Triunfo en W. Virginia inspira a otros a luchar

Por Emma Johnson
26 de marzo de 2018
Maestros protestan contra ataques del gobierno en Frankfurt, Kentucky, el 12 de marzo.
Kentucky Education AssociationMaestros protestan contra ataques del gobierno en Frankfurt, Kentucky, el 12 de marzo.

BOONE COUNTY, Virginia del Oeste — La victoria alcanzada el 6 de marzo en la huelga de maestros y trabajadores escolares en Virginia del Oeste surgió de un poderoso movimiento social, en el que los sindicalistas se adueñaron de su lucha y ganaron la solidaridad de mineros, estudiantes y otros trabajadores del estado y más allá. Su unidad, disciplina y organización repelieron los intentos del gobierno para dividir a los trabajadores. Demostraron que la clase trabajadora puede usar sus sindicatos para luchar y ganar.

La lucha de estos trabajadores se desarrolló sobre la creciente ira en Virginia del Oeste contra los ataques de los patrones y su gobierno que surgen de la crisis del sistema capitalista. Los mineros han sido víctimas especiales de estos ataques a medida que los empleos sindicalizados se han desvanecidos y la enfermedad del pulmón negro ha vuelto a proliferar en los yacimientos de carbón. Existe una larga historia de lucha de los mineros, que los docentes aprovecharon, celebrando días de “camisa roja”, el color que los mineros vistieron en sus batallas más grandes. Y hay una tradición de desconfianza hacia el gobierno en todos los niveles.

Su victoria ha tenido un impacto especial en los maestros de otros estados donde los salarios, la atención médica, pensiones y condiciones de trabajo, son decididos por los gobiernos estatales incluso en Oklahoma, Kentucky, Mississippi y Arizona. Las condiciones que los trabajadores escolares enfrentan en estos estados son similares a las de Virginia del Oeste, y se habla más de una huelga.

Alberto Morejón, un maestro de secundaria, de 25 años de edad y entrenador del equipo de béisbol en Stillwater, Oklahoma, dice que fue inspirado por los maestros de Virginia del Oeste y decidió emular su ejemplo. Él comenzó una página de Facebook —“Oklahoma Teacher Walkout The Time Is Now” (paro de maestros en Oklahoma: ha llegado el momento)— para maestros y otros trabajadores públicos para discutir lo que podrían hacer. Para el 12 de marzo unos 65 mil trabajadores se habían inscrito.

La Asociación de Educación de Oklahoma realizó una rueda de prensa el 8 de marzo, en la que habló Morejon, y anunció que al menos que el gobierno estatal acepte sus demandas saldrán en huelga el 2 de abril y convocaran una protesta masiva en el Capitolio para ese día.

Un equipo de militantes del Partido Socialista de los Trabajadores fue a Virginia del Oeste para extender solidaridad y aprender más sobre este movimiento social. Se sumaron a las protestas en la capital, viajaron por todo el estado y visitaron los condados del sur de McDowell, Wyoming y Boone.

Los trabajadores en esta región minera de Virginia del Oeste tomaron la iniciativa para poner en marcha el movimiento. En noviembre, comenzaron a promover la unidad entre los miembros de los tres sindicatos: la Asociación de Educación de Virginia del Oeste, la Federación Estadounidense de Maestros–Virginia del Oeste y la Asociación de Personal de Servicio Escolar de Virginia del Oeste. Se movilizaron, realizaron reuniones e informaron a los padres sobre los temas y las protestas que estaban planificando.

El 2 de febrero, los trabajadores en cuatro condados sureños tuvieron la “Gripe Azul” y se congregaron frente al Capitolio en Charleston. Y luego el movimiento creció rápidamente en todo el estado.

Los estudiantes en el condado de Boone apelaron a sus iguales por todo el estado y organizaron a más de mil personas para marchar en Charleston en solidaridad con la huelga el 2 de marzo.

Influencia de batallas de mineros

Los trabajadores en la línea de piquetes señalan que los estudiantes aprendieron más de la huelga de lo que hubieran aprendido en el aula. Los estudiantes se ofrecieron como voluntarios para empacar y distribuir alimentos junto a sindicalistas y otros a los estudiantes que dependen de las comidas escolares.

La influencia de la historia de las batallas de los mineros del carbón marcó la lucha de los docentes. Los trabajadores usaron pañuelos rojos en honor a la histórica guerra librada por los mineros del carbón contra policías locales y matones de la empresa en Blair Mountain en 1921. Debido a sus pañuelos, a los mineros los llamaban el “Ejército de Cuello Rojo”. Un gran número de huelguistas y estudiantes aquí pertenecen a familias de mineros del carbón.

Steve White, oriundo del condado de Boone y minero de tercera generación, de unos 40 años de edad, nos llevó por un recorrido alrededor de Bim, su pueblo natal.El sur de Virginia del Oeste es donde los mineros libraron sangrientas batallas para retomar control de su sindicato a fines de la década de 1960 y 1970. Fue una revolución en el sindicato de mineros UMW para luchar por condiciones de trabajo seguras con el poder para detener la producción cuando fuera necesario. Se establecieron clínicas de salud gratuitas en toda la región. Los incidentes de pulmón negro disminuyeron por más del 90 por ciento.

Virginia del Oeste ha sido devastado por la crisis moral, política y económica del capitalismo. El condado de Boone, con una población de 25 mil habitantes, ha perdido más de 5 mil trabajos de minería en los últimos cinco años, con efectos secundarios en las escuelas, los servicios sociales, la atención médica y el comercio minorista. Y Virginia del Oeste sufre una de las tasas más altas de sobredosis de opioides en el país.

“Mucha gente aquí votó por Donald Trump”, agregó. “Clinton dijo que éramos ‘deplorables’, mientras que Trump hablaba sobre la carnicería y el bello carbón y dijo que los empleos volverían”.

“La huelga tiene el mismo origen”, dijo Emily Comer, una maestra en el condado de Kanawha, en una reunión el 10 de marzo en Nueva York. “Viene de la desesperación económica. Por eso la gente votó por Trump y por eso salieron en huelga”.

El 27 de febrero el gobernador Jim Justice anunció que obtendría un aumento del 5 por ciento para los huelguistas y los dirigentes sindicales dijeron que deberían volver al trabajo. Los huelguistas convocaron reuniones sindicales locales en los 55 condados, lo debatieron y votaron a favor de mantenerse en huelga. “No confiamos en la legislatura”, dijeron. Su huelga se mantuvo sólida y nueve días después ganaron.