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Vol. 77/No. 3      28 de enero de 2013

 
Denuncian el uso extenso de
‘aislamiento’ en cárceles de NY
Ex-reo: ‘Los usan para quebrarte. Hay que abolirlo’

POR SETH GALINSKY
NUEVA YORK—Un informe reciente y una demanda legal hecha por la Unión de Libertades Civiles de Nueva York han atraído atención al amplio uso de un régimen de aislamiento en las cárceles del estado de Nueva York.

“Todos los días, aproximadamente unas 4 300 personas están encerradas 23 horas al día en pequeñitas celdas de concreto” del tamaño de un espacio en un estacionamiento de auto o un ascensor pequeño, señaló la demanda entablada el 6 de diciembre ante la Corte Federal de Distrito a nombre de Leroy Peoples, quien actualmente está preso en la cárcel de Attica.

“La demanda alega que el carácter arbitrario y desproporcionado del proceso es lo que lo hace inconstitucional”, dijo al Militante Jennifer Carnig, vocera de la Unión de Libertades Civiles de Nueva York. “Los reos pueden ser puestos en aislamiento como castigo por casi cualquier infracción de las reglas”.

Entre las “ofensas” que los oficiales de la cárcel de Nueva York utilizan para condenar a personas a la Unidad de Residencia Especial, conocido entre los reos como el “hueco”, se encuentra el “desorden personal o en la celda”, “tabaco excesivo”, “enfermedad no reportada”, “literatura no autorizada”, “cabello largo suelto”, “rehusarse a obedecer órdenes”, y “asistencia legal no autorizada”.

Al igual que en la tasa general de encarcelamiento, los afroamericanos son puestos en aislamiento de forma desproporcionada. Mientras los afroamericanos representan el 14.4 por ciento de la población de Nueva York, son el 49.5 por ciento de los trabajadores detrás las rejas. En las cárceles de Upstate y Southport, donde se encuentran la mayor parte de los que están en aislamiento extremo, el 62 por ciento son afroamericanos,

Peoples, un afroamericano, pasó 780 días en aislamiento extremo en una celda con otro reo por tener “materiales y archivos legales no autorizados”. Solo le permitían dos duchas por semana, le negaban el uso del teléfono y le pasaban sus comidas por una ranura en la puerta de la celda.

El informe de la Unión de Libertades Civiles titulado “En una caja: El verdadero costo del aislamiento extremo en las cárceles de Nueva York”, señala que la mitad de los que están en aislamiento están encerrados con otro reo, una práctica conocida como “dos en una celda”. Los oficiales de la cárcel pueden imponer privaciones adicionales, incluyendo negarle a los que se encuentran en aislamiento el derecho a ducharse, material de lectura, ropa, sábanas y hasta papel higiénico.

A. “Big Chief” Ramos, quien pasó gran parte de los últimos 20 años en las cárceles de Nueva York, incluyendo casi tres años de aislamiento, dijo al Militante que los oficiales de la cárcel frecuentemente lo ponían en aislamiento por ayudar a otros reos a presentar quejas y proteger sus derechos.

“Las condiciones más horrendas se encuentran en los llamados Bloques ‘S’”, dijo Ramos. “Estás en una celda con otro individuo. Hay una diminuta ducha de lata en tu celda y no hay cortina. El agua sale y salpica tu cama.

“No estoy diciendo que se deben cerrar las unidades especiales SHU. Comprendo los períodos de 72 horas para apaciguarse”, dijo Ramos. “Pero 72 horas debería ser el máximo”.

Decenas de miles en el ‘hoyo’

Las condiciones de aislamiento en las cárceles de Nueva York son típicas de lo que enfrentan miles de trabajadores encarcelados por todo el país.

No existen cifras exactas de las personas detenidas en celdas de aislamiento en las cárceles locales, estatales y federales. En el año 2000 el Departamento de Justicia de Estados Unidos informó que habían 80 mil prisioneros en celdas de aislamiento. La Comisión de Seguridad y Abuso en las Cárceles Norteamericanas en el 2006 informó que esto solo refleja “una fracción” de la cifra real.

Donnell Joseph pasó 19 años en seis prisiones federales hasta su excarcelación en mayo del año pasado. “En total pasé un par de años en aislamiento”, dijo Joseph. Actualmente las llaman ‘alojamiento de seguridad.’ Tratan de cambiar la percepción, pero el tratamiento, las celdas, la brutalidad de los guardias sigue igual”.

“Me ponían en el hueco por que me tenían marcado como alborotador, por las quejas que presentaba contra el personal”, dijo Joseph. “No uso drogas. No hago apuestas. La mayoría de mis problemas vienen de mis protestas contra el maltrato de los reos”.

Según Joseph, en la penitenciaría federal en Beaumont, Texas, lo pusieron en restricción de cuatro puntos por siete días, con sus manos y pies encadenados a un bloque de cemento, después de ser acusado falsamente de tomar parte en una pelea en la cárcel.

“Lo usan para desmoralizarte. A veces te desmoralizan”, dijo. “El aislamiento debe ser abolido. Hay otras soluciones en vez de quitarle la humanidad a un hombre”.

Aislamiento antes del juicio

Marlene Jenkins le dijo al Militante que mantuvieron a su hijo Tarik Shah, en aislamiento por 33 meses en el Centro Correccional Metropolitano de Nueva York, donde le permitían un máximo de una hora a la semana de visita familiar. Shah fue acusado de cargos amañados de conspiración para proveer ayuda material a al-Qaeda.

“Usan el aislamiento para forzar a la persona a aceptar una declaración de culpabilidad por un delito menor”, dijo Jenkins. “Cuando viene tu abogado, no hay privacidad. Los funcionarios de la prisión están escuchando todo. Realmente no puedes hablar sobre tu caso.

“Las luces pasan encendidas 24 horas al día. La celda es fría”, dijo Jenkins. “Que no te permitan hablar con alguien para mi es inhumano y cruel”.

Shah aceptó un acuerdo de culpabilidad en noviembre de 2007 y hoy está cumpliendo una pena de 15 años en una cárcel federal en Virginia.

El encarcelamiento en celdas de aislamiento antes de un juicio, con el fin de obstaculizar los esfuerzos de la defensa y debilitar la voluntad del prisionero, es común, y casi garantizado para los prisioneros políticos. Los Cinco Cubanos, acusados falsamente de conspiración para cometer espionaje, por ejemplo, fueron puestos en el hueco por 17 meses antes de ser declarados culpables en 2001. El prisionero político puertorriqueño Oscar López Rivera ha pasado 12 años en aislamiento durante los 31 años de encarcelamiento que ya lleva.

Trabajadores presos desde California a Georgia y Carolina del Norte han protestado contra el encarcelamiento solitario. En Georgia los reos realizaron huelgas de hambre en diciembre de 2010 y junio de 2012. En Carolina del Norte decenas de reos en tres cárceles realizaron una huelga de hambre en julio del año pasado. En California los reos realizaron una huelga de hambre por tres semanas en julio de 2011. Las reivindicaciones de su protesta incluían la eliminación del encarcelamiento solitario.
 
 
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