Con las elecciones presidenciales a solo cuatro meses, los gobernantes capitalistas de Estados Unidos están tratando de convencer a los trabajadores de que nuestra única opción es elegir el “mal menor” entre Donald Trump o Joseph Biden.
Pero la subordinación de nuestros intereses de clase a los patrones y sus partidos durante décadas es el principal obstáculo para impulsar los intereses que los trabajadores en todo el mundo comparten contra Washington y otras clases dominantes. Las familias capitalistas pretenden descargar la crisis de su sistema sobre nuestras espaldas y utilizarnos como carne de cañón en sus guerras.
Tanto la campaña del Partido Demócrata como la del Republicano insisten en que “nosotros” los norteamericanos —los trabajadores y los capitalistas que nos explotan— compartimos intereses comunes. Pero cualesquiera que sean sus conflictos momentáneos partidistas, ambos gobiernan para las familias capitalistas, que se benefician de la explotación de la clase trabajadora, y defienden su orden mundial imperialista, saturado de crisis, ante sus rivales en el exterior.
Rachele Fruit, la candidata del Partido Socialista de los Trabajadores para presidente de Estados Unidos, explica que la cuestión decisiva que enfrentan los trabajadores es la necesidad de romper con los partidos de los patrones y formar nuestro propio partido, un partido obrero. Señala la capacidad de los trabajadores de unirse para luchar por las cosas que necesitamos. La única manera de utilizar eficazmente nuestro poder es organizándonos independientemente de los patrones a todos los niveles.
Explica que hoy los trabajadores están dispuestos a luchar, forjar y utilizar los sindicatos y ofrecer solidaridad a los que luchan, aquí y en todo el mundo.
Decenas de millones de trabajadores están indignados por los salarios y las condiciones que hacen cada vez más difícil vivir y mantener una familia. Muchos están poniendo atención a la política mundial a consecuencia de la invasión asesina de Moscú para someter a Ucrania y del atroz pogromo de Hamás el 7 de octubre y el creciente odio antijudío en todo el mundo.
Necesitamos un partido obrero, basado en los sindicatos, que llame a todos los trabajadores a unirse y luchar codo a codo. Un partido que defienda los intereses independientes de la clase trabajadora en todas las cuestiones. Que organice a nuestra clase para profundizar nuestras luchas, permitiendo la transformación de la visión que los trabajadores tenemos de nosotros mismos, el fortalecimiento de la conciencia de clase y la autoconfianza, la unión de todos los explotados y oprimidos para luchar para tomar el poder político en nuestras manos.
La Revolución Rusa liderada por los bolcheviques en 1917 y la revolución socialista de Cuba en 1959 mostraron a los trabajadores que es posible construir una dirección y un partido que lidere a decenas de millones para tomar el poder político.
Construir este tipo de partido es lo que ofrece la campaña presidencial del Partido Socialista de los Trabajadores. Endorse la campaña. Presente el PST a sus compañeros de trabajo, familiares y amigos. Únase a los esfuerzos del PST para aparecer en la boleta electoral. Conozca más sobre el programa del partido y su continuidad revolucionaria de la clase trabajadora.
Únase a los activistas del partido que explican que lo que importa no es contra quién estás, sino qué es lo que defiendes.