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Vol. 79/No. 14      20 de abril de 2015

 
(portada)
Moralidad capitalista raíz de la
explosión de gas, muertes en NY

 
AP/New York Times/Nancy Borowick
Una explosión de gas en Nueva York, el 26 de marzo, mató a dos personas, lesionó a 20 y destruyó tres edificios. Negativa de autoridades de cambiar tuberías garantiza más estallidos.
 
POR BRIAN WILLIAMS
Y SETH GALINSKY
 
NUEVA YORK—Aunque todavía no se conoce la causa exacta de la explosión de gas natural y del incendió ocurrido aquí el 26 de marzo, queda cada vez más claro que nunca que lo que está detrás del desastre es la moralidad que promueve el egoísmo y los valores de sálvese quien pueda que bombardean a todos los que vivimos en la sociedad capitalista.

El desastre, que arrasó con tres edificios del Lower East Side de Manhattan, y dejó a dos personas muertas y 22 heridas, no fue un accidente. Fue resultado de los peligros inherentes en el sistema de ganancias capitalista, que da más importancia a las ganancias que a las necesidades humanas.

La “teoría que se está manejando es que una o más líneas de gas fueron conectadas a escondidas”, dijo el New York Times el 31 de marzo, lo cual produjo una explosión en el sótano que destruyó el restaurante Sushi Park en la planta baja y los apartamentos en los pisos superiores del edificio en la 121 de la Segunda Avenida.

El New York Post informó el 6 de abril que un plomero que había trabajado en las tuberías confesó “haber armado un sistema para suplir de gas a los apartamentos” del edificio y dijo que el hijo de la dueña del edificio le había ordenado hacerlo.

Con Ed y los investigadores de la ciudad culpan al propietario o a sus contratistas. El abogado del propietario le echa la culpa a Con Ed.

“Pienso que los trabajadores y nuestros sindicatos deben rechazar los valores egoístas de este sistema”, dijo el 6 de abril Maggie Trowe, candidata del Partido Socialista de los Trabajadores para el Congreso, cuando hablaba con trabajadores y otras personas cerca de los edificios destruidos. “Es cierto que los patrones tratan de maximizar sus ganancias, y ellos empujan a los trabajadores a que omitan protecciones y se hagan de la vista gorda frente a condiciones peligrosas. Pero un superintendente o plomero —o cualquier trabajador— no debería aceptar sus valores o aceptar hacer algo inseguro”.

“A través de las batallas en la lucha de clases los trabajadores nos transformamos, y rompemos con la mentalidad de ‘yo primero y al carajo con el resto’, y hacemos nuestra la solidaridad humana y la abnegación”, dijo Trowe.

La centenaria infraestructura de la ciudad se está deteriorando. Las explosiones y los incendios causados por gas “van a suceder y continuar sucediendo”, dijo Gene West, el ex jefe de los bomberos de Nueva York, quien investigó una explosión en East Harlem, en una entrevista por video en el sitio web de Bloomberg News el 27 de marzo. “No hay dudas de ello”, dijo.

El sesenta por ciento de las tuberías de gas de Con Ed son de hierro fundido y acero desprotegido. Según la agencia federal de Seguridad de Tuberías y Materiales Peligrosos, los escapes serios son cuatro veces más frecuentes en tubos de hierro fundido que en tubos hechos de otro material.

Según un informe de marzo de 2014 publicado por el Centro por un Futuro Urbano, el costo de remplazar los tubos envejecidos y propensos a escapes sería de cerca de 18 mil millones de dólares.

Más que la mitad de los gaseoductos de la ciudad tienen 65 años o más, señala el informe. Los tubos de Con Ed tenían un promedio de 83 escapes por 100 millas de gaseoducto en 2012, 427 atribuibles a la corrosión.

“Tendremos más incendios en estos edificios”, dijo West a Bloomberg.
 
 
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