Vol. 79/No. 23 22 de junio de 2015
“Organizamos aquí una conferencia científica el 16 de mayo que fue un gran avance hacia el relanzamiento del programa médico cubano”, dijo al Militante el 31 de mayo Liliya Piltyay. Ella ayudó a organizar el traslado a Cuba de niños y otros que necesitaban asistencia médica a partir de 1990.
“Ucrania necesita esta asistencia ahora tanto como antes”, dijo. “Algunos de los niños —adultos ahora— aun necesitan ayuda médica. Y ahora hay una nueva generación, sus hijos, algunos de los cuales sufren de efectos de Chernóbil”, el peor desastre nuclear de la historia.
La conferencia en el Instituto de Radiología en ésta ciudad reunió a más de 150 participantes, incluyendo a algunos de los que se beneficiaron del programa. También participaron los muy conocidos médicos Victor Chumak, ex vice ministro de salud, y el pediatra Berezhnoy Vyacheslav, otros médicos ucranianos y dos ex ministros de salud, Mykola Polishchuk e Illya Yemets. Algunos de los médicos presentes estuvieron bastante tiempo en Cuba con los niños mientras recibían tratamiento.
“Fue muy importante que los médicos ucranianos acompañaran a los niños para observar su desarrollo y estudiar cómo el personal médico cubano los trataba”, dijo Piltyay. “Ellos ayudaron a convencer al gobierno a que sufragara los gastos de los pasajes aéreos a Cuba de los niños a partir de 1998.”
Durante los primeros ocho años Piltyay y otros voluntarios ayudaron a las familias a recaudar fondos en Ucrania y otros países para cubrir los vuelos.
Cuba desea seguir ayudando
El gobierno cubano organizó voluntarios que construyeron un centro médico especial para el programa cerca del mar, en las afueras de La Habana. Cuba considera este tipo de esfuerzo como un deber moral y desea continuarlo.Julio Medina, el pediatra que dirigió el programa de Tarará, dijo al Militante en 2014 que tenía esperanzas de que se encontrara la manera para que Cuba continuara proveyendo asistencia médica para los que necesiten tratamiento en Ucrania.
“Uno de los resultados de la conferencia es que decidimos formar una ONG que se llama Niños de Tarará”, dijo Piltyay. Yulia Panasiuk, quien se benefició del programa cubano cuando era niña, va a dirigir la organización.
“Necesitamos asistencia del gobierno para comenzar de nuevo”, dijo Piltyay. “Ellos pueden enviar información a organizaciones en otros países a través de las embajadas ucranianas para informarles de la necesidad de ayuda para reiniciar el programa”. Ya tenemos un grupo inicial de 100 jóvenes listos para salir en cuanto comience el programa.
“Tenemos una deuda eterna a los cubanos por la ayuda que nos han dado, y que están listos a dar de nuevo”, dijo. “Esta forma de solidaridad parece tan natural para el pueblo cubano”.
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