NUEVA YORK — El 3 de diciembre, el Gothamist, un sitio web de noticias de la Radio Pública de Nueva York, publicó un artículo con el titular: “’Estos videos no deberían existir’: horas de viejas grabaciones de la vigilancia de protestas realizadas por la policía de Nueva York han sido digitalizadas”.
El artículo se refiere a los más de 2 mil videos grabados por el Escuadrón Rojo (Red Squad) del Departamento de Policía de Nueva York entre 1960 y 1980 como parte de sus operaciones de espionaje contra grupos políticos y sindicales y contra las luchas sociales. Durante el último año, el gobierno municipal ha estado publicando los videos recién digitalizados —unas 140 horas de videos— en su sitio web de archivos para que cualquiera pueda tener acceso a ellos, sin que los que estaban siendo espiados den su aprobación.
Al publicar los videos —la alcaldía los llama “imágenes fascinantes del pasado reciente”— los archivos encubren la verdadera historia, la vigilancia por el Escuadrón Rojo de cientos de grupos e individuos bajo el pretexto de que representaban “posibles amenazas a la seguridad”. Más aún, el objetivo principal de la policía política no era “monitorear”, sino desorganizar.
El Gothamist señala que el masivo programa de vigilancia sucedió antes de que existieran los nuevos dispositivos de espionaje de la policía, como las “cámaras corporales de video, quioscos de LinkNYC, o las falsas torres de teléfonos celulares”. La policía política municipal de hoy tiene a su disposición al menos 9 mil cámaras de vigilancia en la ciudad.
Entre los objetivos del Escuadrón Rojo durante esas dos décadas se encuentran el Partido Socialista de los Trabajadores (PST), el Partido Comunista, Malcolm X, grupos por los derechos de los negros y por los derechos de la mujer, partidarios de la independencia de Puerto Rico, grupos pro derechos de los prisioneros, Fidel Castro y Che Guevara. Otros blancos incluyeron al sindicato de la costura ILGWU, el sindicato de marineros, opositores a la guerra de Estados Unidos en Vietnam y simpatizantes de los republicanos irlandeses.
En 1973, el PST presentó una demanda federal contra el FBI y otras agencias gubernamentales por las décadas de operativos de espionaje, allanamientos, e intervenciones telefónicas, el uso de soplones y el hostigamiento, incluido un programa de contrainteligencia dirigido especialmente contra el PST, tanto bajo administraciones demócratas como republicanas. El partido ayudó a organizar el Fondo de Defensa de los Derechos Políticos, que llevó a cabo una campaña política para respaldar la demanda judicial y exponer y rechazar las operaciones antiobreras domésticas de la policía política.
En el curso de la campaña que duró casi 15 años, el partido sacó a la luz que el FBI había recogido más de 30 mil días de escuchas telefónicas con aparatos de vigilancia entre 1943 y 1963, había realizado al menos 208 allanamientos de oficinas y hogares de miembros del PST, y había robado o fotografiado casi 10 mil documentos. Y solo entre 1960 y 1976, el gobierno había utilizado a 1 300 informantes dentro y fuera del partido.
Policía perturba movimiento obrero
Esto no fue simplemente una operación de “recopilación” de información. El FBI utilizó la información para hacer que miembros del PST fueran expulsados de sus apartamentos y despedidos de sus trabajos. Agentes del FBI escribieron cartas hostiles y llenas de calumnias destinadas a crear divisiones dentro del partido y con grupos con los que el partido trabajaba en el movimiento negro y otras luchas. Y lo mismo hicieron contra muchos otros grupos.
Si bien las tácticas de la policía política lograron desorganizar y quebrar muchas organizaciones, estas fracasaron en el caso del Partido Socialista de los Trabajadores. Eso se debe al programa y la integridad del partido. Los miembros del partido defienden abierta y orgullosamente su programa comunista. Dicen lo mismo en privado que en público. El partido es parte de la vanguardia de la clase trabajadora, no una secta que intenta imponer un esquema a los trabajadores y agricultores.
Es por eso que a pesar de los años de espionaje, el FBI no pudo encontrar ni un solo acto ilegal cometido por el partido, mientras que el FBI sí cometió miles de actos ilegales en su esfuerzo para difamar y desbaratar el PST.
En 1986 el juez Thomas Griesa falló a favor del partido. Concluyó que sus derechos constitucionales habían sido violados. Le otorgó al partido más de 650 mil dólares en daños y honorarios para los abogados. Y el partido luchó por y logró obtener una orden judicial que no solo decía que el gobierno ya no podía acceder a los archivos del FBI, sino que también protegía los derechos de privacidad de aquellos nombrados en ellos.
En Nueva York, en 1971, víctimas de actos de espionaje, hostigamiento y subversión de la policía de la ciudad presentaron una demanda colectiva contra el Escuadrón Rojo, conocido como el “caso Handschu”, por el nombre de uno de los demandantes. El Escuadrón Rojo había mantenido archivos de más de 1 millón de individuos y organizaciones. Una demanda similar fue presentada en Chicago en 1975.
Pero los acuerdos que se lograron en estas demandas socavaron la lucha contra la policía política en vez de avanzarla.
En Nueva York, a pesar de un reto del Partido Socialista de los Trabajadores y de otras víctimas de la policía política, el tribunal impuso un acuerdo, respaldado por la Unión de Libertades Civiles de Nueva York y otros grupos liberales, que supuestamente iba a poner en línea al Escuadrón Rojo.
Pero, en realidad, el acuerdo le dio a la policía el derecho de investigar a cualquier grupo que consideren estar “involucrado, a punto de participar o ha amenazado con participar en comportamientos que constituyan un delito”. Y a conservar los archivos de espionaje que habían acumulado. Los videos recién digitalizados son solo una parte de esos archivos. Todo supuestamente monitoreado por una junta “independiente” de tres personas, ¡compuesta por un “civil” y dos comisionados de la policía! La misma rutina de siempre pero con un poco de burocracia extra.
El Escuadrón Rojo de Nueva York ha existido desde 1904, cuando se llamaba el Escuadrón Italiano y luego el Escuadrón Anarquista. Ha pasado por muchos cambios de nombre desde entonces. Hoy, la policía de Nueva York tiene al menos dos escuadrones rojos: la Oficina de Inteligencia y la Oficina de Contraterrorismo. A medida que la lucha de clases en Estados Unidos se acelere, los luchadores de la clase trabajadora no deben hacerse ilusiones. La policía política no ha desaparecido.