No a campaña bélica del imperialismo de Washington

La siguiente declaración fue emitida el 3 de agosto por Alyson Kennedy, candidata del Partido Socialista de los Trabajadores para presidente de Estados Unidos y Osborne Hart, candidato del PST para vicepresidente.

Los tambores de guerra retumbaron en las convenciones de los dos partidos capitalistas: los demócratas y republicanos. Con discursos beligerantes y gritos de “USA”, nos permitieron ver el futuro que nos ofrecen: más guerras devastadoras en el extranjero para apuntalar los intereses del imperialismo norteamericano. Apenas la semana pasada, la administración Obama envió tropas “antiterroristas” adicionales a Afganistán y puso en marcha una nueva campaña de bombardeos contra Libia.

El Partido Socialista de los Trabajadores exige la retirada inmediata de las fuerzas militares estadounidenses del Medio Oriente y del Norte de África. Esto sirve los intereses de la clase trabajadora de todo el mundo.

Examinemos el historial sangriento de guerras y operaciones militares de Washington durante el último cuarto de siglo —bajo administraciones republicanas y demócratas por igual— desde la primera Guerra del Golfo en 1991, a Yugoslavia, Afganistán, Iraq por segunda vez, Yemen, Libia, Siria y más. El costo humano incluye a decenas de miles de combatientes y cientos de miles de civiles muertos, y millones de personas desplazadas.

El saldo incluye los trabajadores en uniforme utilizados por Washington como carne de cañón, que han muerto, sido mutilados y son tratados con total indiferencia en cuanto a sus necesidades médicas a su regreso.

Los gobernantes de Estados Unidos han demostrado que utilizarán cualquier medio necesario para mantener su dominio. Washington lanzó bombas atómicas contra Japón hace 71 años este mes. El Partido Socialista de los Trabajadores calificó esta acción como un acto de “exterminio deliberado a sangre fría”. Administraciones sucesivas han estado cerca de lanzar armas nucleares contra China, Irán, Corea, Cuba, Vietnam e Iraq.

La administración de Obama ha iniciado un programa de un billón de dólares para modernizar su mortal arsenal nuclear —una señal clara de que están preparados a utilizar estas armas— y provocativamente está colocando sistemas antimisiles cerca de las fronteras de Rusia y China.

La demócrata Clinton afirma que su rival republicano Trump “no es un hombre con quien podemos confiar con armas nucleares”. De hecho, los trabajadores no pueden confiar en ninguno de los partidos o políticos capitalistas. El funcionamiento mismo de su sistema imperialista —el cual se encuentra en una crisis histórica la cual son incapaces de resolver— avivan las rivalidades comerciales y la inestabilidad política. Esto provocará más guerras. Mientras existan las armas nucleares estas guerras aumentarán el peligro de que sean utilizadas. Y cualquier uso de armas nucleares presenta el riesgo de la aniquilación nuclear.

El Partido Socialista de los Trabajadores llama a que Washington desmantele inmediata y unilateralmente todas sus armas nucleares.

La única manera de acabar con la campaña guerrerista y la amenaza de la destrucción nuclear es poniendo fin a la dictadura del capital y estableciendo un gobierno de trabajadores y agricultores.

La clase trabajadora no necesita armas nucleares, como explicó el dirigente comunista cubano Fidel Castro en 2005. Cuba revolucionaria nunca ha considerado producir armas nucleares “porque no las necesitamos”, dijo. “Poseemos otro tipo de armas nucleares… el poder invencible de las armas morales”.

Esta es la trayectoria por la cual el Partido Socialista de los Trabajadores está luchando —un mundo sin guerra y sin explotación, un mundo organizado por los trabajadores y los agricultores basado en la solidaridad humana, no los valores individualistas del capitalismo. ¡Únase a nosotros!

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