CHICAGO — En los últimos meses, los patrones ferroviarios en Norteamérica han recortado miles de empleos, desde ingenieros y conductores hasta trabajadores de mantenimiento de vías y reparación de maquinaria, con más recortes por venir. Al mismo tiempo, se jactan de haberse embolsado crecientes ganancias, a pesar de la disminución en el volumen de carga que transportan. Están imponiendo horarios más restringentes a las compañías transportistas y desactivando motores y otra maquinaria.
Para los trabajadores ferroviarios, esto significa trabajo más acelerado e intensificado y condiciones de trabajo cada vez más inseguras para quienes aún siguen trabajando, mientras que otros enfrentan la incertidumbre de las cesantías indefinidas
Según las cifras del Departamento de Trabajo de Estados Unidos, más de 20 mil empleos ferroviarios fueron eliminados el año pasado, casi el 10 por ciento de la fuerza laboral. La Norfolk Southern ha cesanteado a más de 3 500 de trabajadores de tripulación, mantenimiento y otros. La BNSF Railway también tiene un número creciente de trabajadores cesanteados. La Union Pacific ha cerrado varias estaciones ferroviarias y dice que planea continuar con los recortes durante 2020.
“¿Cómo se espera mover la misma carga con menos personas?”, dijo al Militante Travis Williams, un conductor de 18 años de experiencia en Chicago. “Tienen que reducir costos en alguna parte. Sabemos que va a afectar la seguridad en una industria que ya es peligrosa”.
Los mayores recortes han tenido lugar en el mantenimiento de maquinaria y tiendas, un 15 por ciento menos que hace un año, y en las tripulaciones de trenes y locomotoras, un 13.7 menos.
Las siete compañías ferroviarias mayores de Norteamérica han desactivado casi el 30 por ciento de sus locomotoras durante el pasado año, informó el Washington Post el 3 enero. Describió cómo cientos de locomotoras cubiertas de polilla ahora están estacionadas en el anteriormente bullicioso centro de Norfolk Southern en Roanoke, Virginia.
En general, el tráfico de carga ha bajado en comparación con el año anterior, pero los recortes de empleos son mucho más profundos que la disminución del comercio, debido a lo que el Post llama “una campaña agresiva de toda la industria ferroviaria para disminuir costos”. Alan Shaw, director ejecutivo de comercialización de Norfolk Southern, se jactó ante los inversores en noviembre de que pudieron reducir los “costos de tripulación” en un 13 por ciento. Dijo que la compañía estaba “acelerando” los recortes hacia el nuevo año.
En julio, los patrones de Union Pacific anunciaron que, si bien habían transportado un 4 por ciento menos de vagones de ferrocarril que el año anterior, su “coeficiente operativo”, es decir, los gastos relativos a las ventas netas, bajó a un mínimo histórico y las ganancias por acción aumentaron un 12 por ciento. En otras palabras, exprimieron más ganancias del trabajo de la reducida mano de obra.
El mismo comunicado de prensa observa de paso que la “tasa de lesiones reportables de la primera mitad” aumentó un 14 por ciento durante 2018.
Union Pacific es uno de los más recientes transportistas que ha comenzado a implementar el “transporte ferroviario programado con precisión”, o PSR (por sus siglas en inglés), un esquema para aumentar las ganancias iniciado por los patrones en la Canadian National Railway hace una década. Bajo este lema, los patrones ferroviarios están reduciendo el número de conductores, ingenieros y trabajadores de vías y mantenimiento para reducir sus costos operativos. Están operando menos trenes, presionando a los manufactureros y otros cargadores para que tengan listas las cargas cuando están programadas o enfrentarán altas tarifas por atraso, con el objetivo de mover los vagones más rápido con menos trabajadores. Y las tripulaciones de los trenes tienen cada vez más trabajo que antes.
Además de todo esto, los patrones ferroviarios están presionando con fuerza para imponer la “tripulación” de una sola persona, eliminando la posición de conductor. Están recibiendo ayuda de la pro-patrón Administración Federal de Ferrocarriles en Washington, que frustró el apoyo anterior para tripulaciones de dos personas.
La nueva tecnología hace “prácticamente todo el trabajo que hace un conductor”, insiste el jefe ejecutivo de Union Pacific, Lance Fritz.
‘Estoy cansado de estar cansado’
Los efectos sobre los trabajadores de esta campaña de ganancias llevaron a que 3 200 conductores, miembros del sindicato Teamsters, salieran en huelga durante ocho días en la Canadian National el pasado noviembre, deteniendo el 90 por ciento de la carga del servicio ferrocarrilero más grande de Canadá. “En huelga por la seguridad” y “Estoy cansado de estar cansado” fueron consignas populares.
“Los despidos masivos han sido un componente perturbador y central de las operaciones de PSR”, dijo el Departamento de Oficios del Transporte de la AFL-CIO el 29 de octubre. “En solo los primeros dos años después de que la CSX implementó este modelo, la compañía despidió el 22 por ciento de los trabajadores de mantenimiento de maquinaria, el 16 por ciento de las tripulaciones de trenes y el 11 por ciento de los empleados de mantenimiento de vías”.
“Un mecánico escribió que en su terminal, la gerencia ahora exige que se realicen inspecciones de frenos a un ritmo extraordinario e inseguro de solo 60 segundos por vagón”, informó el grupo obrero.
Lance Anton, de 42 años, conductor y miembro del sindicato SMART-TD, le dijo al Militante que donde trabaja en Lincoln, Nebraska, el 30 por ciento de trabajos de locomotoras de cambio y de paquetes remotos se han eliminado.
Unos 170 miembros del sindicato hicieron líneas de piquetes en la ciudad de Kansas City, Missouri, el 5 de noviembre para protestar por el cierre de la terminal Neff Yard de Union Pacific allí. Los trabajadores recibieron aviso del cierre solo con dos días de anticipación. “Lo que hubiera sido dos personas inspeccionando ambos lados del tren y haciendo un trabajo minucioso, tardándose el tiempo que sea necesario”, dijo Matt Sweeney, un mecánico cesanteado de Neff Yard, a un equipo de televisión que le preguntó sobre las afirmaciones de la compañía de que los recortes no afectan la seguridad. “Ahora tienen a una sola persona haciéndolo, y lo está haciendo solo en un lado del tren”.
Mientras los patrones ferroviarios están operando menos trenes, los que operan tienen trabajos cada vez más largos. El promedio de la longitud de los trenes ha aumentado un 25 por ciento desde 2008. “Diariamente vemos trenes de 2.5 millas”, dijo al Post Jeremy Ferguson, presidente del sindicato SMART-TD, que organiza a los conductores de tren.
“Es un gran problema”, dijo Ferguson. “Es muy difícil para las tripulaciones y para los pueblos y ciudades a través de los cuales pasamos”.
Se informa que los descarrilamientos y las muertes de trabajadores en el trabajo han aumentado. Hubo cerca de 50 descarrilamientos ferroviarios Clase Uno en 2019, con al menos cuatro trabajadores ferroviarios muertos. En total, más de 20 trabajadores ferroviarios murieron en el trabajo el año pasado.
El Partido Socialista de los Trabajadores plantea la necesidad de luchar para que se reduzcan los trenes a una longitud máxima de 50 vagones, y regresar a una tripulación de cuatro personas: dos en la parte delantera y dos en la parte trasera. Eso haría que el transporte de carga fuera más seguro tanto para los trabajadores como para las personas que viven cerca de las vías, además de abordar el problema de las cesantías, que hoy afectan a miles de trabajadores ferroviarios.
Naomi Craine es miembro cesanteado de SMART-TD y candidata del Partido Socialista de los Trabajadores para el Senado de Estados Unidos en Illinois. Joe Swanson, miembro retirado de SMART-TD en Lincoln, Nebraska, contribuyó a este artículo.