Tras la victoriosa campaña de sindicalización del sindicato automotriz UAW en la planta de Volkswagen en Chattanooga, Tennessee, en abril, los trabajadores de Mercedes-Benz en Vance, Alabama, votaron en contra de ser representados por el UAW por un 56% (2,642 a 2,045).
“Por supuesto que estamos decepcionados”, dijo Kirk Garner, un trabajador de Mercedes, al Militante por teléfono el 18 de mayo. “La compañía logró convencer a algunos trabajadores que habían dicho que votarían a favor. La empresa realmente nos golpeó, mostrando videos contra el sindicato en sesiones obligatorias”.
La votación, celebrada del 13 al 17 de mayo, fue el primer intento de lograr el reconocimiento sindical en la planta. Los trabajadores de Volkswagen tuvieron que intentarlo tres veces antes de lograrlo.
“Recién estamos empezando a hablar de lo que sigue, pero sabemos que tenemos que seguir adelante e intentarlo de nuevo”, dijo Garner.
Las condiciones de trabajo —horarios agotadores que no dejan tiempo para la vida familiar y salarios que no están a la par de la inflación— inspiraron a los trabajadores a luchar por un sindicato, además de observar los logros obtenidos a través del UAW en las huelgas de los “Tres Grandes” el otoño pasado.
Casi todas las fábricas automotrices extranjeras que se han abierto en Estados Unidos desde la década de 1990 se encuentran en el Sur. Cuando los trabajadores de la Volkswagen votaron a favor del UAW en abril, fue la primera planta automotriz extranjera en sindicalizarse en el Sur. Está amaneciendo un nuevo día.