Alyson Kennedy
Alyson Kennedy creció en Indianápolis, donde se sintió atraída por las noticias en la televisión de las masivas batallas contra policías racistas y matones del Ku Klux Klan en el sur de Estados Unidos que derribaron la segregación racial Jim Crow, fortaleciendo a toda la clase trabajadora. Después de mudarse a Louisville, Kentucky, se unió a la lucha para desegregar las escuelas públicas de esa ciudad en 1975.
Hoy en día trabaja en Walmart en Dallas, donde organiza con otros trabajadores para presionar por salarios más altos y mejores condiciones de trabajo, y organiza apoyo hacia otras luchas por los intereses del pueblo trabajador.
Una luchadora socialista y sindical durante más de cuatro décadas, Kennedy, es miembro del Comité Nacional del Partido Socialista de los Trabajadores y fue la candidata del partido para vicepresidenta en 2008 y para presidente en 2016.
Después de unirse al partido se mudó a Virginia del Oeste, donde fue parte de la primera ola de mujeres que rompieron las barreras que los patrones del carbón usaban para excluir a las mujeres de trabajos subterráneos en las minas.
En 1981 participó en la huelga de 160 mil miembros del sindicato de mineros UMWA. Dijo que fue “una de las experiencias educativas más importantes de mi vida ya que vi de primera mano lo que podemos lograr los trabajadores cuando estamos unidos y usamos nuestro poder”.
Como minera veterana durante 14 años, además de trabajar en fábricas de costura y de acero, entre otras, con y sin sindicatos, se ha unido a sus compañeros de trabajo para luchar por el control sobre las condiciones de trabajo y la seguridad. Esto es crucial para todos los trabajadores —luchar por un mayor control de todos los aspectos de la producción, una escuela para aprender a operar la economía y el país.
De 2003 a 2006, Kennedy estuvo en las primeras filas de una batalla de sindicalización en la mina de carbón Co-Op en las afueras de Huntington, Utah. Los mineros allí, la mayoría inmigrantes de México, lucharon por un sindicato para obtener condiciones de trabajo más seguras, el fin del abuso de los patrones y salarios más altos. La lucha de los mineros ganó una solidaridad amplia y dio un poderoso ejemplo a otros trabajadores sobre cómo luchar.
Kennedy ha estado involucrada en las luchas contra las guerras de Washington desde Vietnam hasta sus intervenciones en el Medio Oriente hoy, exigiendo que las tropas de Estados Unidos se salgan ya. Está promoviendo la solidaridad con las luchas que libran los trabajadores en Irán, Iraq y otras partes de la región.
El año pasado participó en un viaje para conocer la región kurda del norte de Iraq, participando en reuniones allí para aprender sobre las luchas de trabajadores que han enfrentado décadas de tiranía, opresión nacional y guerra. Ella habló sobre el trabajo del PST en el movimiento sindical y el camino hacia la emancipación de la mujer.
Kennedy ha estado activa en la lucha para defender el derecho de la mujer al acceso irrestricto a servicios de planificación familiar, incluido el derecho a abortos seguros.
En 2019 se unió a las protestas contra la pena de muerte en Texas y participó en las acciones que con éxito lograron la suspensión de la ejecución de Rodney Reed. Se ha unido a muchas otras acciones contra la brutalidad policial y contra todo el sistema capitalista de injusticia, con sus casos amañados, “acuerdos de culpabilidad” y fianzas onerosas.
Fue parte de un equipo de solidaridad y reportaje a Puerto Rico el año pasado después de las amplias manifestaciones que forzaron la renuncia del gobernador Ricardo Rosselló. El PST exige el fin del dominio colonial de Washington sobre Puerto Rico. En 2017 y 2018 participó en brigadas de solidaridad internacional a Cuba para aprender como defender más eficazmente la Revolución Cubana y hablar sobre la lucha de clases en Estados Unidos.
Kennedy se ha unido a acciones en defensa de los trabajadores inmigrantes y contra las deportaciones. El PST exige una amnistía para todos los inmigrantes en Estados Unidos que según las autoridades no tienen documentos “adecuados”, explicando que esto es esencial para unir al pueblo trabajador y crear mejores condiciones para combatir los ataques de los patrones contra todos los trabajadores.
Malcolm Jarrett
Malcolm Jarrett, candidato del Partido Socialista de los Trabajadores para vicepresidente, de 49 años, trabaja como cocinero en una empresa de hostelería en Pittsburgh. Se vio atraído a las luchas de los trabajadores como joven africano americano en el este de Missouri, cuando su familia se unió a la defensa de la comunidad negra en Cairo, Illinois, contra los ataques de la policía y de grupos justicieros. En estas luchas, ganó una apreciación real del apoyo de los agricultores del área. Jarrett también fue influenciado por el movimiento revolucionario popular que derrocó al régimen del apartheid en Sudáfrica.
Se unió al PST mientras organizaba protestas en la Universidad Estatal del Sudeste de Missouri para oponerse a la guerra de Washington contra Iraq en 1991. Hoy se solidariza con las protestas de los trabajadores y los jóvenes contra las guerras promovidas por Washington y Teherán en Irán e Iraq.
Jarrett ha ayudado a organizar solidaridad con las batallas sindicales, incluida la ola de huelgas y protestas de maestros y trabajadores escolares en 2018, viajando para unirse a acciones en su apoyo en Virginia del Oeste, Oklahoma, Carolina del Norte y Pensilvania.
Durante la huelga del año pasado de los miembros del sindicato automotriz UAW en la GM, Ford y Fiat Chrysler, Jarrett se unió a las líneas de piquetes en Indiana, Texas y Minnesota. En una gira nacional el otoño pasado, él y Alyson Kennedy brindaron solidaridad a los mineros del carbón que luchaban para recuperar el pago que les habían robado los patrones del carbón en la mina Blackjewel en Kentucky. Los dos se reunieron con los taxistas de Uber y Lyft en Atlanta para discutir la explotación que enfrentan y la necesidad de luchar por un sindicato para todos los conductores, incluidos los de taxis amarillos, los de limusina y los que contratan con aplicaciones digitales.
Jarrett ha participado en luchas contra la brutalidad de la policía, desde la muerte de Jonny Gammage en 1997 hasta las acciones de miles de jóvenes que marcharon en Pittsburgh la primavera pasada para protestar contra la absolución del policía que mató a Antwon Rose II. Él señala que la violencia policial y la “justicia” capitalista tienen como objetivo intimidar y castigar al pueblo trabajador.
El 27 de octubre de 2018, cuando un matón antisemita acribilló a 11 judíos en la sinagoga del Árbol de la Vida en Pittsburgh, Jarrett se unió a las 3 mil personas que protestaban esa noche. El explica que el odio antijudío es endémico del capitalismo y cómo la clase gobernante capitalista recurre a fuerzas de matones antisemitas en tiempos de crisis profunda para dividir y aplastar a la clase trabajadora. El pueblo trabajador tiene que ser educado sobre el significado de esta cuestión.
Jarrett ha viajado a Cuba en varias ocasiones, incluyendo como parte de la Brigada Internacional del Primero de Mayo del año pasado, para ofrecer solidaridad con la lucha de seis décadas del pueblo cubano contra el embargo de Washington y para poder hablar más efectivamente en defensa de la revolución socialista. Ahora está en camino para participar en la Feria Internacional del Libro de La Habana de 2020, un importante evento cultural y político en Cuba, e insta a otros a unirse a la Brigada del Primero de Mayo de este año.
Jarrett fue el candidato del PST para el Concejo Municipal de Pittsburgh el año pasado, denunciando en una audiencia pública a la que asistieron 200 residentes del condado de Allegheny, el impacto tóxico de la contaminación intencional del área por la empresa US Steel y para exigir el control obrero de la producción. Jarrett dice que la atención médica en los Estados Unidos es un desastre causado por el sistema capitalista con sus fines de lucro. El PST lucha por la atención médica universal, garantizada por el gobierno desde que se nace hasta que se muere, e ingresos de jubilación para todos.
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