Vol. 80/No. 48 26 de diciembre de 2016
El evento del 5 de noviembre titulado “El legado de Thomas Sankara, la democracia en el Sur Global y las vidas de los negros”, atrajo a más de 120 participantes para discutir y debatir como avanzar las luchas populares hoy, desde Burkina Faso y Brasil a Venezuela, Cuba y Estados Unidos.
Lagoke, el principal organizador del evento y fundador del Foro para el Renacimiento del Panafricanismo, presentó al panel de oradores: Shelley Green de Acción Comunitaria Panafricana de Washington; Dr. Msia Clark, catedrático de Estudios Africanos en la Universidad Howard; Aline Piva, del Consejo de Asuntos Hemisféricos; y Mary-Alice Waters, dirigente del Partido Socialista de los Trabajadores y presidenta de la editorial Pathfinder. Lagoke, que enseña historia africana y mundial en la Universidad de Montgomery, también dio la bienvenida a Armand Tiemtoré, quien presentó saludos de la embajada de Burkina Faso.
La mayoría de los participantes eran de países del occidente de África, incluyendo miembros de Balai Citoyen, un grupo burkinés de Nueva York que ayudó a organizar el encuentro. Otros pertenecían a grupos panafricanistas y otras organizaciones políticas de la zona metropolitana de Washington.
Diferentes cursos de clase
Los panelistas presentaron dos cursos de clase diferentes: uno situó a Sankara como parte de las corrientes en África y las Américas que durante el medio siglo pasado han intentado reformar (incluso reformar radicalmente) al capitalismo; y otro que señaló el curso comunista de Sankara y la alternativa internacionalista revolucionaria y panafricanista que él planteó ante el desmembramiento de África por las potencias imperialistas con el fin de oprimir y explotar a las masas trabajadoras.“El control de la comunidad es la auténtica democracia en acción”, señaló Green, de Acción Comunitaria Panafricanista. El legado de Sankara está ligado al control de la economía, educación, el cuidado médico y la policía, dijo.
“El legado de Sankara se expresa a través del activismo panafricanista”, explicó Clark, de la Universidad Howard. “La forma en que se moviliza a la gente ha cambiado, debido en parte a las redes sociales y la manera cómo los activistas interaccionan con el estado. En vez de un único líder, la dirección está dispersada”.
Piva, brasileña, del Consejo de Asuntos Hemisféricos, comparó los logros de Burkina Faso durante los años de Sankara con “las metas del ‘proyecto alternativo’ del Partido de los Trabajadores de Brasil, para recobrar la soberanía y reconstruir a nuestro país en una sociedad más igualitaria y democrática”. Calificó al juicio y destitución de la presidenta Dilma Rousseff como “un golpe de estado contra el Partido de los Trabajadores”.
“Thomas Sankara comprendió que para ser libre de la dominación imperialista uno tiene que depender de los recursos locales y naturales y no de la ayuda extranjera”, dijo Piva. “Su revolución promovió la auto-suficiencia y los programas sociales que directamente infundían poder en la gente”.
Waters, dirigente del PST y autora de los prefacios a Thomas Sankara Speaks (Habla Thomas Sankara) y otras dos colecciones de sus discursos, señaló razones enteramente diferentes de por que el curso de Sankara “sentó un ejemplo no solo para África sino para el mundo entero”.
La presentación de Waters “acentúa el significado del legado de Thomas Sankara en el siglo 21 y nos recuerda que la democracia no está vacía de un contenido de clases”, dijo Mwiza Munthali, anfitrión del programa de radio “África Ahora” durante la transmisión de una grabación del evento, y “que la ideología que guiaba a Sankara era el comunismo”.
“Los gobernantes capitalistas y sus defensores”, dijo Waters, “intentan convencernos de que la democracia y el capitalismo son sinónimos, pero el curso impulsado por Sankara era el de la democracia proletaria, demostrando que incluso en uno de los países más pobres era posible movilizar a millones para tomar su destino en sus propias manos y transformarse a sí mismos al transformar sus condiciones y el mundo”.
“Lo que distingue a Sankara”, señaló Waters, “es que todo lo que hizo tenía como objetivo aumentar la conciencia, la confianza y la combatividad del pueblo de Burkina Faso. Era un marxista, un comunista, que tenía confianza en la capacidad revolucionaria de hombres y mujeres ordinarios a quienes los gobernantes imperialistas y los dirigentes de los países capitalistas de todo el mundo descartan prepotentemente.
“Sankara fue singular entre los dirigentes africanos al negarse a rechazar al marxismo con el pretexto de que era una ‘idea europea’ ajena a África y a las luchas de sus pueblos. Él comprendió que el comunismo no es una ‘idea’ sino un curso de lucha de clases que extrae lecciones de los siglos de batallas revolucionarias del pueblo trabajador. Esas lecciones se aplican a las luchas del pueblo trabajador de África como al resto del mundo”.
Desde las revoluciones norteamericana y francesa a la de 1917 dirigida por los bolcheviques en Rusia y la Revolución Cubana, con cuyos dirigentes Sankara colaboró estrechamente, nosotros somos “los herederos de todas las revoluciones del mundo y de todas las luchas de liberación de los pueblos del tercer mundo”, dijo Sankara.
“Tal vez sea un poco controversial decirlo”, añadió Waters, pero “lo que se llama a veces el sankarismo, así como el panafricanismo, solo señalan el camino hacia adelante para los trabajadores si están arraigados en esos cimientos histórico materialistas”. Esas fueron las bases sobre las que Sankara dirigió al pueblo trabajador de Burkina para ser parte de la lucha para derrocar al régimen racista en Sudáfrica y de las luchas de los oprimidos en Angola, Sahara Occidental, Palestina, Nicaragua, Granada y Estados Unidos, dijo Waters.
Un debate animado
Hubo un debate animado, incluyendo preguntas dirigidas a cada panelista del moderador Gnaka Lagoke.“¿Cuáles fueron los problemas del Partido de los Trabajadores de Brasil?”, preguntó a Piva.
“Se distanció de la clase trabajadora”, respondió, “y no dedicó el tiempo necesario para cambiar la conciencia. Uno puede ver la diferencia entre Brasil y Venezuela. En Brasil nunca hubo una revolución. Progresamos, pero ahora estamos recibiendo golpes”.
Piva dijo que Michel Temer, quien reemplazó a Rousseff como presidente, está aumentando la represión estatal. “Ayer se emitieron 14 órdenes de detención contra miembros del Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra de Brasil”, dijo, “y la policía irrumpió en su escuela en San Paulo”.
Carlos Ron, cónsul de la embajada de Venezuela, habló de los esfuerzos de los partidos de oposición pro-imperialistas en Venezuela para destituir el gobierno del presidente Nicolás Maduro. “La oposición está dividida”, dijo. “Tenemos que mantener la integridad de nuestro país y buscamos un diálogo para evitar la violencia”.
Lagoke le preguntó a Waters cómo compararía ella los puntos fuertes de Sankara, Fidel Castro y Hugo Chávez, el fallecido presidente de Venezuela.
“Lo que los tres tienen en común”, dijo Waters, “son sus cualidades como líderes capaces de ganarse la confianza del pueblo trabajador en la ciudad y el campo, de poder interaccionar con ellos mientras luchan para cambiar las condiciones en las que viven.
“Pero las diferencias son muy importantes”, señaló. “La dirección cubana forjó a cuadros proletarios durante la guerra revolucionaria y las luchas posteriores a la victoria contra la dictadura respaldada por Washington en 1959. Así es como pudieron trazar un curso hacia una revolución socialista. Sin eso, los esfuerzos del imperialismo para derrocar lo que el pueblo trabajador cubano había conquistado, con el tiempo hubieran sido exitosos”.
Los capitalistas siempre contraatacan, dijo Waters. “Para ellos no hay nunca una ‘situación desesperada. Temen a los trabajadores y a los agricultores cuando entramos en acción, y cuando reconocemos que somos capaces de hacer una revolución que puede poner fin al dominio de su clase, como lo hicieron los trabajadores en Cuba”.
Los logros conquistados por el pueblo trabajador en Venezuela después que Chávez fue electo presidente en 1999, se realizaron dentro del marco de un estado y relaciones de propiedad capitalistas, dijo Waters. “No hubo una revolución. Chávez dijo en una entrevista ampliamente difundida en 2008 que ‘Fidel es un comunista. Yo no. Yo soy un social demócrata’. Él creía que era posible una reforma radical del capitalismo, que había un camino diferente al de la revolución socialista de Cuba”.
“Como Fidel, Sankara fue un comunista”, añadió Waters. “Hizo todos sus esfuerzos para empezar a transitar por el camino político trazado por la dirección de la Revolución Cubana”, pero sin ilusiones de que una revolución socialista era posible en Burkina Faso en ese momento debido a las condiciones económicas y sociales del país y en gran parte de África.
Pero el asesinato de Sankara y la contrarrevolución dirigida por Blaise Compaoré no fueron evidencia de que el curso iniciado por los trabajadores y campesinos bajo la dirección de Sankara fue “prematuro”, dijo Waters. Sankara “tenía una carga más difícil. Empezaba desde cero en la organización de una dirección cuando él y otros jóvenes de ideas revolucionarias y oficiales jóvenes tomaron control del gobierno. No hubo suficiente tiempo para que Sankara y los más cercanos a él políticamente forjaran ese tipo de dirección entre los más abnegados entre el pueblo trabajador de Burkina, antes de que los terratenientes, la burguesía y las potencias imperialistas, especialmente Francia, se movilizaran para aplastar la revolución, como siempre lo harán”.
Sankara y el pueblo trabajador de Burkina sentaron un ejemplo que continúa extendiéndose por África y más allá. Waters mostró la recién publicada edición sudafricana de Thomas Sankara Speaks, publicada por Kwela Books, que circulará por todo el país y el resto de África.
“El capitalismo obliga a la gente a luchar”, dijo Waters. “Es el gran subversivo. A medida que se extiende la crisis de su sistema por todo el mundo, el pueblo trabajador se organizará y resistirá, y de esas luchas se forjaran nuevos líderes como Thomas Sankara y organizaciones comunistas dirigidas por ellos. Esa es la oportunidad que todos tenemos por delante”.
Tras el intercambio de una hora de duración, muchos continuaron la discusión durante una deliciosa cena. Los participantes compraron libros de discursos de Sankara. Muchos también compraron El historial antiobrero de los Clinton: Por qué Washington le teme al pueblo trabajador por Jack Barnes, el secretario nacional del PST, y otros libros.
La reunión fue auspiciada por el Partido Revolucionario Popular Todo Africano, el Partido Revolucionario Popular Todo Africano-GC, la Coalición ANSWER, la Coalición DC Metro en Solidaridad con la Revolución Cubana, los Amigos del Congo, el Instituto para Estudios de Políticas Públicas, la Acción Comunitaria Panafricana, el Partido por el Socialismo y la Liberación, el Foro para el Renacimiento del Panafricanismo y el Partido Socialista de los Trabajadores.
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