Vol. 78/No. 38 27 de octubre de 2014
Las acuarelas pintadas en prisión por Antonio Guerrero, uno de los Cinco, fueron exhibidas en la sala principal.
Durante el almuerzo, el presidente de la NFP Mark Vasina dirigió la atención de los participantes a las pinturas y presentó a Jacquie Henderson, quien ha ayudado a organizar exhibiciones de las pinturas aquí y en Omaha, para hablar sobre los Cinco, y la campaña internacional para ganar su libertad.
Los Cinco Cubanos, Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, Fernando González y René González, son revolucionarios cubanos que estaban recogiendo información para el gobierno cubano sobre los planes de grupos paramilitares cubanoamericanos en el sur de Florida, que tienen un largo historial de ataques mortíferos contra objetivos en Cuba y partidarios de la Revolución Cubana en Estados Unidos, Puerto Rico y otros países. Los Cinco fueron arrestados por el FBI en 1998, falsamente acusados y declarados culpables de diversos cargos y condenados a largas penas de prisión. Dos de ellos, René González y Fernando González han regresado a Cuba después de cumplir la totalidad de sus condenas. Los otros tres, incluyendo a Guerrero siguen encarcelados en prisiones en Estados Unidos.
Tres de los Cinco se ofrecieron como voluntarios para ir a Angola, señaló Henderson. Fueron parte de los 425 mil voluntarios cubanos que participaron en una misión internacionalista de 1975 a 1991 para ayudar a la recién independizada Angola a rechazar las repetidas invasiones del régimen supremacista blanco de Sudáfrica. “Éste nos da cierta idea de lo que formó el carácter ejemplar de los Cinco y sobre el carácter internacionalista y desinteresado de Cuba revolucionaria, que hoy día ha enviado cientos de voluntarios médicos para combatir al virus de ébola en África”, dijo Henderson.
Además de las 15 acuarelas pintadas para marcar los 15 años de encarcelamiento, la exhibición incluyó una pintura nueva, “El veredicto del jurado”, que es parte de una colección de 16 obras de Guerrero sobre el juicio de los Cinco. Muestra las manos de los reclusos aplaudiendo a los Cinco a través de las rejas mientras regresaban a la prisión después de ser condenados. “La pintura nos permite ver el aprecio que se han ganado los Cinco entre los demás prisioneros”, dijo Henderson.
Decenas de personas pasaron para ver las pinturas y leer las descripciones. Once compraron libros sobre el caso, incluyendo Los Cinco Cubanos: Quiénes son, por qué les fabricaron un caso, por qué deben ser liberados; Voces desde la cárcel: Los Cinco Cubanos; y “Yo me muero como viví”, una colección de pinturas de prisión de Guerrero con descripciones y comentarios por él y de los otros Cinco.
Varias personas dijeron que ayudarían a organizar exhibiciones de las pinturas de Guerrero en ciudades a través del estado.
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