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Vol. 78/No. 47      29 de diciembre de 2014

 
(artículo principal)
¡Los 5 Cubanos están libres!
Victoria contra caso amañado fortalece
lucha por fin del embargo EEUU

 
Granma
Los Cinco Cubanos, desde izq.: Fernando González, Ramón Labañino, Gerardo Hernández, Antonio Guerrero y René González con presidente cubano Raúl Castro, en uniforme, el 17 de diciembre, día que Hernández, Labañino y Guerrero llegaron a Cuba tras 16 años de cárcel.

POR MAGGIE TROWE
Los Cinco Cubanos están libres.

Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero, los tres miembros de los Cinco Cubanos que aún estaban en cárceles estadounidenses, regresaron a Cuba para ser recibidos como héroes el 17 de diciembre. Los cinco revolucionarios cubanos fueron arrestados y encarcelados en Estados Unidos en 1998 (la historia del caso amañado contra los Cinco y la lucha por su libertad es narrada en un artículo especial en las páginas 6-8).

“Como prometió Fidel, en junio del 2001, cuando dijo: ‘¡Volverán!’ arribaron hoy a nuestra patria, Gerardo, Ramón y Antonio”, dijo el presidente Raúl Castro en una alocución televisada en La Habana, al mismo tiempo que el presidente estadounidense Barack Obama hablaba con los medios de comunicación en la Casa Blanca.

Castro agradeció a todos los que lucharon para liberar a los Cinco. “La enorme alegría de sus familiares y de todo nuestro pueblo, que se movilizó infatigablemente con ese objetivo, se extiende entre los cientos de comités y grupos de solidaridad; los gobiernos, parlamentos, organizaciones, instituciones y personalidades que durante estos 16 años reclamaron e hicieron denodados esfuerzos por su liberación”, dijo Castro.

Cuba y Estados Unidos han acordado el restablecimiento de relaciones diplomáticas, dijo Castro. “Esto no quiere decir que lo principal se haya resuelto”, agregó el dirigente cubano. “El bloqueo económico, comercial y financiero que provoca enormes daños humanos y económicos a nuestro país debe cesar”.

Castro reiteró la voluntad del gobierno cubano de dialogar con Washington “en materia de soberanía nacional, democracia, derechos humanos y política exterior” a pesar de “que tenemos profundas diferencias” sobre todos estos temas.

Obama hizo referencia a la “complicada historia” entre los dos países. En realidad no es nada complicada. Es la historia del odio de clase de los gobernantes propietarios estadounidenses hacia una revolución dirigida por trabajadores y agricultores a 90 millas de distancia, y las incesantes maniobras económicas, políticas y militares que Washington ha realizado para castigar a los trabajadores cubanos.

La administración de Eisenhower impuso un embargo económico y financiero contra Cuba en octubre de 1969, y cada administración estadounidense, tanto republicana como demócrata, lo ha mantenido o intensificado. En 1992 y más tarde en 1996 el embargo fue arreciado mediante legislaciones aprobadas por el congreso de Estados Unidos y ratificado como ley por los presidentes George W. Bush y William Clinton.

El presidente John Kennedy lanzó una invasión mercenaria por Bahía de Cochinos en 1961, la cual fue aplastada por un pueblo armado, y amenazó con usar bombas nucleares contra Cuba en 1962. Desde 1959 casi 3 500 cubanos han muerto en ataques de grupos paramilitares contrarrevolucionarios de cubanoamericanos que operan con impunidad desde territorio estadounidense.

A cambio de la liberación de los tres, el gobierno cubano liberó y envió a Estados Unidos un espía de origen cubano. Funcionarios estadounidenses informaron que esta persona es Rolando Sarraff Trujillo, un ex criptógrafo del Ministerio del Interior cubano que fue arrestado en 1995 y sentenciado a 25 años de cárcel. Obama dijo que el agente había proveído ayuda clave a Estados Unidos. Según la oficina del Director de Inteligencia Nacional esta incluía información que llevó a la condena de la analista de inteligencia de la Agencia de Inteligencia para la Defensa Ana Belen Montes en 2002, del ex funcionario del Departamento de Estado Walter Kendall Myers y de su esposa Gwendolyn Myers en 2010, y de miembros de la “Red Avispa” en Florida, incluyendo a miembros de los Cinco Cubanos.

Según el Washington Post, “la Red Avispa ha sido acreditada con abortar un plan de colocar bombas en 1994” en el conocido nightclub Tropicana en La Habana. Otros ataques tuvieron éxito, incluyendo tres bombas que fueron detonadas en hoteles de La Habana el 5 de septiembre de 1997 en uno de los cuales murió el empresario italo-canadiense Fabio di Celmo.

Castro anunció que Cuba había puesto en libertad por razones humanitarias a Alan Gross, un ciudadano estadounidense encarcelado en 2012 por distribuir sofisticados equipos de satélite a contrarrevolucionarios en Cuba como parte de las operaciones de Washington para crear una red de Internet secreta de alta velocidad en la isla. Unilateralmente Cuba excarceló a 53 personas en las que según Raúl Castro Washington “había mostrado interés”.

La familia de Gross y funcionarios estadounidenses habían alegado que su estado de salud estaba deteriorándose peligrosamente. Sus partidarios afirmaron que fue maltratado, que había perdido peso y que estaba muy enfermo con cáncer, artritis y otras enfermedades. Sin embargo, el rabino Elie Abadie, profesor de Yeshiva University y médico en Nueva York, que visitó a Gross en Cuba hace dos años y lo examinó a petición de la familia, dijo a CNN que Gross se encontraba en buen estado de salud y libre de cáncer, y señaló que Gross se bajó del avión con facilidad.

Mientras se encontraba en Cuba, Gross rehusó recibir cuidado médico y dental.

“Pondremos fin a un método anticuado que por décadas ha fracasado en avanzar nuestros intereses. Y en su lugar empezaremos a normalizar las relaciones entre los dos países”, dijo Obama, y agregó que había instruido al Secretario de Estado John Kerry a que “revisara la designación de Cuba como estado patrocinador del terrorismo”. Dijo que la administración está “tomando pasos para incrementar los viajes, el comercio y el flujo de información desde y hacia Cuba”.

Según el sitio web de la Casa Blanca, las nuevas regulaciones incrementarían la cantidad de dinero que residentes en Estados Unidos puedan enviar a Cuba, permitirían el uso de tarjetas de crédito y débito en Cuba, facilitarían la tramitación de transacciones financieras autorizadas y abrirían el camino para el aumento de ventas comerciales y exportaciones de mercancías y servicios hacia Cuba, incluyendo materiales de construcción para comerciantes y residencias privadas, equipos de comunicación y asesoramiento de negocios.

Mientras la mayoría de los viajes a Cuba aún están prohibidos, los que planifiquen visitas bajo 12 categorías específicas —incluyendo visitas familiares, actividades periodísticas, profesionales, educativas y religiosas— serán cubiertos bajo licencias generales y ya no tendrán que hacer solicitudes individuales, dijo la administración de Obama.

El acuerdo había estado bajo negociación por cierto tiempo, con el involucramiento del Vaticano y del gobierno canadiense, informaron tanto Castro como Obama. Varios editoriales en el New York Times en semanas recientes hicieron un llamamiento al fin del embargo y por un canje de prisioneros.

Tras los anuncios, un editorial del Wall Street Journal el 18 de diciembre dijo que aunque el periódico ha hecho un llamado por el fin del embargo durante 20 años, el curso general presentado por Obama representa un indefensible “intento de rehabilitar a Cuba como un estado ordinario”. En un editorial el Washington Post se opuso rotundamente a las medidas de la administración de Obama, diciendo que le ha dado “nueva vida a un fracasado régimen de 50 años”.

Conducta de los Cinco

La conducta de los Cinco durante el juicio y en la cárcel les ha ganado respeto y apoyo, y ha inspirado a trabajadores por todo el mundo. Ellos actuaron con dignidad y firmeza, mantuvieron su inocencia ante los cargos amañados y dijeron que estaban orgullosos de defender a Cuba y que lo harían de nuevo.

Rehusaron aceptar una sentencia negociada por sentencias más indulgentes, lucharon por tener un jurado público en una sede donde pudieran ser juzgados por algo que se aproximara a un jurado imparcial. Ellos mantuvieron su compromiso revolucionario, mantuvieron una correspondencia masiva y se vincularon con luchadores dentro y fuera de las cárceles. Hernández mantuvo correspondencia con los médicos voluntarios cubanos que están luchando contra el ébola en África Occidental.

La excarcelación de los héroes cubanos tomó lugar en un momento cuando las actividades para liberar a los Cinco estaban extendiéndose, desde Estados Unidos a Bangladesh, de Camboya a Grecia hasta el Reino Unido.

Más trabajadores y otras personas estaban siendo atraídos a su lucha, a la Revolución Cubana misma, a medida que se unían a protestas laborales para exigir que Walmart y otros empleadores paguen 15 dólares la hora, a acciones en las calles contra la brutalidad policiaca y otras protestas generadas por la creciente crisis del capitalismo. A medida que la noticia de la liberación de Hernández, Labañino y Guerrero se propagó en Cuba, irrumpieron celebraciones espontaneas por toda la isla. Cuando los tres llegaron, fueron recibidos por Raúl Castro, sus familiares inmediatos y sus dos compañeros que habían sido excarcelados anteriormente, René González y Fernando González. Hernández le dijo a Castro que los cinco estaban listos para cualquier tarea que venga.
 
 
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