Vol. 78/No. 43 1 de diciembre de 2014
“Queremos servicios médicos dignos para los presos; un fin a las palizas, el sometimiento al calor brutal en el verano y el frío en el invierno; y adiestramiento y educación para una vida fuera de la prisión”, dijo Yolanda Dryden, que como Torres vino desde Corpus Christi con la Asociación de Familias de Reos de Texas. “Venimos desde Austin, Corpus Christi, Dallas, Fort Hood, Fort Worth, Houston, Killeen y San Antonio. Por lo menos 200 reos están ayunando en solidaridad”, dijo Josh Gravens de Ciudadanos de Texas Unidos por la Rehabilitación de Descarriados.
Muchos señalaron como se les niega la educación, vivienda y empleo a los ex reos. Al mismo tiempo, el trabajo sin salario es obligatorio para los presos en el estado. Según el Departamento de Justicia Penal de Texas, los que “rehúsan trabajar pierden sus privilegios y son colocados en ‘celdas especiales de restricción’… donde están 24 horas al día, sin salir a la sala común, al comisariato, o al patio de recreación. También comen en la celda y se les quita su propiedad personal”.
Los manifestantes llevaban letreros escritos a mano describiendo las condiciones en las prisiones tales como “calor de la prisión de Texas = sentencia a muerte” y “confinamiento solitario es tortura”.
“Desde 2007, por lo menos 14 reos en instalaciones en Texas han muerto por el calor extremo”, dijo un informe publicado en abril por la Clínica de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Texas, que caracteriza las condiciones en las cárceles como una violación de la Octava Enmienda a la Constitución de Estados Unidos que prohíbe el castigo cruel e inusual, y una violación de las normas internacionales de derechos humanos.
Una participante, que no quiso dar su nombre por temor a que su hijo encarcelado sufriera represalias, dijo que él duerme en el piso durante el verano por calor extremo y en los inviernos frígidos se ve forzado a bañarse con agua fría.
“Si te clasifican de pandillero, te mandan a la segregación administrativa”, dijo Louise Elzner. “Mi hijo pasó 10 años y medio en segregación administrativa, la cual tiene las mismas celdas y condiciones que los de confinamiento solitario: encerrados 24 horas al día, salvo una hora en un cuarto con una barra de flexión y vas a todas partes en grilletes y con dos guardias. Pero la solitaria es para las infracciones y el máximo es de 30 días”.
“Quiero que terminen o que reduzcan la segregación administrativa. Mi marido está consumiéndose. Agradezco a Dios que él todavía tiene su mente, a lo mejor porque quiere ser mejor”, dijo Emily Hanebuth de Houston.
“La protesta fue la mejor idea que hemos tenido en mucho tiempo”, dijo David Collingsworth, presidente de la asociación en Houston. “No nos sentimos solos”.
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