Vol. 81/No. 8 27 de febrero de 2017
Los inmigrantes que busca la migra, junto con otros atrapados en las redadas, fueron detenidos en sus casas o en la calle en las primeras redadas a nivel nacional desde que el presidente Donald Trump asumió el cargo. Al igual que redadas “selectivas” similares bajo la administración de Barack Obama, estos ataques tienen como objetivo dividir y debilitar a la clase trabajadora.
Los policías de inmigración de la nación dijeron que estaban acelerando “lo que es normal”, para llevar a cabo la orden ejecutiva del 25 de enero de Trump que amplia el alcance de aquellos a los que pueden perseguir.
En la que fue la mayor acción de protesta hasta la fecha, más de 20 mil personas se manifestaron en Milwaukee, Wisconsin, el 13 de febrero para protestar contra las redadas, la exclusión de refugiados e inmigrantes por su religión u origen nacional y las medidas del sheriff del condado de Milwaukee David Clarke para permitir que sus agentes actúen como policías federales de inmigración.
Los manifestantes vinieron de todo el estado en lo que Voces de la Frontera, que organizó la protesta, llamó “Un Día sin Latinos, Inmigrantes y Refugiados”. Según el grupo, más de 150 fincas, fábricas, restaurantes y otros comercios por todo el estado cerraron, en lo que fue en parte una huelga de un día contra las medidas anti-inmigrantes.
“Yo no quiero ser deportado. Trabajo para el pueblo y la sociedad y es injusto ser expulsado”, dijo Eliseo Rivera, cocinero de 30 años de edad, a los miembros del Partido Socialista de los Trabajadores cuando marchaban juntos.
“No importa si eres de China, no importa si eres de Puerto Rico o de México, todos estamos juntos porque creemos que somos el pueblo”, dijo Luis Ortega a WBAY-TV.
Candidatos PST: “¡Amnistía Ya!”
“La verdad es que los capitalistas quieren que los trabajadores indocumentados vengan a Estados Unidos, porque pueden ser presionados a un estatus de paria y a ser súper explotados, y para reducir el valor de toda nuestra fuerza de trabajo”, dijo Osborne Hart, candidato del Partido Socialista de los Trabajadores para alcalde de Nueva York, a trabajadores en una protesta el 14 de febrero en Nueva York.“Las medidas de Trump, como las de Obama, Bush y Clinton antes que él, no están diseñadas para detener el flujo de trabajadores inmigrantes, sino para regularlo y dividir a la clase trabajadora”, dijo.
“Es por eso que las protestas que dicen ‘¡Alto a las redadas, amnistía ahora!’ son tan importantes”, dijo Hart. “Nuestros sindicatos deberían organizar a todos, con o sin papeles, en los sindicatos. Juntos podemos luchar más eficazmente por mejores salarios y condiciones de trabajo y seguridad en el trabajo. Debemos abanderar las demandas y las protestas que promueven la unidad de la clase obrera.”
Corte confirma orden judicial
El Tribunal de Apelaciones para el Noveno Circuito sostuvo el 9 de febrero, por una votación de 3-0, una orden judicial temporal de un tribunal federal de distrito en el estado de Washington que suspendía la orden ejecutiva del 27 de enero de Trump, que imponía una prohibición de tres meses a todos los viajeros de siete países en su mayoría musulmanes, una moratoria de cuatro meses sobre la admisión de refugiados de cualquier país y una prohibición indefinida a los refugiados sirios. Después de protestas a nivel nacional, la Casa Blanca retrocedió un poco, diciendo que la prohibición no se aplicaba a los residentes permanentes de Estados Unidos.“Nos oponemos a la prohibición general de Trump de refugiados y visitantes de siete países. Nadie debe ser penalizado por sus creencias o antecedentes religiosos, sus opiniones políticas o su país de origen”, dijo Hart. “Al mismo tiempo, la demanda planteada por muchos liberales e izquierdistas de clase media para derribar el muro y abrir la frontera es utópico y peligroso. Si se promulgara, esto aumentaría drásticamente el desempleo y la competencia entre los trabajadores, golpeando la unidad de la clase obrera”.
La orden ejecutiva de Trump del 25 de enero ampliando las redadas de ICE no ha sido retada ante un tribunal.
Protestas frenaron redadas de fábricas
Hasta 2008, una de las principales maneras en que el gobierno estadounidense intentó infundir temor a los trabajadores sin papeles fue a través de las redadas en las fábricas. Pero después de que millones de trabajadores inmigrantes salieron en huelga y protestaron el 1 de mayo de 2006 contra un proyecto de ley anti-inmigrante en el congreso de Estados Unidos, las redadas en las fábricas se volvieron cada vez menos populares en sectores amplios de la clase trabajadora.Las redadas provocaban cada vez más protestas que unían a los trabajadores negros, caucásicos y latinos. La última extensa redada de fábrica fue en Postville, Iowa, en 2008.
Washington cambió de táctica, dando por terminado las incursiones en las fábricas y dependiendo más en operaciones dirigidas a “extranjeros delincuentes”, E-verify y “auditorías” de inmigración para obligar a los patrones a despedir a trabajadores sin papeles. Algunas redadas bajo Obama detuvieron a más de 2 mil inmigrantes.
En el segundo mandato de Obama, la deportación de trabajadores indocumentados con delitos o “serias” ofensas fue proclamada la máxima prioridad de ICE.
La orden ejecutiva de Trump dice que la política de Estados Unidos es de detener a todas las personas que violan la ley federal de inmigración. A pesar de esto, las redadas recientes se llevaron a cabo en gran parte bajo las pautas de la administración de Obama.
Dan Fein y Samir Qaisar contribuyeron a este artículo desde Milwaukee.
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