Partidarios de la lucha por la libertad de López celebraron por todo Puerto Rico; en Nueva York; Chicago; Kissimmee, Florida; y en Cuba. En Nueva York, 35 Mujeres por Oscar López realizarán una manifestación y celebración el 29 de enero en Times Square.
“Todo mundo está feliz”, dijo por teléfono desde Aguadilla, Puerto Rico, el ganadero Armando Arcelay. “Eso nos demuestra la fuerza que tiene el pueblo cuando estamos unidos”.
“Mi padre me pidió enfáticamente que le agradeciera a todo el pueblo puertorriqueño, al pueblo latinoamericano, y muy especialmente a los de Cuba, Venezuela y Nicaragua”, dijo la hija de Oscar Clarisa López en una rueda de prensa en San Juan.
López, quien cumplió 74 años el 6 de enero, se mudó a Chicago a los 14 años. Fue conscripto al ejército norteamericano en 1965 y enviado a Vietnam. Cuando regresó a Chicago era oponente de la guerra en Vietnam y se unió a las luchas contra la discriminación en el empleo y la vivienda, contra la brutalidad policial, a favor de la educación bilingüe y la independencia de Puerto Rico.
Durante los años 1960 y 1970, el apoyo por la independencia había crecido en la isla y entre los puertorriqueños en Estados Unidos, inspirados por la Revolución Cubana de 1959. Una de las operaciones de espionaje y desorganización más grandes del “Cointelpro” del FBI estuvo dirigida contra los partidarios de la independencia y sindicalistas en la isla.
En 1980, diez independentistas puertorriqueños fueron arrestados en Estados Unidos y acusados de ser miembros de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional, un grupo que había tomado responsabilidad de ataques dinamiteros contra negocios con inversiones en Puerto Rico.
El 28 de mayo de 1981, López fue detenido y acusado de ser dirigente del grupo. Careciendo de pruebas de que él había participado en alguna acción violenta, el cargo principal que usaron los fiscales fue de “conspiración sediciosa”.
López y los otros argumentaron que eran presos de guerra, se negaron a tomar parte en los juicios. Todos fueron declarados culpables.
En 1999 el presidente William Clinton indultó a la mayoría de los presos políticos puertorriqueños, pero López no lo aceptó porque dos de los presos, Carlos Alberto Torres y Haydeé Beltran, no habían sido incluidos en el indulto. Beltrán fue liberada en 2009 y Torres en 2010.
Tras la liberación de Torres, la campaña para ganar la liberación de López cobró fuerza. En mayo de 2013 miles se sumaron a protestas por todo Puerto Rico que incluyeron centenares de personas que participaron en encarcelamientos simbólicos en réplicas de la celda ocupada por López. Acciones parecidas tuvieron lugar en Estados Unidos y Cuba.
Amplio apoyo para liberar a Oscar
Dirigentes de la Iglesia Católica y otras denominaciones religiosas en Puerto Rico, los partidos políticos principales de la colonia estadounidense, sindicatos en Puerto Rico y Estados Unidos, y figuras destacadas a nivel mundial, incluyendo al obispo Desmond Tutu de Sudáfrica y el Papa Francisco se encontraron entre los muchos que pidieron al gobierno norteamericano que libere a López.La lucha recibió un impulso con la liberación de los Cinco Cubanos en diciembre de 2014. Los cinco revolucionarios cubanos pasaron hasta 16 años en prisiones en Estados Unidos por cargos fabricados de “conspiración de cometer espionaje” debido a sus actividades para proteger a Cuba de los ataques violentos de contrarrevolucionarios basados en Estados Unidos.
El Nuevo Día habló con Fernando González, uno de los Cinco, que es ahora el vicepresidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), durante una celebración en las oficinas del ICAP en La Habana el 17 de enero. González compartió celda con López en la prisión en Terre Haute, Indiana, por cuatro años.
“Es una gran victoria para todo el pueblo de Puerto Rico y toda la gente de buen corazón en el mundo”, dijo González. Saludó la “resistencia, el calibre revolucionario y firmeza en lo que cree” de López.
Lucha por la independencia
La victoria de López tiene lugar cuando la junta de control fiscal para Puerto Rico, establecida por el presidente Barack Obama continúa presionando al régimen colonial a que recorte los beneficios de asistencia médica, el bienestar social y las pensiones y los salarios. Muchos en la clase capitalista de Puerto Rico se preocupan de que el regreso de López fortalezca la lucha por la independencia y en contra de la Junta de Control Fiscal.En una celebración el 21 de enero en el centro comunitario El Maestro en el Bronx, Ana López, dirigente de la Coordinadora de Nueva York para Liberar a Oscar López, leyó un mensaje enviado por Oscar desde la prisión. “Ahora más que nunca debemos trabajar por el futuro de nuestra querida patria”, dijo. “Podemos descolonizar a nuestro pueblo y a nuestra nación y convertirla en el jardín del edén que puede llegar a ser”.
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