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LA HABANA — Gerardo Hernández envió un mensaje de agradecimiento hermosamente ilustrado (arriba) a los niños del Centro Comunitario Jackie Robinson en Harlem, Nueva York, y a la directora de programas del centro Shakiema Dixon. Hernández hizo la tarjeta en respuesta a las cartas de apoyo que los niños enviaron a los Cinco Cubanos después de enterarse por primera vez de su lucha por la libertad. En mayo tuvo lugar en el centro comunitario una exhibición de las acuarelas de Antonio Guerrero tituladas “Yo me muero como viví”, en las que se representan los primeros 17 meses de los cinco revolucionarios en celdas de aislamiento en Miami después de ser arrestados en 1998 bajo cargos amañados. Los niños produjeron 20 cartas coloridas cada una dirigida a uno de los Cinco, las cuales fueron exhibidas junto con las acuarelas y las biografías de los Cinco. Entre los asistentes a la exhibición estuvieron residentes del conjunto de viviendas públicas en donde se encuentra el centro. “Me da tristeza que te hayan condenado bajo cargos falsos y que hayas tenido que pasar por esto cuando solamente estabas tratando de ayudar a Cuba”, escribió uno de los niños a Guerrero. Otro le escribió a Hernández: “Tengo siete años y curso el segundo grado de primaria. No tengo trabajo por eso no puedo pagar por un buen abogado. Espero que mi carta te dé aliento y voy a rezar por tí”. Copias de las cartas fueron enviadas a cada uno de los Cinco y los originales a La Habana para que los usen los familiares de los revolucionarios encarcelados y también Fernando González y René González, los dos que han regresado a Cuba después de cumplir sus condenas. En la foto aparece Fernando González leyendo las cartas el 16 de julio. “Hemos recibido cartas parecidas de niños en Cuba desde hace tiempo”, dijo González al Militante. “Pero esta es la primera vez que recibimos cartas así de niños en Estados Unidos”. “Verdaderamente me conmovieron por su ternura y sus observaciones inteligentes y graciosas”, escribió Hernández en una carta a Mary-Alice Waters, presidenta de la editorial Pathfinder, la cual ella compartió con el Centro Jackie Robinson. “Fue un gesto muy bonito de estos niños”. |
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| — RÓGER CALERO |