POR SETH GALINSKY
Un “ejército de batas blancas” cubano está encabezando la batalla contra el ébola en África Occidental. Su ejemplo de solidaridad internacional está recibiendo la atención internacional y está retando los valores de la sociedad capitalista.
El gobierno revolucionario cubano seleccionó 461 médicos y enfermeros entre más de 15 mil que se ofrecieron como voluntarios para ir a Sierra Leona, Liberia y Guinea-Conakry para salvar vidas y luchar contra la epidemia mortal. El primer contingente de 165 voluntarios llegó a Sierra Leona el 2 de octubre.
“Aquí es donde está la batalla”, dijo un trabajador de la salud cubano a la prensa al bajar a la pista.
En una ceremonia de bienvenida con el presidente de Sierra Leona Ernest Koroma y otros funcionarios, el embajador cubano Jorge Lefebre Nicolás dijo que los voluntarios permanecerían “cuanto tiempo sea necesario para contener la enfermedad”.
Dos días después llegó a Liberia un equipo de avanzada para preparar la llegada de 50 médicos y enfermeros.
El contingente médico de Cuba involucrado en la lucha contra el ébola es mucho mayor que el de cualquier otro país del mundo.
La amplitud y el carácter decisivo de la respuesta de Cuba asombró a la prensa capitalista en Estados Unidos.
“Médicos cubanos al frente de la batalla del ébola en África”, decía un titular en la portada de la edición del 9 de octubre del Wall Street Journal. La ONU “está pidiendo que las naciones envíen médicos y enfermeros a África Occidental, donde miles de vidas están en juego”, dijo el Journal. “Pocos han respondido al llamado, pero un país ha respondido con fuerza: Cuba”.
“En la respuesta médica al ébola, Cuba compite muy por encima de su peso”, escribió el Washington Post el 4 de octubre.
Los cubanos están motivados por un profundo sentimiento de solidaridad que fluye de los valores morales de su revolución, que puso a los trabajadores y agricultores en el poder. Desde los primeros días de la revolución que derrocó en 1959 a la dictadura de Fulgencio Batista, la cual contaba con el apoyo de Washington, el pueblo trabajador cubano se ha enorgullecido de una política exterior guiada por el internacionalismo proletario, desde proveer asistencia médica hasta ayudar militarmente a los movimientos de liberación por todo el mundo .
La lucha contra el ébola se realiza bajo “el principio de no dar lo que nos sobra, sino de compartir lo que tenemos”, dijo el Ministro de Salud Publica de Cuba Roberto Morales en una conferencia de prensa el 12 de septiembre en Ginebra donde anunció los planes de Cuba.
Epidemia producto del capitalismo
La propagación del ébola en África Occidental es principalmente consecuencia de las condiciones sociales engendradas por la explotación y negligencia imperialista. Liberia solo tiene 51 médicos para sus 4.3 millones de habitantes y una cama de hospital por cada 5 pacientes con el ébola. Guinea-Conakry, con 1.2 millones de habitantes, tiene 120 médicos.
El flujo de casos del ébola ha abrumado a los hospitales y clínicas existentes, paralizando en muchos casos los tratamientos para otras enfermedades como el cólera, la malaria, la tuberculosis y el SIDA que son epidemias en África subsahariana.
La escases de equipos de protección y la carencia de sistemas de saneamiento y alcantarillado adecuados son generalizados.
La combinación de cierres de fronteras, cuarentenas de barrios obreros y el impacto de la enfermedad en las áreas agrícolas ha empezado a causar escases de alimentos. En Sierra Leona, la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación calcula que el 40 por ciento de las fincas en las áreas más afectadas por el ébola han sido abandonadas.
Mientras el grupo Médicos Sin Fronteras con sede en Francia tiene alrededor de 250 trabajadores de la salud en África Occidental, los gobiernos con mayores recursos han enviado poco personal médico capacitado para ayudar a combatir la enfermedad. Más bien prometen dinero y la construcción de clínicas.
El número de nuevos casos del ébola sigue aumentando exponencialmente, duplicándose aproximadamente casi cada tres a cuatro semanas. La Organización Mundial de la Salud reportó que para el 8 de octubre había 8 399 casos del ébola, y más de 4 mil muertes desde el inicio de la epidemia.
Mientras tanto los inversionistas estadounidenses están contemplando que acciones deben comprar y vender en la bolsa para sacar lucro de la crisis. El 13 de octubre en Marketwatch.com, Nigam Arora advirtió que comprar “acciones del ébola” en empresas que están desarrollando medicamentos para tratar o prevenir la enfermedad son “una mala inversión porque aunque haya un medicamento exitoso, después de la “acumulación” inicial, el tamaño del mercado será limitado”. Si van a invertir en equipos de protección personal, dice el artículo, quédense con “las marcas reconocidas”.
En una columna por Fidel Castro publicada en la edición del 7 de octubre de Granma, el dirigente revolucionario cubano dijo que con el envío de la brigada médica hacia Sierra Leona, “la acción heroica del ejército de batas blancas ocupará un altísimo lugar de honor”.