El Militante (logo)  

Vol. 81/No. 34      18 de septiembre de 2017

 
(portada)

PST: Únase al debate sobre como luchar contra racismo, ataques a trabajadores

 
POR DEBORAH LATOS
OAKLAND, California—Setenta y cinco personas asistieron a un evento aquí el 26 de agosto auspiciado por el Partido Socialista de los Trabajadores. Muchos de los asistentes habían participado en protestas antirracistas en San Francisco unas horas antes.

El evento fue parte de un fin de semana de actividades auspiciado por el PST que incluyó la participación en protestas en San Francisco y en Berkeley el día anterior contra los ataques racistas.

Dos decenas de miembros y partidarios del partido de todo el país estaban en Oakland para participar en una reunión de la fracción sindical del partido en Walmart.

El orador principal fue Dennis Richter, miembro del Comité Nacional del PST y organizador de su rama en Los Angeles. También habló Mary Martin, candidata del PST para alcalde de Seattle.

“Debatimos y discutimos, encontramos acuerdos y desacuerdos, mientras estábamos lado a lado con los manifestantes antirracistas”, dijo Richter. “Introdujimos a los manifestantes a libros de Jack Barnes y Mary-Alice Waters, dirigentes del Partido Socialista de los Trabajadores, y el Militante. Vendimos 20 ejemplares de Malcolm X, la liberación de los negros y el camino al poder obrero por Barnes, el cual es la mejor explicación de las luchas de la clase trabajadora, las raíces del racismo y la historia de la nacionalidad negra”.

Richter señaló que el presidente Donald Trump había indultado el día anterior a Joe Arpaio, ex sheriff del condado de Maricopa en Arizona, quien había sido condenado por desacato judicial en julio.

No hay un aumento del sentimiento antiinmigrante en la clase trabajadora de Estados Unidos, dijo Richter. Arpaio es ampliamente odiado por sus ataques y abusos contra los inmigrantes, particularmente contra los latinos. Es infame por haber encarcelado a inmigrantes en tiendas de campaña en el sofocante desierto de Arizona.

Richter dijo que varios participantes en la protesta dijeron que creían que el racismo está creciendo entre los trabajadores. “Les señalé que más de 200 condados mayoritariamente de clase trabajadora en los que Barack Obama había ganado en las elecciones presidenciales de 2008 y 2012 votaron por Donald Trump en las últimas elecciones”, dijo Richter. “¿Acaso esos trabajadores se volvieron racistas de repente? No lo creo. Hubo un total de 500 racistas en su marcha nacional en Charlottesville, Virginia. Esa es la mayor cantidad que pudieron reunir”.

Richter señaló a las 40 mil personas que marcharon contra el racismo en Boston una semana antes en respuesta a los eventos en Charlottesville. Esta fue una protesta seria, dijo, y describió cómo ésta tiene continuidad con las batallas que tuvieron lugar en Boston a mediados de los años 70 contra la segregación racial en las escuelas. Richter explicó que él se unió a las marchas en Boston durante esa lucha y que el PST tomo parte en la dirección de estas.

El racismo ha declinado
Las movilizaciones obreras dirigidas por africano americanos que derrocaron la segregación racial de Jim Crow, cambiaron la política de Estados Unidos para siempre, dijo Richter. El racismo ha declinado drásticamente y los trabajadores trabajan y luchan juntos más fácilmente.

Richter llamó la atención a la atractiva exhibición de siete paneles que estaba al lado de la sala. Los paneles se utilizaron por primera vez para ayudar a ampliar los puntos políticos de las presentaciones de Barnes, Waters y Steve Clark en la Conferencia de Trabajadores Activos del PST en junio. Muestran en detalle cómo la clase trabajadora carga el peso de las consecuencias de la crisis mundial capitalista, dijo Richter.

“Donald Trump lo llamó una carnicería, y en eso tiene razón”, dijo. “Pero a los ricos gobernantes capitalistas, a la meritocracia y a amplias capas de profesionales les está yendo bastante bien. Esto no es el caso para decenas de millones de trabajadores”.

La reunión de la fracción de los trabajadores de Walmart discutió cómo los trabajadores allí necesitan un sindicato para dirigir la lucha contra la manera en la que los patrones están imponiendo la crisis de su sistema capitalista en los espaldas de los trabajadores. Mary Martin explicó que la reunión fue organizada de tal forma que pudieran unirse a las protestas antirracistas en San Francisco.

“Haremos lo mismo mañana’, dijo, “para estar en la protesta de Berkeley”.

Más tropas a Afganistán
Unos días antes del evento el presidente Trump anunció que el gobierno iba a aumentar el número de soldados en Afganistán. “A nivel mundial, el imperialismo norteamericano sigue siendo la potencia militar más fuerte del mundo, pero vemos que está siendo obligado a retroceder”, dijo Richter. “Los gobernantes en Washington no han podido ganar una guerra desde la primera Guerra del Golfo en 1991. Trump no tiene una estrategia para ganar la guerra en Afganistán. Los capitalistas están tratando de encontrar una estrategia para no perder la guerra.

“Los trabajadores son los soldados que sirven como carne de cañón. La respuesta a sus muertes y mutilaciones conducirá a protestas, y sus familias y los jóvenes serán parte de ellas, como lo que estamos viendo por todo el país en estas protestas antirracistas”, dijo Richter. “Trump no es más guerrerista que Hillary Clinton, en realidad es menos. Él heredó esto. Está haciendo lo que cualquier jefe del ejecutivo del gobierno imperialista de Estados Unidos haría”.

Richter aplaudió el veredicto de no culpable para Richard Lovelien, Steven Stewart, Eric Parker y Scott Drexler, quienes enfrentaban cargos fabricados por haber ido al rancho de Cliven Bundy en Nevada para unirse a la lucha contra la incautación del ganado de Bundy por el gobierno después que se negara a pagar las tarifas federales de pastoreo. Dos de los acusados fueron absueltos totalmente y los otros dos fueron absueltos de la mayoría de los cargos.

“El gobierno es dueño de más del 80 por ciento de la tierra en el estado de Nevada. Los Bundy han sido ganaderos allí durante 100 años”, dijo Richter, quien asistió al juicio en Las Vegas en solidaridad con Bundy y todos los acusados. “El gobierno federal ha expulsado a otros ganaderos de la tierra, pero los Bundy se han negado a irse. Cientos de personas los han apoyado en la defensa de sus derechos de pastoreo”.

En el período de discusión un participante dijo que no estaba de acuerdo con Richter. “Discrepo en que no hay un aumento en la supremacía blanca”, dijo. Otro dijo que pensaba que la familia Bundy era racista.

“¿Cómo explica usted que ninguna otra organización política de la izquierda esté interesada en la lucha de los Bundy aparte del Partido Socialista de los Trabajadores?”, preguntó otro.

“Fuimos a hablar con trabajadores en sus casas en un vecindario de latinos, negros y caucásicos en Las Vegas. Ellos sabían sobre las restricciones contra los ganaderos que imponen las agencias federales. Los rancheros las llaman ‘excesos federales’ cuando el gobierno te impide vivir de la tierra”, dijo Richter. “Hay allí una identificación profunda entre los trabajadores, quienes enfrentan todo tipo de burocracia, impuestos y multas de los gobiernos locales, estatales y federales. Apreciaron la información sobre el juicio en Las Vegas y expresaron su apoyo a los acusados. Los trabajadores y los agricultores necesitan organizarse juntos contra la dictadura del capital”.

Martin habló sobre su experiencia cuando cubrió para el Militante el caso amañado en Portland, Oregón, contra los ocupantes de la reserva natural Malheur en 2016. Los hijos de Bundy, Ammon y Ryan y otros fueron absueltos en ese juicio. “El jurado no creyó la versión del gobierno”, dijo ella.

Cuando los partidarios de los Bundy estaban saliendo de la corte en Portland, estaba pasando una marcha de Black Lives Matter. John Lamb, un criador de pollos de Montana, se unió a la marcha. Algunos de los manifestantes trataron de detenerlo, y le dijeron, “¡Si apoyas a los Bundy, eres un supremacista blanco!”, dijo Martin.

“Lamb dijo, ‘No, no lo soy’”, dijo Martin. “‘Tenemos gente de muchas razas en nuestro grupo, incluyendo africano americanos y nativos americanos. Estoy en contra de lo que el gobierno y la policía están haciendo con los negros, así como estoy en contra de lo que están haciendo con los ganaderos y los Bundy. Fue acogido en la protesta”.

Richter invitó a los asistentes a unirse al PST para seguir protestando y marchando contra el racismo, y para ir con miembros del partido a discutir sobre la política con trabajadores en las puertas de sus casas.

“La cuestión racial es controversial. Todos somos trabajadores”, dijo en la discusión informal posterior a la reunión Ysenia Gavila, una recepcionista de un gimnasio. “Lo que todos tenemos en común es que todos somos trabajadores independientemente de la industria en la que trabajamos”.

“Me gusta cómo todos aquí están organizados”, dijo Brian Chavez, de 22 años, miembro del Sindicato de Vidrieros. “El PST tiene una buena manera de unir a la gente”.

Norton Sandler, del PST de Oakland, quien presidió la reunión, hizo una colecta que recaudó 1 150 dólares. Sandler agradeció a los presente por haber alojado a los 25 participantes que vinieron de otras ciudades y a los que cocinaron la deliciosa comida que se disfrutó antes del programa.  
 
 
Portada (este número) | Página inicial | Página inicial en versión de texto