Revolución Cubana ‘nos puso en mejor posición para confrontar el racismo’

Por Naomi Craine
6 de mayo de 2019

CHICAGO — Los avances hechos por la Revolución Cubana contra la discriminación racial heredada del legado de la esclavitud, el colonialismo y el capitalismo, y los continuos retos para superar el prejuicio y la desigualdad racial que aún persisten fueron debatidos en un evento auspiciado por la Coalición sobre Cuba de Chicago el 7 de abril.

Unas 35 personas escucharon a Gisela Arandia y Tomás Fernández Robaina. Arandia es la presidenta del capítulo cubano de Articulación Regional Afrodescendiente de América Latina y el Caribe. Fernández es investigador en la Biblioteca Nacional José Martí y profesor en la Universidad de La Habana. Ambos pertenecen a la Unión de Artistas y Escritores de Cuba (UNEAC).

“Las ideas y divisiones raciales no son naturales”, dijo Arandia. “No se puede hablar de discriminación racial sin hablar del colonialismo, y especialmente de África, donde la gente fue forzada a la esclavitud en las condiciones más brutales. Cuando analizamos las raíces de la discriminación racial, el colonialismo y el capitalismo la moldearon en Cuba”.

Los esclavos africanos y sus descendientes fueron parte integral de las guerras de los trabajadores y campesinos cubanos por la independencia de España, que se desarrolló entre 1868 y 1898. “Cuando el ejército mambí estaba a punto de obtener la independencia, Estados Unidos apareció para ‘ayudar’,” dijo Arandia con sarcasmo. El régimen que ellos impusieron fue prejuicioso, especialmente para el 60 por ciento de los soldados y oficiales de la guerra de independencia que eran afrodescendientes”. Las leyes racistas, las tradiciones del sistema norteamericano de Jim Crow y la super explotación capitalista de los afroamericanos fueron trasplantados al suelo cubano.

Para 1959, cuando los trabajadores y agricultores cubanos dirigidos por Fidel Castro y el Movimiento 26 de Julio lograron derrocar a la dictadura de Fulgencio Batista respaldada por Estados Unidos, “había parques segregados, playas, todo”, dijo Fernández.

El gobierno revolucionario prohibió la discriminación racial. Movilizaciones como la campaña de alfabetización de 1961, en la que 100 mil jóvenes enseñaron a otros a leer y escribir por todo el país, beneficiaron especialmente a los más oprimidos, incluidos los negros y las mujeres.

“Se inició la práctica de contratar a los negros a trabajar en lugares como bancos, donde antes habían sido excluidos”, dijo Fernández. “Pero el prejuicio no simplemente desaparece”. Cuando comenzamos a hablar sobre los retos pendientes, “algunas personas dijeron que eso era contrarrevolucionario. Pero no, hay que ser honesto. Necesitamos usar la revolución para mejorar nuestra sociedad”, dijo Fernández.

En respuesta a una pregunta sobre la policía en Cuba, Fernández dijo, “A menudo, la policía solo le pide identificación a los negros. Aplaudo a los raperos. Comenzaron a cantar sobre esto, haciendo que las personas sean más conscientes de sus derechos como ciudadanos cubanos”.

Un afrocubano en el público confrontó a los oradores por su apoyo a la revolución. “Cuba es un país multirracial, pero todas las decisiones son tomadas por cubanos blancos”, dijo. “Esa es la razón principal por la que vine aquí hace muchos años. La situación de los cubanos negros es casi la misma que en la esclavitud”.

“Es imposible decir que las cosas no son diferentes a las anteriores. Esa es una tontería”, respondió Arandia. “Por ejemplo, hay un gran número de mujeres negras en la ciencia, en el desarrollo de vacunas, trabajando como médicos. Eso no existe en ningún otro lugar del mundo”.

La Revolución Cubana puso la lucha por los derechos de los afrocubanos en su agenda desde el principio y convirtió la solidaridad con África en una piedra angular de su labor internacionalista, desde la ayuda a las luchas revolucionarias desde Argelia hasta Angola y contra el apartheid en Sudáfrica, hasta el envío de médicos en todo el continente.

“La sangre de África corre abundante por nuestras venas”, dijo Fidel Castro en un acto de más de un millón de personas en La Habana en 1975. “Y de África, como esclavos, vinieron muchos de nuestros antecesores a esta tierra. Como esclavos lucharon mucho. Y mucho que lucharon los esclavos, y mucho que combatieron en el Ejército Libertador de nuestra patria ¡Somos hermanos de los africanos y por los africanos estamos dispuestos a luchar!”

‘En Cuba lo combatimos’

“Es cierto que ha habido errores, muchos negros viven en condiciones más pobres, y la revolución debe hacer más. Pero dígame, ¿en qué país del mundo no hay racismo?”, dijo Arandia. “El colonialismo fue muy eficaz en la creación de divisiones. ¿Por cuál otro motivo los españoles crearon el concepto de ‘mulatos’?”, la división del pueblo en función de las gradaciones del color de la piel.

“Si es solo un problema con el socialismo, ¿por qué esto no se ha resuelto en Estados Unidos? En Cuba hay un esfuerzo político, social y económico para confrontar esto”.