NEW HILL, Virginia del Oeste — Alyson Kennedy, la candidata del Partido Socialista de los Trabajadores para presidente de Estados Unidos en 2016 y ex minera del carbón, acompañada de partidarios de la campaña del PST, hablaron con Judy Gillespie en el pórtico de su casa el 20 de julio, sobre el programa del partido. Gillespie entró a trabajar en las minas en 1977. Trabajó en minas subterráneas por 12 años, una gran parte del tiempo instalando pernos de anclaje de techos.
“Las condiciones han cambiado desde los tiempos que fuimos mineras”, dijo Gillespie, describiendo cómo los sindicatos se han debilitado. Dijo que en una mina cercana donde no hay sindicato “la compañía tiene un cuarto con catres. Presionan a los mineros a que trabajen ocho horas y tengan ocho horas libres y que duerman en la mina entre sus turnos. Piensan que son nuestros dueños”.
Kennedy señaló las luchas de los mineros que han impedido a los patrones imponer este tipo de condiciones, incluyendo la huelga para obtener reconocimiento sindical en una mina en Huntington, Utah, en 2003-04, en la que ella participó. “La lucha fue encabezada por mineros jóvenes, muchos de ellos oriundos de México. Pusimos mucha resistencia contra las demandas patronales, recibimos apoyo amplio y los hicimos retroceder. Vamos a ver ese tipo de luchas de nuevo”.
“Me gustaría verlo por todas partes”, dijo Gillespie.
Quería más información sobre el partido y su programa, y compró una suscripción al Militante y los libros Los tribunos del pueblo y los sindicatos; ¿Son ricos porque son inteligentes?; El historial antiobrero de los Clinton; y Malcolm X, la liberación de los negros y el camino al poder obrero, todos por el secretario nacional del PST Jack Barnes.
Más de una decena de partidarios se unieron a Kennedy y a Malcolm Jarrett para tocar a las puertas de hogares en pueblos y áreas mineras en el occidente de Pensilvania y Virginia del Oeste del 18 al 21 de julio, y en el distrito del concejo municipal #1 de Pittsburgh, donde Jarrett es candidato del PST. Una decena de personas compró suscripciones al Militante y compraron 11 libros de dirigentes del PST. Unas 90 personas firmaron la petición para colocar a Jarrett en la boleta electoral.
‘Las cosas han cambiado’
“Las cosas han cambiado”, dijo la trabajadora de la salud Christy Cozby a Jarrett y Kennedy cuando tocaron a su puerta en Pittsburgh. “La vivienda debería ser un servicio público”, sugirió Cozby, “para que los trabajadores puedan pagar por un lugar decoroso donde vivir”.
“¿Cuál es la diferencia entre el PST y los Socialistas Democráticos de América?” preguntó Cozby.
“DSA es parte del Partido Demócrata, el cual es un elemento esencial del sistema bipartidista que mantiene la explotación y opresión de los trabajadores” dijo Kennedy. “El PST presenta un curso opuesto. Luchamos por la acción política independiente de la clase trabajadora, para que los trabajadores tomen el poder de las manos de los creadores de las guerras, de los dueños multimillonarios que cortan nuestros salarios y condiciones de vida, que atacan los derechos de la mujer y se oponen a la lucha por la igualdad de los negros, que explotan a los trabajadores inmigrantes y niegan derechos a los trabajadores en las cárceles”.
El PST se basa en la rica historia del movimiento obrero en este país y alrededor del mundo, dijo Kennedy. Cozby compró un ejemplar de Los tribunos del pueblo y los sindicatos, de Carlos Marx, V.I. Lenin, León Trotsky, Farrell Dobbs y Jack Barnes, y se suscribió para recibir el Militante.
La demanda del PST de que Washington cese su injerencia en Irán, Venezuela y Cuba, fue bien acogida por muchos trabajadores con quien hablaron los partidarios. “Nos dicen que están defendiendo nuestro país, pero lo que estamos defendiendo es el petróleo”, dijo el ex soldado del ejército Eric Dunbar a Mike Galati en la comunidad de Beltzhoover en Pittsburgh. “Nos juegan sucio y mientras tanto nosotros estamos peleando sus guerras”.