MONTREAL — Un foro especial del Militant Labor Forum que tuvo lugar en esta ciudad el 17 de octubre, celebró el 50 aniversario de los logros del movimiento comunista al ayudar a dirigir la lucha contra la imposición de la Ley de Medidas de Guerra (War Measures Act) por los gobernantes capitalistas de Canadá.
Los oradores fueron Michel Prairie, un dirigente de la Liga Comunista, y Paul Kouri, un partidario de la Liga Comunista en Vancouver. Ambos fueron participantes de esa lucha. El primer ministro, Pierre Trudeau, había ordenado la ley marcial en la provincia de Quebec, usando como pretexto los secuestros terroristas perpetrados por el Frente de Liberación de Quebec (FLQ).
Felix Vincent-Ardea, quien presidió el evento, dijo a los 30 participantes que los miembros de la Liga Comunista hoy aprovechan las enseñanzas de esa destacada lucha. Están haciendo campaña para hacer llegar el Militante y los libros de Pathfinder a las manos del pueblo trabajador y forjando solidaridad con las huelgas obreras y otras luchas. En particular, señaló la huelga de 1 400 trabajadores de los supermercados Dominion en Newfoundland, ya en su segundo mes, y el cierre patronal contra 700 trabajadores en el almacén de la farmacia Jean Coutu cerca de Montreal.
Michel Prairie explicó que los gobernantes capitalistas de Canadá utilizaron los secuestros por el FLQ de James Cross, un diplomático británico, y Pierre Laporte, un ministro gubernamental de la provincia de Quebec, para invocar la Ley de Medidas de Guerra el 16 de octubre de 1970. Laporte fue encontrado muerto al día siguiente. El FLQ era un grupo terrorista que propugnaba la independencia de Quebec.
“Ottawa envió 8 mil soldados a Quebec. Alrededor de 500 personas fueron arrestadas sin orden judicial y sin ningún derecho, incluidos destacados dirigentes sindicales, luchadores por la independencia de Quebec, socialistas, artistas prominentes y otros. El ejército llevó a cabo 31 mil redadas”, dijo Prairie.
“Ha habido muchísimos artículos en la prensa burguesa en los días previos al aniversario, pero ninguno menciona la amplitud del movimiento de masas que se estaba desarrollando en ese entonces contra la opresión nacional de los quebequenses”, explicó. “Esto se entrelazó con un incremento significativo de las luchas obreras, incluyendo acciones sindicales que comenzaron a dar pasos hacia la acción política independiente de la clase trabajadora. En Montreal esto tomó la forma de acciones para fundar un partido obrero basado en los sindicatos que tomó el nombre de Frente de Acción Política o FRAP”. La represión estuvo dirigida a estas dos luchas entrelazadas.
Historia de levantamientos, luchas
Luchas revolucionarias estallaron en Canadá en 1837-38 en las que descendientes de los colonos franceses y de los ingleses se unieron en batalla contra el dominio colonial británico. Los gobernantes británicos aplastaron estos levantamientos y luego crearon sistemáticamente divisiones entre pueblo trabajador, imponiendo un estatus de segunda clase a los francófonos.
Para los años 60, los quebequenses ganaban un 35 por ciento menos que los angloparlantes. Los letreros en Montreal, ciudad de mayoría francesa, estaban todos en inglés.
A través de sus luchas contra la opresión nacional, incluso contra la Ley de Medidas de Guerra, los trabajadores quebequenses lograron avances y ganaron apoyo de los trabajadores por todo Canadá. Las diferencias de salario ya no existen. El nivel de educación es similar. El francés es la lengua principal en Quebec en el trabajo y la escuela. “Nuestra clase está mucho más unida que antes y los capitalistas no pueden dividir a los trabajadores por líneas nacionales como lo hacían antes”, dijo Prairie.
Superar las divisiones entre los trabajadores quebequenses y los del resto de Canadá es un logro histórico, y un paso indispensable para la construcción de un movimiento de masas de millones de trabajadores que pueda luchar para tomar el poder político y establecer un gobierno de trabajadores y agricultores en Ottawa.
Impiden creación de partido obrero
En la primavera de 1970 las tres federaciones sindicales de Quebec organizaron asambleas regionales para discutir el lanzamiento de un partido obrero. La alternativa era el Parti Quebecois (PQ), un partido nacionalista burgués que acababa de ser fundado. En Montreal, el movimiento sindical decidió apoyar el FRAP. “Esto dio la pauta hacia la construcción de un partido obrero de masas”, dijo Prairie.
Un participante del evento preguntó por qué ya nadie habla hoy del FRAP. “La cúpula sindical dirigió el movimiento hacia el PQ”, respondió Prairie. “No hablan del FRAP porque lo consideran un mal ejemplo, un peligro para su perspectiva política de mantener a los trabajadores subordinados a los partidos capitalistas”.
La represión no logró detener el ascenso de las luchas obreras en Canadá. En 1972 estalló una huelga general espontánea en todo Quebec tras el arresto de tres líderes sindicales por negarse a obedecer una orden del gobierno de que 200 mil trabajadores públicos en huelga regresaran a trabajar. En 1976 hubo una serie de protestas y huelgas en contra de los controles salariales que unieron a los trabajadores en Quebec y el resto del país, y que culminaron en una huelga general de un día de un millón de trabajadores. En 1981 los sindicatos organizaron una protesta de 100 mil trabajadores en contra del creciente desempleo y la inflación. Los comunistas en Canadá participaron en muchas de estas batallas.
“Estas experiencias nos permitieron construir un partido más fuerte en Canadá”, dijo Prairie. En 1977 tres organizaciones revolucionarias se unieron para formar la Liga Obrera Revolucionaria. En 1979, la LOR adoptó la perspectiva de que sus miembros obtuvieran trabajos en la industria y participaran en las luchas sindicales allí. “Celebramos esta noche la publicación en francés de El viraje a la industria: Forjando un partido proletario por el secretario nacional del Partido Socialista de los Trabajadores, Jack Barnes,” dijo Prairie. “Este libro contiene el documento adoptado en 1979 por nuestro movimiento mundial que produjo el partido que somos hoy”.
Cuando el FRAP decidió presentar candidatos para la mayoría de los escaños del consejo municipal en las elecciones de Montreal, pero no para alcalde, la League for Socialist Action/La Ligue socialiste (LSA/LSO), predecesora de la Liga Comunista, decidió postular a Manon Leger. Al centro de su campaña para alcalde estaba la construcción de un movimiento obrero contra la Ley de Medidas de Guerra. Como parte de su campaña, ella organizó y participó en la distribución de volantes junto con sus partidarios a los soldados estacionados en el cuartel del regimiento Black Watch. Leger y sus partidarios fueron arrestados, pero ganaron su libertad y fueron absueltos.
Paul Kouri, quien en aquel entonces era miembro de la Juventud Socialista y de la LSA/LSO en Saskatoon, describió la respuesta fuera de Quebec a las Medidas de Guerra. “Nuestro movimiento en todo Canadá y en Estados Unidos respondió de inmediato a este asalto sin precedente contra los derechos democráticos. Desde el primer día, nos acercamos a otras fuerzas para realizar mítines, manifestaciones y reuniones en los recintos universitarios.
“En las páginas de Labor Challenge y la revista Young Socialist expusimos las mentiras del gobierno canadiense y destacamos las protestas contra la Ley de Medidas de Guerra. El Partido Socialista de los Trabajadores hizo lo mismo en Estados Unidos”. Poco después de la imposición de la ley marcial, Mary-Alice Waters, directora del Militant, vino a Montreal para ayudar a dar cobertura a la lucha contra los ataques.
Penny Simpson, miembro de la Juventud Socialista y LSA/LSO en Montreal, fue arrestada y detenida por seis días junto con otro líder del grupo. Luego hizo una gira por Canadá en 12 ciudades, hablando de la lucha obrera en Quebec ante públicos de entre 80 a 1 500 personas. Otros hicieron lo mismo, incluso Michel Chartrand, un importante dirigente sindical de Quebec, que también había sido encarcelado. Estas giras ayudaron a contrarrestar los esfuerzos de la clase gobernante para difamar y suprimir críticas contra sus medidas.
La respuesta del movimiento comunista contra la represión del estado capitalista en 1970 fue ejemplar, dijo Prairie. “Es notable la cantidad de participantes de esas luchas hace 50 años que aún son cuadros del movimiento comunista. Fueron reclutados de por vida”.