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Vol. 73/No. 23      22 de junio de 2009

 
La defensa del derecho al aborto
(editorial)

El cierre de la clínica de Servicios para el Cuidado de la Salud de la Mujer en Wichita en el estado de Kansas, dirigida por el Dr. George Tiller hasta que fue balaceado por un derechista, es un golpe al derecho de la mujer a elegir el aborto. Era una de las pocas clínicas en Estados Unidos que proveían abortos en el tercer trimestre. Scott Roeder, acusado de matar a Tiller, dijo en una entrevista con la CNN desde su celda que el cierre de la clínica era “una victoria”. Los grupos anti-aborto Operación Rescate y la Coalición por la Vida de Kansas dicen lo mismo.

Las fuerzas derechistas se sienten envalentonadas por la muerte de Tiller y el cierre de la clínica. La Coalición por la Vida de Kansas ha anunciado que ahora puede dirigir su campaña de intimidación y hostigamiento a clínicas en la ciudad de Kansas y en Dakota del Norte.

La policía tanto la local como la federal sabían sobre Roeder y su historial de vandalismo y violencia en contra del aborto. Una trabajadora de la clínica de Tiller reportó a agentes del FBI que Roeder trató de sellar con pegamento las cerraduras de la clínica el día antes de que matara al Dr. Tiller. Los agentes no hicieron nada al respecto. Las declaraciones de políticos capitalistas destacados como el presidente Barack Obama y la Secretaria de Estado Hillary Clinton sobre la necesidad de encontrar un “acuerdo” con los que se oponen al derecho de la mujer a elegir ayuda a envalentonar a los derechistas aún más.

El cierre de la clínica demuestra la necesidad urgente de reconstruir el movimiento para defender el derecho de la mujer a elegir. Al igual que el movimiento de los negros y sus partidarios, que luchó por 20 años para terminar la discriminación racial, el movimiento por los derechos de la mujer en los años inmediatamente después de la legalización del aborto en 1973 se rehusó a subordinar sus demandas a las promesas vacías y aspiraciones de los políticos capitalistas en los partidos Demócrata y Republicano.

Pero las principales organizaciones por los derechos de la mujer han hecho lo opuesto, haciendo compromisos en cuestiones como el aborto para poner a “amigos de la mujer” en puestos públicos. Su curso ha contribuido a la desmovilización y desorientación política de generaciones de mujeres y sus partidarios, en un momento en el que el apoyo al derecho de la mujer a elegir el aborto y a los derechos de la mujer en general cuenta con el apoyo de la mayoría.

En muchas ciudades alrededor del país se organizaron protestas inmediatamente después de que se recibió la noticia del asesinato del Dr. Tiller. Esa respuesta es una muestra importante de que muchos entienden lo que está en juego, y están interesados en una discusión política sobre el camino para avanzar y las acciones que movilicen el apoyo al derecho de la mujer a elegir el aborto, que responda a las mentiras de las fuerzas que se oponen al aborto e incremente la confianza de los luchadores por los derechos de la mujer.
 
 
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