó hacer otras provocaciones, dijo Bondar, incluyendo atropellar las líneas de policías con automóviles. La destrucción de estatuas de Lenin creó barreras innecesarias para construir un movimiento unido contra el dominio ruso y el gobierno de Yanukovych.
“La Casa del Sindicato fue el cuartel militar, nuestros suministros de alimentos y el hospital estaban localizados en la plaza”, dijo Bondar. “Nosotros enviábamos un mensaje sobre los suministros que necesitábamos y gente de todos lados los traía”. La Berkut incendió la Casa del Sindicato durante las batallas de febrero y destruyeron el edificio.
“Los nuevos políticos siguen tratando de convencernos de que nos vayamos de la Maidan” dijo Bondar.
“Tenemos que mantener esto” agregó Konstantyn Samoylenko. “Son pocos los políticos que no han sido tocados por los oligarcas, los millonarios. Los dueños de los bancos piensan que la crisis económica en Ucrania tiene que ser pagada por los trabajadores y los pobres”.
“Espero que estos eventos y la Maidan ayuden a cambiar la conciencia de los trabajadores, involucrarlos más”, dijo Anya Tchaikovska, quien trabajaba en un deposito de autobuses y equipos de construcción y se ha hecho voluntaria en los últimos cuatro meses para ayudar a coordinar los suministros de alimentos. “Si no se cumplen las demandas de los trabajadores, tendrá que haber otra Maidan”, dijo ella.