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Vol. 81/No. 40      30 de octubre de 2017

 
(portada)

Con la complicidad de EEUU, Bagdad captura Kirkuk

 
POR BRIAN WILLIAMS
Con el apoyo y los armamentos de Washington, el ejército iraquí y la milicia chiita Hashd al-Shabi, la cual cuenta con el respaldo de Teherán, se apoderaron de la ciudad de Kirkuk el 16 de octubre, así como de los campos petroleros, la base militar y el aeropuerto de la zona. Estos acontecimientos tuvieron lugar tres semanas después de que el 93 por ciento de los kurdos y otros en la región del Kurdistán, incluyendo a Kirkuk, votaron por la independencia. Respaldados por Washington, Berlín y la Unión Europea, los gobernantes capitalistas de Bagdad, Ankara, Damasco y Teherán exigieron que se anule el referéndum, o los kurdos tendrán que enfrentar las consecuencias.

Miles de kurdos huyeron de Kirkuk, en dirección a la capital Erbil y Solimania en la región oriental de Kurdistán. En 48 horas, las fuerzas iraquíes también tomaron posesión de otras áreas controladas por los kurdos.

El Peshmerga, el ejército del gobierno regional de Kurdistán, había desplegado unos 9 mil soldados a Kirkuk junto con voluntarios civiles, prometiendo defender la ciudad. Pero las divisiones dentro de la dirección del KRG de los funcionarios de la Unión Patriótica del Kurdistán “traicionaron a Kurdistán” al “abandonar los frentes claves”, dijo una declaración peshmerga. La PUK es parte de la coalición del gobierno regional de Kurdistán con el Partido Demócrata Kurdo.

Frente a esta situación, los Peshmerga restantes se retiraron para evitar un choque sangriento con altas bajas, posibles conflictos con otras fuerzas kurdas y para concentrar sus fuerzas en la defensa de la región kurda autónoma y su lucha por la independencia.

“La nación de Kurdistán, con el poder de los valientes, tarde o temprano, eventualmente alcanzará sus objetivos sagrados y correctos”, dijo una declaración del 17 de octubre emitida por el presidente del KRG, Masoud Barzani. “Y ahora abogamos por la protección de la unidad y la resistencia de la nación de Kurdistán y los partidos políticos”.

Los 30 millones de kurdos que viven en Irán, Iraq, Siria y Turquía, la nación más grande del mundo sin su propio estado, se inspiraron en la victoria del referéndum por la independencia de Kurdistán, que también despertó la solidaridad de los trabajadores en todo el Medio Oriente y en todo el mundo.

Qassen Soleimani, el comandante de la Fuerza Quds de Irán, estaba en Kirkuk dirigiendo el asalto. Fue designado “asesor militar” de Hashd al-Shaabi por el gobierno iraquí.

‘Asalto con armas estadounidenses’

“No estamos tomando partido”, dijo el presidente Donald Trump a los medios el 16 de octubre. Pero Washington se opuso al referéndum e insiste en que los kurdos se sometan a mantener la integridad territorial de Iraq. “No tomar partido” realmente significó que respaldaron al gobierno iraquí y sus aliados respaldados por Teherán.

Este asalto fue “lanzado por armas estadounidenses, vehículos blindados, tanques y otras armas de la coalición”, dijo un comunicado del 15 de octubre del Comando General de Peshmerga. Estos fueron entregados a las fuerzas iraquíes “bajo el nombre de la guerra contra ISIS [Estado Islámico]” mientras que “Peshmerga, también en la lucha contra el ISIS, no recibió las armas necesarias para defenderse”.

Al comienzo del ataque militar, los gobernantes capitalistas en toda la región habían lanzado un bloqueo y otros ataques contra los kurdos. El régimen iraquí detuvo los vuelos internacionales a la región del Kurdistán. Ankara anunció que está cerrando el espacio aéreo de Turquía para vuelos dentro y fuera de Kurdistán y planeaba cerrar sus pasos fronterizos. Tanto Ankara como Teherán llevaron a cabo maniobras militares con fuerzas iraquíes en la frontera kurda.

Aprovechando el asalto a Kirkuk, el Estado Islámico se apoderó de dos aldeas al norte de la ciudad, Makha y Twelay, que habían estado bajo protección peshmerga.

La presión sobre Kurdistán y el asalto a Kirkuk abrieron desacuerdos públicos dentro de la Unión Patriótica de Kurdistán, que junto con el Partido Demócrata Kurdo, constituyen la mayoría del KRG. Bafel Talabani, hijo del difunto presidente iraquí y líder de la PUK Jalal Talabani, llamó el 12 de octubre a disolver el Consejo Provincial de Kirkuk, dirigido por los kurdos, y adherirse a las demandas de Bagdad de que las negociaciones se deben basar en rechazar los resultados del referéndum.

Pero el KDP y la mayoría de los líderes de PUK rechazaron estas demandas.


 
 
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