Vol. 79/No. 4 9 de febrero de 2015
Los recientes ataques asesinos contra judíos en Argentina, en un mercado kosher en Francia y en una calle en Israel son un golpe y un desafío para todos los trabajadores.
El ataque contra excursionistas judíos en Argentina se produjo después de la muerte de Alberto Nisman, un fiscal federal que iba a dar testimonio el día siguiente sobre acusaciones de que la presidenta de Argentina Cristina Fernández de Kirchner conspiró con las autoridades iraníes para encubrir el involucramiento de estas en un ataque dinamitero contra un centro comunitario judío en Argentina en 1994 que mató a 85 personas.
El Partido Socialista de los Trabajadores se opone al odio contra los judíos y se suma a la lucha en su contra dondequiera que se manifieste. Apoyamos el derecho de los judíos a regresar a Israel si así lo desean. Y exigimos que Washington abra las puertas para todos los que busquen refugio aquí.
El veneno del antisemitismo busca dividir y debilitar a la clase obrera, y desviar su atención con el fin de que los trabajadores culpen a otros y no a los gobernantes capitalistas de los ataques contra nuestros salarios, horas, condiciones y seguridad en el trabajo. Cuando Hamas elogia el ataque con cuchillo en un autobús municipal el 21 de enero como un acto “valiente, heroico”, es un golpe contra la lucha común del pueblo trabajador en el Medio Oriente.
La lucha contra todas las expresiones de odio contra los judíos es un requisito para el avance de las luchas de la clase obrera multinacional en Israel y las del pueblo palestino contra la opresión nacional.
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