Vol. 78/No. 29 11 de agosto de 2014
Del 22 al 24 de junio, los delegados del 47º Congreso Constitucional del Partido Socialista de los Trabajadores debatieron y aprobaron en esta ciudad, un curso político para responder a estas oportunidades y adoptaron la plataforma del Comité Nacional y los informes del secretario nacional del PST Jack Barnes y la dirigente del partido Mary-Alice Waters. Presentes como observadores se encontraban militantes del partido que no eran delegados —incluyendo tres miembros nuevos— y trabajadores interesados en conocer más sobre el movimiento comunista.
Los debates se centraron en la necesidad, y la posibilidad de extender el número de lectores de la prensa socialista entre la clase obrera, a medida que trabajadores comunistas incrementan su participación en luchas obreras, sociales y actividades políticas con otros trabajadores combativos. Los delegados trazaron un curso para involucrar a círculos más amplios de trabajadores en las actividades para liberar a los Cinco Cubanos y defender la revolución socialista en Cuba; prestar más atención por parte de la dirección a la organización de militantes del partido para que trabajen juntos en centros industriales y hagan trabajo político dentro y fuera de la fábrica con sus compañeros de trabajo; y reclutar miembros al PST.
En las semanas posteriores a la conferencia, los trabajadores socialistas se han sumado a diversas luchas sindicales y a otras actividades políticas obreras y han llevado el Militante con ellos. Estas incluyen varias líneas de piquetes de huelgas por todo el país, desde la de los Teamsters en la planta de Hinckley Springs en Chicago a la de camioneros portuarios en Los Angeles; protestas contra la brutalidad y asesinatos por parte de la policía en Thomaston, Georgia, y Miami, Florida; y manifestaciones en Texas y California contra las deportaciones, entre otras actividades.
“Como si estuviéramos saliendo de un largo túnel, las décadas de repliegue político de la clase obrera se están quedan cada vez más atrás”, dijo Jack Barnes. Los delegados al congreso concluyeron que la construcción de partidos obreros hoy día exige ramas del partido de un tipo diferente, que sobre todo estén organizadas y lideradas para responder oportunamente a las luchas y acontecimientos políticos en el seno de la clase trabajadora.
“Las ramas del partido no pueden organizar su trabajo semanal siguiendo una lista hecha de antemano”, dijo Barnes. “Debemos ser impulsados cada vez más por lo que vemos y nos enteramos de otros sobre lo que está sucediendo a nuestro alrededor”.
Las ventas regulares del Militante y de libros en las puertas de trabajadores durante el periodo más reciente, han sido y continuarán siendo la piedra angular de esta perspectiva. “Hemos desarrollado una amplia periferia de lectores”, dijo Barnes, “pero apenas hemos empezado a enfocarnos en llegar a conocerlos”, a tener las discusiones que nos llevarán a más trabajadores, a más luchas y a otras actividades en las que podemos participar juntos.
“Nuevo normal” capitalista
Los patrones no tienen ninguna solución al persistente descenso de la producción y el comercio capitalistas. Los gobernantes de Estados Unidos y de otras potencias imperialistas respondieron a la crisis financiera mundial de 2007 —la cual puso al descubierto una carga masiva de deuda— con esquemas monetarios y fiscales que evitaron un declive más agudo en el sistema bancario mundial y sus consecuencias económicas, sociales y políticas.Pero las burbujas de deuda y su soplo de muerte sobre el crecimiento capitalista no han desaparecido. Cada vez se oyen más voces entre los gobernantes de Estados Unidos, señaló Barnes —desde altos ex funcionarios económicos de Clinton y Obama como Lawrence Summers, hasta algunos de los principales comerciantes de bonos del país— que reconocen que a los capitalistas les espera un largo y sostenido periodo de estancamiento económico, lo que algunos de ellos llaman “nuevo normal”. Dada esta situación, su objetivo es desapalancar y retirar esta deuda de forma gradual, sentando eventualmente las bases para un nuevo periodo de crecimiento. Mientras tanto, esperan que los trabajadores acepten años y años de presión contra nuestro nivel de vida y un constante desempleo que implica una contracción relativa de la clase trabajadora.
Sin embargo, lo que está ausente en las proyecciones de los gobernantes es un aumento de la creciente resistencia obrera a estas condiciones aplastantes, resistencia que trastornaría tanto las perspectivas económicas como las políticas de los patrones y su gobierno. Los trabajadores comunistas, por otra parte, consideran inevitables estas batallas de clase, sin hacer predicciones de tiempo o magnitud. Lo que haga el movimiento comunista hoy determinará si estará preparado políticamente cuando estallen estas luchas de masas.
“La disputa moral y política entre la clase obrera y los gobernantes propietarios crece de las tendencias inherentes en el capitalismo que generan las crisis económicas y sociales”, dijo Barnes. “El futuro está en las manos de la clase obrera, no en las de los capitalistas, ni de sus bancos o de la Reserva Federal”.
‘Un mundo que se encoje’
Entre las características más importantes del periodo actual está el amplio espacio político abierto al pueblo trabajador para debatir, organizarse y actuar en defensa de sus intereses de clase. Y esto no es solo en América del Norte sino en una gran parte del mundo, desde Ucrania a Turquía, desde Egipto hasta Irán, por toda América Latina y Asia.“Vivimos en un mundo que se encoje”, señaló Barnes. “Cualquier lugar al que vamos nos encontramos con trabajadores que enfrentan cuestiones semejantes y tareas semejantes para defender y avanzar sus intereses de clase y los de sus aliados oprimidos y explotados”.
El pueblo trabajador dondequiera que vamos se interesa en la política revolucionaria proletaria presentada semana tras semana en el Militante, así como en los libros que vendemos a los trabajadores en Estados Unidos, como Malcolm X, la liberación de los negros y el camino al poder obrero, de Jack Barnes; la serie de cuatro volúmenes de Farrell Dobbs sobre las luchas de los Teamsters en el centro del país durante la década de 1930, El rostro cambiante de la política de Estados Unidos: La política obrera y los sindicatos, de Barnes; y La última lucha de Lenin, entre otros.
Inmediatamente después de la conferencia, un grupo de corresponsales obreros viajaron a Turquía para hacer reportajes para el Militante y hablar con mineros sobre sus luchas, tras el desastre causado por el afán de lucro que cobró la vida de 300 mineros en la mina de Soma en mayo. En los próximos meses trabajadores socialistas viajarán a Bangladesh, para participar en una conferencia internacional por la “libertad de los Cinco Cubanos”, un tercer viaje de reportaje a Ucrania y a otros lugares.
Defensa de los Cinco Cubanos
Durante el último año, la mayoría de las ramas del partido por todo el país han colaborado con otras personas para organizar y promover actos políticos entre trabajadores y jóvenes, para extender la información y el apoyo hacia la lucha para liberar a los Cinco Cubanos. Principalmente hemos hecho uso de exhibiciones de las pinturas de Antonio Guerrero, uno de los Cinco, en prisión, señaló Mary-Alice Waters en su informe: “Trabajo comunista en defensa de la Revolución Cubana y los Cinco Cubanos”. “Las pinturas de Guerrero han sido exhibidas junto con las descripciones de cada una de ellas escritas por Guerrero y las de sus compañeros encarcelados, junto con otra información sobre los Cinco en una variedad de lugares, incluyendo galerías de arte, centros comunitarios, bibliotecas e iglesias.Sin embargo, dijo Waters, todavía nos falta organizar el tipo de actos que realmente aproveche las oportunidades de ganar apoyo para esta campaña entre trabajadores, que lleve esta lucha más adentro de la clase obrera donde se puede forjar un “jurado de millones”.
Ahí es donde encontramos a personas que se sienten atraídos hacia los Cinco por ser combatientes revolucionarios, no víctimas que sufren. Ahí es donde podemos presentar a los Cinco como un ejemplo a ser emulado, como el tipo de hombres y mujeres que se necesitan para hacer una revolución socialista. Aprender sobre los Cinco Cubanos es la mejor manera hoy día para que los trabajadores conozcan y apoyen la Revolución Cubana.
El congreso tuvo lugar inmediatamente después de una Conferencia de Trabajadores Activos de tres días y extendió los temas políticos discutidos en ella. Auspiciada por el PST, la conferencia reunió a 320 trabajadores y jóvenes activos o interesados en el movimiento comunista.
Hacia el centenario
“La conferencia fue un buen inició para los próximos cinco años de trabajo político que conducirán al centenario de la fundación del movimiento comunista en Estados Unidos”, dijo Barnes en sus palabras de apertura del congreso. Se refería a la fundación en 1919 del Partido Comunista en Estados Unidos, un hito en la organización de la vanguardia de la clase obrera que se ancló en la Revolución Bolchevique en Rusia en 1917, la primera vez que los trabajadores y campesinos conquistaron y lograron mantener el poder político.El año 1919 marca el nacimiento de la lucha por un partido proletario en Estados Unidos interesado en la toma del poder en Estados Unidos, de la cual, el Partido Socialista de los Trabajadores traza su continuidad política ininterrumpida, una rica historia de 95 años en la lucha de clases para organizar un partido de trabajadores cuyo curso político y método de organización centralista democrática toman como modelo al Partido Bolchevique bajo la dirección de V.I. Lenin.
En respuesta a la nueva ola de resistencia sindical y combatividad de la clase obrera en Estados Unidos, tras la recesión capitalista mundial de 1974-75, el comité nacional del PST dirigió una campaña política a finales de la década de 1970 para aunar, una vez más, la composición de clase del partido, su entorno, normas y eje de trabajo , con su estrategia y su programa proletarios. El partido organizó un “viraje a los sindicatos industriales”, consiguiendo que la inmensa mayoría de sus miembros y dirigentes trabajaran y colaboraran en empleos en la industria básica. Este viraje proletario cimentó la perspectiva y actividad política del partido en las experiencias, debates y luchas de los trabajadores en las fábricas y las minas—que son no solo el blanco principal de los asaltos de los patrones, sino también los batallones más poderosos de la clase obrera cuando son organizados y movilizados para la acción. Las conclusiones y decisiones políticas de aquellas experiencias se han descrito en el libro El rostro cambiante de la política de Estados Unidos y permanecen en el corazón del curso revolucionario proletario del partido hoy.
“Durante el curso del congreso, los cuadros del partido que dirigieron ese viraje tomaron las riendas del tono y el carácter de los debates del congreso y pusieron su sello en sus conclusiones”, señaló Barnes. Con un peso considerable hacia los trabajadores-bolcheviques que continúan dirigiendo este curso proletario, los delegados de las 14 ramas del partido eligieron un nuevo Comité Nacional.
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