Vol. 80/No. 3 25 de enero de 2016
La policía mató a ambos cuando respondían a una llamada del papá de Quintonio, Antonio LeGrier, para pedir ayuda cuando vio a su hijo comportándose enojado y portando un bate de béisbol. Antonio también llamó a Jones para pedirle que los dejara entrar. Cuando ella lo hizo un policía disparó matando a ambos. Los policías dicen que la muerte de Jones fue un “accidente”.
Alrededor de 200 personas asistieron al funeral de LeGrier en la misma iglesia tres días después. LeGrier, de 19 años de edad, estudiaba ingeniería en la Universidad Northern Illinois.
“La policía de Chicago ha matado a 78 personas en los últimos cinco años, la mayoría de ellos negros”, dijo el reverendo Jesse Jackson de la Coalición Rainbow PUSH en el funeral de Jones. “Llaman un ‘accidente’ cuando mataron a Bettie Jones. ¿Quiere decir eso que fue correcto el dispararle a LeGrier? Los policías que dispararon todavía están recibiendo sus sueldos”.
Al funeral de Jones asistieron más de una decena de sus compañeros de trabajo de la empresa Alpha Baking —miembros del sindicato de panaderos BCTGM Local 1— y miembros de Action Now (Acción Ahora), un grupo comunitario activo en la lucha por un salario mínimo de 15 dólares la hora y contra la brutalidad policial y el cierre de escuelas públicas.
“Su muerte demuestra la disyunción entre la policía y la comunidad que dicen proteger”, dijo el reverendo Marshall Hatch en su elegía.
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