Vol. 80/No. 12 28 de marzo de 2016
(portada)
Candidata del PST halla receptividad en acto
de Trump
Esta postura contrasta radicalmente con la celebración de la interrupción por parte de la izquierda y los liberales, que de forma cada vez más estridente acusan a Trump de ser la punta de lanza de un creciente movimiento racista y fascista.
Los contendientes republicanos Ted Cruz, Marco Rubio y John Kasich dijeron que se oponen a las interrupciones, pero que son culpa de Trump, sugiriendo que su política insta a la violencia.
Nada de esto ha descarrilado la campaña de Trump. Él ganó cuatro de las cinco elecciones primarias realizadas el 15 de marzo obteniendo un gran número de votos de trabajadores.
Lejos de representar un creciente movimiento derechista, Trump encuentra receptividad entre trabajadores y otras personas que han sido golpeados por los efectos de años de crisis económica capitalista mundial y que están buscando algo diferente a los políticos del “establishment”, que no ofrecen soluciones.
Por razones similares Bernie Sanders continúa recibiendo una respuesta substancial, obteniendo cerca de la mitad de los votos en Illinois y Missouri.
El día del acto de Trump, varios miles de personas se manifestaron en el exterior mientras que otros entraron a la sala del evento. “El plan era silenciar a Donald Trump totalmente”, dijo Quovadis Green a la Associated Press.
Cuando un funcionario de la campaña anunció que el acto había sido cancelado debido a razones de seguridad, los que habían organizado la interrupción irrumpieron en gritos de celebración por su victoria sobre la libertad de expresión. La gran mayoría de los que habían venido a escuchar a Trump se mostraban incrédulos y molestos porque no iba a hablar.
Lucha por sindicatos, empleos, salarios
La candidata del PST tuvo amplias discusiones con muchos trabajadores y jóvenes que habían venido con la esperanza de oír a Trump. Le dio un volante de la campaña a Jordan Strange, una estudiante de 18 años de edad de Naperville, mientras esperaban para entrar. La campaña del Partido Socialista de los Trabajadores “es parte de las luchas de los trabajadores”, le dijo Kennedy, “incluyendo la lucha por 15 dólares la hora y un sindicato en McDonald y Walmart”.“Pero los trabajos de McDonald’s no son para toda una vida, son trabajos para adolescentes”, dijo Strange. “¿En vez de eso, no nos deberíamos concentran en crear empleos?”
“Necesitamos ambas cosas”, le contestó Kennedy. “Debemos luchar para aumentar los salarios de todos, y también por un programa de obras públicas financiado por el gobierno para crear empleos, construir escuelas y centros médicos, guarderías y centros de recreo, reemplazar la decrépita infraestructura y otras cosas que el pueblo trabajador necesita. Y los sindicatos son esenciales, son el primer paso para depender de nuestra propia fuerza como clase”.
“No sé por quién voy a votar”, dijo Fernando García, un trabajador de una fábrica de metal laminado, que asistió al acto con su hijo Eric, un operador de prensa en la misma planta.
Su hijo, que llevaba un botón de la campaña de Trump, dijo que “Trump no es un político, no está comprado”.
Kennedy explicó que “ningún demócrata, republicano o candidato capitalista va a hacer algo para resolver los ataques contra la clase trabajadora”.
Fernando García estuvo de acuerdo. “Bajo Obama los cruces fronterizos son más peligrosos, resultando en muchas muertes” de inmigrantes, dijo. “El gobierno ha aumentado sus patrullas fronterizas”.
Después de que fuera cancelado el acto, Kennedy vio a los García caminando hacia su auto. “No estoy de acuerdo con Trump”, les dijo, “pero no estoy de acuerdo con lo que ha pasado esta noche. La libertad de expresión protege el derecho de los trabajadores a expresarse y organizarse”.
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