Vol. 79/No. 17      11 de mayo de 2015

Militante/Seth Galinsky

Sindicalistas de la salud del 1199 SEIU se unen a protesta el 23 de abril frente a alcaldía de Baltimore para exigir enjuiciamiento de policías responsables de muerte de Freddie Gray.

Después que algunos manifestantes y jóvenes estallaron de rabia el 27 de abril por la muerte de Gray y los años de acoso y abuso de la policía, y le tiraron botellas a los policías y destruyeron algunas propiedades, el gobernador Larry Hogan declaró un estado de emergencia y desplazó 2 mil miembros de la guardia nacional. La alcaldesa Stephanie Rawlings impuso un toque de queda nocturno de una semana. Más de mil policías adicionales han sido enviados de Nueva Jersey, Pensilvania y Washington para unirse a la fuerza policial de Baltimore de 3 mil miembros.

Gray, de 25 años de edad, fue arrestado el 12 de abril después que según la policía “huyó sin provocación al ver la presencia de la policía” en una área conocida por las ventas de drogas. Después de detenerlo dijeron haber encontrado un cuchillo. Un video muestra a Gray, sostenido por policías, con sus piernas dobladas.

El video muestra a policías arrastrando a Gray, esposado y gritando de dolor, mientras lo meten en la parte posterior de una furgoneta de la policía. Un segundo video fue tomado más tarde cuando la furgoneta se detuvo por unos minutos y los policías sacan a Gray, le colocan grilletes en las piernas y lo regresan a la furgoneta. Los policías se detuvieron una tercera vez para levantarlo del piso de la furgoneta y sentarlo.

El 30 de abril el vicecomisionado de la policía Kevin Davis informó que un video de vigilancia privado había revelado que la furgoneta se había detenido en un área desolada una vez más. “Eso es nuevo para nosotros”, dijo Davis.

El comisionado de la policía de Baltimore Anthony Batts dijo que se desconoce como el 80 por ciento de la espina dorsal de Gray fue lesionada y su tráquea destruida. Gray murió una semana después. Los seis policías involucrados han sido suspendidos —con pago— lo cual ha agravado la indignación.

El oeste de Baltimore es 97 por ciento africano-americano. El desempleo es el doble del promedio de la ciudad. Está lleno de casas abandonadas, intercaladas entre casas ocupadas y predios vacíos.

Crecen protestas diarias

Además de la alcaldesa, el comisionado de la policía, el fiscal de distrito y un 50 por ciento de los policías de Baltimore son negros.

“No viven como nosotros vivimos”, dijo el carpintero desempleado Leon Park al Militante.

Park estaba presente cuando los policías le colocaron los grilletes a Gray. “Yo escuché a Freddie pidiendo ayuda”, dijo Park. “Vi a los policías a su alrededor y nos dijeron que retrocediéramos o que nos iban a arrestar. Creyeron que podían barrer esto debajo de la alfombra, pero no se lo vamos a permitir”.

Más de mil personas de Baltimore y otras ciudades marcharon el 25 de abril. Las autoridades municipales y de policía atacaron a los que vinieron de otras ciudades a participar en la marcha, diciendo que este acto de solidaridad era la labor de “agitadores externos”.

Después del funeral de Gray el 27 de abril algunos jóvenes rompieron cristales de autos, irrumpieron en algunas tiendas y se enfrentaron a los policías antimotines. Aproximadamente 235 personas fueron arrestadas y por lo menos 20 policías fueron lesionados para el final del día.

Los políticos demócratas y republicanos desde la Casa Blanca hasta la alcaldía de Baltimore reprendieron a los manifestantes. Obama dijo el 28 de abril que condenaba a “los criminales y matones que destruyeron el lugar”, por no protestar en lo que él consideró “la manera correcta”. Ser policía es “un trabajo duro”, dijo, y los que saquearon deben “ser tratados como delincuentes”.

En su primera declaración pública desde que tomó posesión del cargo de fiscal general, Loretta Lynch, la primera mujer negra en ocupar el puesto, no se enfocó en los policías responsables de la muerte de Gray, sino que en “los actos de violencia sin sentido de algunos individuos en Baltimore que han causado daño a oficiales de la ley, la destrucción de propiedades y la destrucción de la paz en la ciudad de Baltimore”.

Un artículo en el Baltimore Sun en septiembre expuso cuán generalizada es la brutalidad policiaca.

“Los oficiales han golpeado a decenas de residentes causándoles fracturas —mandíbulas, narices, brazos, piernas, tobillos— traumas craneales, fallas en los órganos, y hasta la muerte, sucedidos durante arrestos cuestionables”.

Los trabajadores y jóvenes en Baltimore han acogido a quienes han venido a impulsar la lucha por Freddie Gray.

Más de mil personas marcharon el 29 de mayo. Una gran protesta está programada para el 2 de mayo en Baltimore.
 
 
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