Un equipo de reportaje del Militante compuesto por Osborne Hart, candidato del Partido Socialista de los Trabajadores para alcalde de Nueva York, Martín Koppel y Linda Joyce, se encuentra en Puerto Rico para extender solidaridad y cubrir los eventos, desde su primera rueda de prensa, una caravana de autos por la ciudad, hasta el concierto de celebración y su primer discurso a los pueblos de Puerto Rico y el mundo.
López viajará a Chicago el día siguiente, donde cuando joven fue un luchador por los derechos de los puertorriqueños y de otros. Hablará en Humboldt Park y otros lugares. El equipo del Partido Socialista de los Trabajadores irá de puerta en puerta en San Juan para hablar con trabajadores, se reunirán con luchadores sindicales y hablarán con estudiantes que están protestando contra el recorte de una tercera parte del presupuesto de la Universidad de Puerto Rico.
Cuando López regrese a la isla el 20 de mayo, el equipo se unirá a su caravana que viajará a San Sebastián, donde creció Oscar, para participar en un día de actividades.
Antes de viajar a Puerto Rico, Osborne Hart emitió una declaración diciendo: “¡Bienvenido a casa, Oscar! Esperamos poder luchar hombro con hombro en defensa de los trabajadores de todo el mundo”.
“Esta es una victoria no sólo para el pueblo de Puerto Rico, sino también para los trabajadores de Estados Unidos …
“Decimos: ¡Fin al dominio colonial de Puerto Rico! ¡Trabajadores de Puerto Rico y de Estados Unidos: El mismo enemigo, la misma lucha! ¡Emulemos la Revolución Cubana! ¡La independencia no se concede, hay que luchar por ella!”
Después López irá a Nueva York, San Francisco, Filadelfia y aparecerá ante la audiencia de descolonización de Naciones Unidas el 19 de junio. Hablará como parte de la creciente lucha contra el continuo saqueo de los recursos y del pueblo de Puerto Rico.
También el 17 de mayo, la jueza de distrito Laura Taylor Swain está celebrando la primera audiencia sobre la solicitud de bancarrota del gobierno colonial ante los 74 mil millones de dólares que se deben a los avaros tenedores de bonos y los 49 mil millones a los fondos de pensiones de los trabajadores.
La quiebra se está utilizando para profundizar las medidas antiobreras que el gobierno de Puerto Rico ha venido realizando a instancias de la Junta de Supervisión y Administración Financiera para Puerto Rico. La junta fue nombrada el año pasado por el presidente Barack Obama, como parte de la ley Promesa aprobada por el Congreso con apoyo bipartidista. La Junta tiene poderes dictatoriales sobre el presupuesto, las finanzas y las medidas económicas del gobierno de Puerto Rico.
En 2000, la deuda pública bruta de Puerto Rico fue de 23.8 millones de dólares. En 2006 casi se había duplicado a 40 mil millones de dólares.
La deuda creció a más de 70 mil millones de dólares de 2006 a 2015, en medio de la crisis económica mundial capitalista, agravada en la isla debido a su explotación colonial. El gobierno tomó préstamos y vendió más bonos, no para invertir en infraestructura o crear empleos, sino en gran medida para tratar de mantenerse al día con el pago de los intereses y el principal de los préstamos y bonos anteriores. En comparación, las obligaciones de Detroit eran de 18 mil millones de dólares cuando se declaró en bancarrota en 2013.
Al mismo tiempo, el producto interno bruto de Puerto Rico cayó un 18 por ciento y las compañías farmacéuticas y otras empresas privadas cerraron.
Las compañías financieras capitalistas más conservadoras vendieron sus bonos, preocupados de que la economía de la colonia en descenso amenazaría su capacidad de seguir extrayendo ganancias. Los fondos de cobertura compraron los bonos, por tan sólo 12 centavos por dólar. Aun así, exigen el pago completo, más los intereses.
El gobierno apretó más a los trabajadores para garantizar el pago de la deuda. Desde 2006 el gobierno ha despedido a 30 mil trabajadores públicos; incrementó la edad de jubilación; cerró escuelas; aumentó el impuesto sobre las ventas al 11.5 por ciento, más alto que cualquier estado de Estados Unidos; recortó pensiones; y congeló los salarios de los empleados públicos. En lo que va de año, han recortado aún más, con más cesantías y recortes a las pensiones. El gobierno colonial acaba de anunciar que cerrará 178 escuelas públicas para ahorrar dinero para pagar a los tenedores de bonos.
En 2016, el ingreso promedio anual en Puerto Rico era de 18 626 dólares, apenas el 45 por ciento del promedio en Mississippi, el estado más pobre de Estados Unidos. Los trabajadores y profesionales de clase media han huido de la isla en números masivos.
Usted puede ayudar a que el equipo de reportaje del Militante divulgue la historia enviando su contribución al Militant Fighting Fund, 306 W. 37th St., 13th Floor, New York, NY 10018.
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¡Bienvenida al luchador boricua Oscar López!
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