NUEVA YORK — Cientos de obreros de la construcción participaron después del trabajo el 26 de abril en la décima “Misa de los cascos”, un evento anual en el Día Memorial de los Trabajadores. Un casco y una rosa fueron colocados en sillas por cada uno de los 19 obreros de la construcción muertos en sus trabajos en el último año.
Padre Brian Jordan, quién celebró la misa, dijo que en la década transcurrida desde la primera misa conmemorativa 166 obreros han muerto en sus trabajos.
Esta cifra incluye 46 trabajadores en obras donde habían sindicatos y 116 donde no los habían. “Los recordamos independientemente de su status migratorio”, dijo Jordan. “Resaltamos la dignidad de cada ser humano en la industria de la construcción”. Los muertos fueron “desproporcionadamente trabajadores inmigrantes y de bajo salario”, dijo, y en gran parte indocumentados.
El aumento de muertes en la industria es consecuencia de la presión de los patrones que ignoran la seguridad y otras condiciones en pos de aumentar las ganancias a costa de los trabajadores, sindicalizados o no.
Las muertes demuestran la necesidad de forjar sindicatos combativos que puedan organizar y unificar a los trabajadores de la construcción para tener control de las condiciones de producción y seguridad.