No a los ataques contra musulmanes y mezquitas!

La siguiente declaración de Jacob Perasso, candidato del Partido Socialista de los Trabajadores para el senado de Estados Unidos por Nueva York fue emitida el 14 de agosto.

El Partido Socialista de los Trabajadores condena el asesinato a sangre fría del imam Maulama Akonjee y su amigo Thara Uddin cuando salían de una mezquita en Ozone Park, Queens, el 13 de agosto. Hacemos un llamado a que los trabajadores, agricultores y defensores de los derechos democráticos condenen este vil ataque. Exigimos el arresto y juicio de las personas responsables.

Este y otros ataques contra los musulmanes y las mezquitas es una consecuencia inevitable del clima creado por los gobernantes capitalistas estadounidenses y su gobierno. Ellos promueven la histeria anti-musulmana para servir sus objetivos bélicos y para justificar el espionaje contra las mezquitas y los musulmanes por el FBI, la policía de Nueva York y otras agencias gubernamentales. La realidad es que la mayoría de las víctimas del terrorismo islamista son musulmanes. Nos oponemos al espionaje de la policía. La historia nos ha demostrado que está dirigido sobre todo contra la clase trabajadora y nuestros sindicatos.

Washington habla de paz mientras intensifica su incesante guerra en Afganistán, Iraq, Libia y Siria. El Pentágono —con la supervisión personal del presidente Barack Obama— utiliza aviones no tripulados para asesinar a cualquier persona que ellos decidan, actuando en calidad de juez, jurado y verdugo, matando a centenares de civiles en el proceso. Y eso no incluye los que matan en otros bombardeos estadounidenses. Hillary Clinton, Donald Trump y sus partidos aprueban esto.

Aunque Obama ha criticado a Trump por sus comentarios demagogos en los que calumnia a los musulmanes, su administración ha incluido a miles de musulmanes en la lista de los que no pueden volar en avión y les ha negado a muchos sus visas para entrar a Estados Unidos debido a su religión.

A medida que se profundiza la crisis económica mundial del capitalismo, a la cual no se le mira fin, habrá más ataques a los derechos democráticos y políticos y en contra de los trabajadores y nuestros sindicatos en el país, mientras los gobernantes estadounidenses aceleran sus guerras comerciales y sus guerras a tiros en el extranjero.

Para defender sus intereses, la clase trabajadora debe oponerse enérgicamente a la campaña bélica y a los ataques contra los derechos democráticos. Un golpe contra uno es un golpe contra todos.

¡Alto a los ataques contra las mezquitas y los musulmanes! ¡Tropas de Estados Unidos fuera de Iraq, Afganistán, Libia y Siria!

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