HOUSTON—Alrededor de 3 800 obreros del petróleo en nueve refinerías en Texas, California y Washington salieron en huelga, o participaron en procedimientos de cierre en preparación para una huelga, el 1 de febrero, después que el sindicato de obreros del acero USW y las compañías petroleras no llegaron a un acuerdo. Esta es la primera huelga nacional desde 1980.
El sindicato representa a 30 mil trabajadores en 230 refinerías, terminales, oleoductos, y plantas petroquímicas que producen el 64 por ciento del petróleo en Estados Unidos. Las refinerías que no están en huelga están operando bajo un contrato que está siendo extendido día a día. Todas menos una de las refinerías paralizadas están siendo operadas por la gerencia y rompehuelgas contratados.
“La compañía quiere quitar a los delegados de seguridad del sindicato y remplazarlos con personal escogido por ellos”, dijo al Militante el instalador de tuberías Jimmy Bear en la línea de piquetes frente a la refinería Marathon en Texas City. Los trabajadores en la línea de piquetes frente a LyonellBasell en Houston comentaron que la compañía quiere aumentar la contribución al ya costoso seguro médico. Otros señalaron que la compañía quiere reducir el pago por horas extras cuando trabajan durante sus días de descanso.
Cientos de trabajadores se presentaron a la sede del sindicato en Texas City la mañana que empezó la huelga para apuntarse para las líneas de piquetes. Días antes de la huelga, cientos de trabajadores participaron en protestas frente a las refinerías.
“Estamos tratando de mantener nuestros salarios”, dijo al Militante Joshua Lege, un trabajador en la refinería LyonellBasell en Houston, durante la línea de piquetes del 28 de enero. “Todos los costos están aumentando. Con la pérdida de beneficios y pensiones, ¿quién se puede jubilar?”
“Esta huelga es por las horas extras onerosas; condiciones peligrosas en el trabajo que la industria continua ignorando; los incendios, emisiones, escapes y explosiones cotidianas que amenazan a las comunidades aledañas”, dijo el vicepresidente internacional del sindicato USW, quien encabeza la junta sindical negociadora, en una declaración del 1 de febrero.
La huelga se da cuando los precios por el crudo han caído precipitosamente y la industria ha comenzado a cesantear trabajadores. La compañía de servicios Baker-Hughes anunció que iba a cesantear a 7 mil trabajadores.
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