Vol. 81/No. 28 31 de julio de 2017
El objetivo de la gira, explicó Lemagne, es desarrollar lazos entre trabajadores y sindicatos de Estados Unidos y Cuba.
Lemagne es miembro del comité ejecutivo de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) y diputado a la Asamblea Nacional de Cuba por la ciudad de Trinidad, un popular destino turístico.
Lemagne comenzó con una presentación de diapositivas que documenta el daño que el embargo económico de Washington le ha causado al pueblo cubano. “Todos los ataques contra nuestra revolución por parte del imperio están destinados a fracasar”, dijo el dirigente sindical. “Nuestra respuesta es continuar desarrollando económicamente a nuestro país, y nuestro proceso revolucionario”.
Los trabajadores de la industria turística se consideran que están en la vanguardia de la lucha, dijo Lemagne. La industria cuenta con un creciente sector de trabajadores por cuenta propia en el sector no estatal. En 2012, dijo, su sindicato tenía sólo 345 miembros fuera del sector estatal. Hoy tiene 27 mil.
La situación en Cuba es diferente a la de los países capitalistas porque los trabajadores y los agricultores tienen poder político. No tienen que luchar por los contratos con cada patrón, dijo Lemagne, porque los derechos y las condiciones laborales están incorporados en las leyes del país.
Un récord de 3.52 millones de personas visitaron Cuba el año pasado. Muchos de los hoteles más grandes son empresas mixtas, con el 51 por ciento propiedad del estado y el 49 por ciento de empresas extranjeras. Los administradores extranjeros tienen que acatar la ley laboral cubana, dijo Lemagne, o son removidos de esos puestos.
A medida que ha crecido el turismo, y también la afiliación sindical, el sindicato ha luchado para limitar el número de habitaciones hoteleras que los trabajadores tienen que limpiar por turno, limitar las jornadas, y para que los trabajadores velen por la seguridad en el trabajo.
El 95 por ciento de los trabajadores en Cuba pertenecen a un sindicato, y la membresía es “voluntaria y consciente”.
Lemagne observó, con una sonrisa, que los trabajadores del turismo de Cuba tienen garantizadas sus vacaciones, subsidios por enfermedad, seguro social y otros beneficios por los cuales los trabajadores hoteleros de Estados Unidos están luchando para que se incluyan en sus contratos.
También dijo con orgullo que los trabajadores del turismo cubanos contribuyen una parte de sus propinas para la investigación y tratamientos del cáncer, un total de 23 millones de dólares hasta la fecha.
Alicia Jrapko, del Comité Internacional Paz, Justicia y Dignidad por los Pueblos, que auspició el evento, instó a los participantes a intensificar sus esfuerzos para exigir que Washington levante el embargo, y que devuelva el territorio de Guantánamo a Cuba, territorio que los gobernantes estadounidenses ocupan contra la voluntad del pueblo cubano.
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